Como si se hallara dispuesto a dar fin a la guerra, Calígula
colocó sus tropas en orden de batalla sobre el litoral del océano, situó
balistas y máquinas de guerra sin que nadie supiera ni pudiera imaginarse qué
era lo que pensaba hacer, y, de repente, ordenó a sus soldados coger conchas y
llenar con ellas los cascos y los pliegues de las ropas, diciendo que eran los
despojos del océano que se debían al Capitolio y al Palatino.
( Suetonio en "Vida de Calígula")
No hay comentarios:
Publicar un comentario