sábado, 8 de octubre de 2016

CARTA DE CAYO JULIO CÉSAR A MARCO TULIO CICERÓN CUANDO ESTABA EN ATENAS


Estoy perplejo, querido amigo, al comprender por qué me has enviado ese curioso anillo, cuyo diseño jamás había visto. Es muy bello y está exquisitamente trabajado. Lo he hecho reducir de tamaño para regalárselo a una dama a la que admiro grandemente y que es muy aficionada a las joyas de origen egipcio, pues supongo que no querrás que te lo devuelva.

 

He tenido un gran disgusto al saber que sufriste un ataque semejante, cosa que sin duda fue obra de ladrones. Es muy posible que uno de esos bandidos hubiera robado el anillo y presumiera con él. Por favor, acepta mis expresiones de preocupación y mi condolencia porque resultarás un afligido. Me alegra que tú y tu hermano sobreviváis, porque él es un gran soldado, muy querido en las legiones.

 

Las duras expresiones de tu carta han herido el corazón de uno que te quiere profundamente y tus insinuaciones me han sorprendido. Es cierto que ya me hablaste de que uno de los que te intentaron asesinar hace años en Arpinum, llevaba un anillo semejante. Pero yo no se lo he visto puesto nunca a nadie y por eso no comprendo tu carta.

 

¿Quién va a poder desear tu muerte, tú, que eres un abogado integro que no tiene enemigos y que inspira admiración a las multitudes?. Tu nombre es evocado con reverencia y me siento orgulloso de ser tu amigo. Roma se ha empequeñecido por tu ausencia y rezo a mi patrón Júpiter, para que tu salud se restablezca y que regreses pronto.

 

Hace poco he visitado a tu querida madre, que es como otra madre para mí. Se encuentra disfrutando de buena salud. Tu padre habla de ti con orgullo y alegría. ¡Qué tesoro es para unos padres tener un hijo como tú!. No tengo nada más importante que decirte. Las democracias son notables porque no estimulan. Quizás sea mejor así. Hemos vivido un período muy tormentoso y la paz ha sido bien recibida.

 


Mi querido amigo, mis ojos se animarán el día que te vea de nuevo. Oro por tu retorno a Roma. Te abrazo y te beso en la mejilla.


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