Cayo Lelio (latín: Gaius Laelius) fue un político y
general de la República romana. Gran amigo de Publio Cornelio Escipión el
Africano, lo acompañó en sus campañas en Hispania (210 a. C. - 206 a. C.). Su
mando de la flota romana en el ataque a Carthago Nova y de la caballería
romano-númida en la Batalla de Zama contribuyeron a las victorias de Escipión.
Según algunos historiadores romanos, incluyendo
Polibio, Lelio era amigo de Escipión desde su niñez; a pesar de todo, los
orígenes de su familia son prácticamente desconocidos. Según Tito Livio, Lelio
no procedía de una familia rica, ya que en 190 a. C., (el año de su consulado),
pidió que se le concediera el mando de la campaña contra Antíoco III el Grande,
con el fin de restaurar el patrimonio familiar.
Polibio sugiere que Lelio y Escipión fueron
compañeros desde sus comienzos en el ejército, ya que Lelio fue al parecer uno
de los testigos del rescate del padre de Escipión, Publio Cornelio Escipión en
una escaramuza en las inmediaciones del Río Ticino, a finales de 218 a. C.
Lelio acompañó a Escipión en varias expediciones
entre los años 210 a. C. y 201 a. C., pero no recibió ningún nombramiento
senatorial oficial hasta aproximadamente 202 a. C., año en el que fue elegido
cuestor. La falta de reconocimiento de Lelio podía estar debida a la baja clase
social de su familia o simplemente a la falta de riqueza e influencia política.
Durante su campaña en Hispania (210 a. C. - 206 a.
C.), Lelio se convirtió en el segundo al mando de Escipión y el único al que
éste confiaba sus planes para tomar la península. Lideró una fuerza de treinta
barcos durante el asalto a Carthago Nova (Cartagena) en 209 a. C. y, por sus
servicios, recibió de Escipión una corona de oro y treinta bueyes.
Tras la toma de esta posición, Escipión delegó en
Lelio la custodia de algunos de los rehenes más importantes y los envió a Roma
para que transmitiera al Senado la noticia de la victoria. Llegó allí a
principios de 209 a. C., y después de informar al Senado y al pueblo de la
caída de Cartago Nova, y entregar a sus prisioneros -entre los que se
encontraban Magón, el gobernador de la ciudad, quince miembros del Gran Consejo
de Cartago y dos miembros del consejo de ancianos - se reincorporó a las tropas
romanas que invernaban en Tarraco (208 a. C.).
Según Polibio, Lelio comandó el ala derecha del
ejército romano en la Batalla de Baecula (Bailén), en 208 a. C.,3 donde
Escipión infligió una sonora derrota a Asdrúbal Barca, obligándole a retirarse
al Norte de Italia. Escipión se pasó los dos años siguientes (208 a. C. - 206
a. C.) combatiendo a Magón, hasta que este se vio forzado a retirarse en 206 a.
C.
Otras acciones en donde Lelio es mencionado ocurren
en 206 a. C. cuando Illiturgi, ubicada en la orilla derecha del Betis, fue
tomada; cuando un destacamento de la flota romana, bajo sus órdenes, derrotó al
almirante púnico Adherbal, y cuando comandó la caballería, en la batalla en
donde fue derrotado Indíbil.
Dos veces visitó la corte de Sifax, rey de los
númidas masesilos, y el más poderoso de los príncipes de África, cuya alianza
tenía igual importancia tanto para Cartago, como para Roma. La primera vez fue
como enviado por Escipión el Africano, la siguiente vez como su compañero, y,
muchos años después, le contó a su amigo común, el historiador Polibio, los
pormenores de esa embajada.
Los romanos tuvieron también que hacer frente a
motines entre los soldados e insurrecciones entre las tribus locales durante
207 a. C., año en el que Escipión cayó enfermo. No está claro el papel de Lelio
durante las revueltas, si trató de sofocarlas o estaba ausente, se desconoce.
Livio nombra únicamente a Silano y Lucio Cornelio Escipión Asiático como los
comandantes que sofocaron estas revueltas. Tampoco se conoce el papel de Lelio
durante la decisiva Batalla de Ilipa.
Después de que los cartagineses hubieron evacuado
Hispania, Lelio regresó con Escipión a Roma, y estuvo presente en los comicios
consulares, en el otoño de 206 a. C., en donde su amigo fue electo cónsul.
Durante el consulado de Escipión (205 a. C.), éste
designó a Lelio como su ayudante en la provincia de Sicilia. Desde su base
isleña, Lelio comandó una expedición contra Cartago mientras Escipión reunía
tropas y suministros para una invasión a escala completa.
El objetivo de la
invasión era aliarse con el príncipe bereber Sifax y el príncipe númida
Masinisa. A pesar de que los dos parecían dispuestos a aliarse con Escipión,
Sifax cambió de parecer cuando Asdrúbal Giscón le ofreció la mano de su hija
Sofonisba. Masinisa en cambio sí aceptó unirse a Escipión.
En 204 a. C., Escipión estaba preparado para invadir
África. Lelio, con veinte galeras de guerra, escoltó la izquierda de la flota
de transporte de tropas desde el puerto de Lilibeo hasta el promontorio cercano
a la ciudad de Útica, donde finalmente desembarcaron en suelo africano.
A él y a Masinisa se les encomendó quemar los
campamentos púnicos y de los númidas, por medio de un ataque nocturno.
En 203 a. C., Lelio participó en la Batalla de los
Grandes Campos y derrotó finalmente al príncipe Sifax, al que capturó vivo tras
la toma de la ciudad de Cirta. Por estos servicios Lelio recibió por segunda
vez una corona de oro.
Por segunda vez también fue el ujier de la victoria y
el encargado de llevar a ilustres cautivos - Sifax junto con su hijo Vermina y
otros notables masesilos - ante el senado y el pueblo de Roma. Permaneció en
Italia hasta que los últimos emisarios cartagineses recibieron la respuesta
final a su solicitud de paz, y se reunió con Escipión en África en los últimos
meses de 203 a. C..
En el año 202 a. C. se libró la Batalla de Zama, en
la que Lelio prestó un servicio considerable a la victoria de Escipión. El
cuerpo de caballería liderado por Lelio atacó a las fuerzas cartaginesas por la
retaguradia causándolas grandes bajas. Entró finalmente en el Senado tras ser
elegido cuestor gracias en gran medida a la reputación que se había ganado a la
sombra de Escipión.
En 197 a. C. Lelio fue elegido edil plebeyo y en 196
a. C. fue elegido pretor. Al año siguiente fue nombrado propretor y se le
otorgó el gobierno de Sicilia. La elección de Lelio para estos cargos se debió
a la influencia de su antiguo comandante. Sin embargo, esta influencia no
sirvió para que Lelio fuera elegido para el consulado en 192 a. C. Lelio fue finalmente elegido cónsul en 190 a.
C., junto al hermano menor de Escipión, Lucio Cornelio Escipión Asiático.
Intentó sin éxito que el Senado le nombrara para combatir al rey Antíoco el
Grande, sin embargo, la Cámara finalmente se decantó por Escipión Asiático.
Lelio por su parte fue nombrado procónsul de la Galia
Cisalpina y durante su estancia en el cargo se dedicó a organizar el territorio
de los antiguos boios. Piacenza y Cremona fueron repobladas durante su
gobierno.
Lelio tuvo un hijo con su esposa, cuya identidad se
desconoce. Este hijo, llamado Cayo Lelio Sapiens, fue elegido cónsul en 140 a.
C.
Lelio, junto a otros dos consulares fue enviado como
miembro de una delegación para negociar con el rey de Macedonia, Perseo (174 a.
C. - 173 a. C.). En 170 a. C., fue enviado por el Senado para investigar
ciertos cargos presentados contra Cayo Casio Longino, cónsul del año 171 a. C.,
por algunas de las tribus galas de los Grisones.
En el año 160 a. C. proporcionó mucha información de
primera mano al historiador Polibio. La muerte de Lelio debió suceder durante
esta época, aunque se desconoce el año de su muerte.
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