Los perfumes son el lujo más inútil de todos. En efecto, las
perlas y las piedras preciosas pueden pasar a los herederos, los tejidos
persisten cierto tiempo, pero los perfumes exhalan inmediatamente su olor y se
disipan al poco de ser aplicados. Lo más que puede decirse de ellos es que,
cuando pasa una mujer, el olor que despide atrae incluso a aquellos que están
haciendo otra cosa. Y valen más de cuatrocientos denarios la libra. Eso es lo
que nos cuesta el placer ajeno, pues el que lleva el perfume no lo aprecia.
( Plinio en "Historia natural")
No hay comentarios:
Publicar un comentario