domingo, 30 de abril de 2023

SEXTILIA, LA MADRE TRAICIONADA Y ABANDONADA POR EL EMPERADOR VITELIO

Sextilia (m. 69) fue la madre del emperador romano Aulo Vitelio y del consular Lucio Vitelio. Contrajo matrimonio con el senador Lucio Vitelio, íntimo amigo del emperador Claudio. Su marido quedó al cargo de administrar la capital cuando el emperador partió a Gran Bretaña;​ fallecería en 52, dejando solos a su esposa y a sus dos hijos.​ Se dice que el horóscopo del día en que nació su hijo Aulo Vitelio era tan adverso que tanto Sextilia como Lucio trataron de impedir que iniciara una carrera pública.​

 

Sextilia y su nuera Galeria Fundana permanecieron en Roma cuando Aulo  Vitelio partió hacia Germania. Aunque éste se fuera dejando a su esposa en una situación económica muy poco halagüeña, su madre fue capaz de mantener el control sobre su propia riqueza, distanciándose así de la debacle financiera de su hijo. El 2 de enero de 69, tras la muerte de Galba, las tropas de Germania Inferior proclamaron emperador a Vitelio.​

 

Más en respuesta a la flexible disciplina que imponía entre la tropa que a su capacidad como líder, era muy querido entre los ejércitos de la provincia. Sus soldados le confirieron el título de Germánico en recuerdo al comandante homónimo.​ Se dice que cuando Sextilia se enteró del ascenso al poder de su hijo dijo que «soportaba los excesos de Vitelio, no los de Germánico».

 

Cuando Otón ascendió al poder, tanto Sextilia como su nuera se encontraban en peligro. Se afirma que Vitelio escribió al hermano de Otón una carta en la que le decía que sería asesinado si alguna de sus mujeres sufría algún daño. En la práctica es probable que Sextilia gozara de contactos en el campamento del rival de su hijo.

 

Tras la derrota de Otón en la primera batalla de Bedriacum, el nuevo emperador acudió al encuentro de su madre y la declaró Augusta. Vitelio invirtió enormes cantidades de dinero en comida, bebida y entretenimiento. 

Cuando Vespasiano se rebeló en las provincias orientales, la mayoría de las tropas desertaron del bando de Vitelio. El historiador Suetonio afirma que su hijo la dejó morir de hambre con el fin de cumplir una predicción formulada por una mujer de la tribu de los chatti; dicho augurio le garantizaba un largo y próspero reinado si sobrevivía a la anciana.



EDICTO DE TESALÓNICA ( LA RELIGIÓN CATÓLICA PASA A SER LA RELIGIÓN OFICIAL DEL IMPERIO)

"Ordenamos que quienes siguen esta ley reciban el nombre de cristianos católicos, mientras que de los restantes dementes e insensatos que juzgan oportuno sostener la infamia del dogma herético, sus reuniones no reciban el nombre de iglesias".

 ( Emperador Teodosio I el Grande )











AGATÁRQUIDAS DESCRIBE SOBRE LOS ESCLAVOS DE LAS MINAS DE ORO DEL SUR EN TIEMPOS DE LOS PTOLOMEOS

No había quien contemplara a aquellos desgraciados y no se compadeciera de ellos y de la enorme miseria en que se hallaban. No se muestra piedad ni respeto por nadie, ni por el enfermo, ni por el mutilado, ni por el anciano, ni aún por la fragilidad de la mujer. Antes bien, todos son obligados a golpes a seguir con si trabajo hasta que mueren consecuencia de los malos tratos sufridos en esta forzada necesidad.









TRAGEDIAS , por LUCIO ANNEO SÉNECA

Los libros están en la Biblioteca Privada del Cónsul de Roma, y podéis acceder a ellos, clicleando encima del texto o imágenes de la entrada. 

TRAGEDIAS 1 ,  por LUCIO ANNEO SÉNECA


 

 

 

TRAGEDIAS 2 ,  por LUCIO ANNEO SÉNECA

 


PUBLIO SEMPRONIO TUDITANO, HÉROE DE LA DESATROSA BATALLA DE CANNAS

 Publio Sempronio Tuditano (en latín, Publius Sempronius Tuditanus) fue un político y militar de la República romana. Elegido cónsul y censor, Sempronio lideró la retirada de los restos del ejército romano tras la batalla de Cannas.

 

El cónsul Lucio Emilio Paulo (que murió en Cannae), había dejado en reserva a 10 000 hombres en el campamento. Tras la desastrosa derrota estos soldados tenían tres opciones: entregarse a Aníbal, romper las filas de los cartagineses y huir y mantener la posición y morir luchando frente al enemigo. La pequeña fuerza había sido rodeada por los cartagineses.

 

El oficial superviviente de mayor grado en aquel fatídico día era Publio Sempronio Tuditano. Sempronio pidió a sus hombres que se pusieran sus escudos y lo siguieran a través de las líneas de los exhaustos cartagineses. De los 10 000 hombres solo 600 se atrevieron a unirse a Sempronio, el resto estaba convencido de que si se entregaban a Aníbal el Senado accedería a pagar un rescate por sus vidas. Sempronio y sus 600 hombres consiguieron atravesar las líneas cartaginesas y huyeron a Canusio, donde obtuvieron refugio.

 Este acto aumentó increíblemente la reputación de Tuditano entre el pueblo y el Senado. El Senado se negó a pagar el rescate de los hombres que se habían entregado a Aníbal. Los padres conscriptos, en la persona del senador senior Tito Manlio Torcuato, utilizaron el ejemplo de la marcha de Tuditano para negarse a pagar a Aníbal el rescate de esos cobardes que no se habían unido a Sempronio.

 

Dos años más tarde de su heroica marcha (214 a. C.), Sempronio fue elegido edil curul, y al año siguiente fue elegido pretor. Obtuvo Rímini como su provincia y tras la toma de Aterno retuvo su cargo durante los dos años siguientes (212-211 a. C.).

 

Sempronio fue elegido censor en 209 a. C. con Marco Cornelio Cetego como colega, a pesar de que ni Sempronio ni su colega habían ostentado el consulado. Estos dos jóvenes censores se mantuvieron en el cargo durante todo el lustro, cosa que no se cumplía desde el comienzo de la segunda guerra púnica debido a la muerte de alguno de los censores (normalmente en el transcurso de alguna batalla).

 

Fue Sempronio quien tuvo el derecho de decidir quién sería el nuevo Princeps Senatus. Cetego quería que se eligiera para el cargo a Tito Manlio Torcuato, un eminente excensor que había ostentado este cargo en 231 a. C. Sin embargo, Sempronio apoyaba la candidatura de Quinto Fabio Máximo que había sido elegido para la censura en 230 a. C. y por ello era senador junior con respecto a Torcuato.

 La decisión de Sempronio prevaleció sobre el deseo de Cetego rompiendo así la tradición de elegir para el puesto al más experimentado de los senadores senior. A partir de ese momento se elegiría para el puesto al hombre que más méritos hiciera, lo que permitió a Escipión el Africano acceder al cargo a pesar de su juventud.

 

En 205 a. C. Sempronio fue enviado a Grecia a la cabeza de una fuerza naval y terrestre con el fin de enfrentarse a Filipo V de Macedonia en el conflicto conocido como primera guerra macedónica con el título de procónsul. Sempronio sin embargo concluyó un tratado con Filipo, conocido como la "Paz de Fénice". El tratado fue alegremente ratificado por un Senado deseoso de desviar su atención a la guerra en África.

 

En 204 a. C. Sempronio fue elegido en ausencia para el consulado junto a su antiguo colega en la censura Marco Cornelio Cetego. Sempronio recibió el territorio de Brucio como provincia proconsular para que continuara la guerra frente a Aníbal. Sempronio fue derrotado por Aníbal perdiendo 2000 hombres pero después obtuvo una victoria decisiva obligándole a encerrarse tras las murallas de Crotona.

 

En 201 a. C., Sempronio formó parte de la embajada enviada a Ptolomeo rey de Egipto.


PUBLIO FLAVIO VEGECIO RENATO DICE SOBRE LA GUERRA

 

“La victoria en la guerra no depende completamente del número o del simple valor; sólo la destreza y la disciplina la asegurarán. Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra”.

 

Seguramente que Vegecio Renato debía referirse a la importancia de la disciplina y el entrenamiento del ejército romano, así como el coraje o la valentía del legionario, y el perfeccionamiento de las últimas técnicas y tecnologías militares por parte de sus ingenieros y centuriones. Porque todo esto es mucho más importante que no el número de efectivos de un ejército de uno u otro bando.

 

Pensemos que en un ejército muy numeroso, las tropas que están situadas atrás no luchan y están esperando turno para ponerse en acción ante el fragor de la batalla, mientras que el trabajo ( o sea, la lucha) lo están haciendo los soldados que están en primera fila, que según su mejor o peor preparación serán los primeros que cayendo, o son los primeros a los que les alcanzan los proyectiles lanzados contra ellos, y por tanto son los primeros en recibir una muerte segura.

 

Creo que Vegecio Renato quiso dar a entender que en el caso de los romanos, se atribuye la conquista del mundo y la formación de su extenso imperio, a su continuo entrenamiento militar, a la estricta observancia de la disciplina en los campamentos y al constante perfeccionamiento de las otras artes de la guerra, de las que iban aprendiendo por haber ido librando guerra tras guerra sin cesar. En otras palabras, la clave del éxito militar romano no fue solo su valentía, sino también la minuciosa preparación y el duro entrenamiento constante de sus tropas, así como la rigurosa aplicación de las tácticas, la estrategia, y la disciplina en el campo de batalla, junto con la aplicación de la mejor ingeniería militar, y la disposición de lo último en tecnología militar.

 

Ello significa, también saber liderar las legiones, empatizar con los soldados, tomar decisiones rápidas y efectivas tanto en la estrategia de la campaña, como en la batalla misma, para adelantarse a los movimientos del enemigo, siendo mucho más rápidos y veloces para ganar tiempo que permita luego estar en mejores posiciones y tomar nuevas mejores y más acertadas decisiones. Además in dejar aparte el saber organizar una buena logística y abastecimiento suficiente que cubra todas las necesidades del ejército, sin olvidar disponer de suficiente dispendio militar aprobado por parte del Senado o del emperador, así como disponer de buenas pagas para los legionarios, y buenas pensiones cuando les llegara la edad de retirarse de los servicios militares, o les tocara licenciarse por la ausencia temporal de guerras. Porque no lo olvidemos: no es suficiente con ser los mejores militares con los mejores medios disponibles, sino también que los legionarios estén motivados en el sentido positivo de que también van a salir beneficiados, y no solo en obtener gloria, sino en la garantía de una vida mejor cuando dejen de prestar leal servicio al ejército de Roma.  


sábado, 29 de abril de 2023

DISCURSOS II, por LIBANIO

 

Desde la Biblioteca Privada del Cónsul de Roma, podéis acceder al libro clicleando encima del texto o imágenes de esta entrada. 

DISCURSOS II, por LIBANIO



DISCURSOS II, por LIBANIO. LIBROS DE LA BIBLIOTECA PRIVADA DEL CÓNSUL DE ROMA.

PACATO DREPANIO DICE SOBRE HISPANIA

Lo que se alaba en todas partes se refiere fundamentalmente a España. Es Hispania la que engendra los soldados más duros, los generales más experimentados, los oradores más elocuentes, los poetas más famosos; ella es la madre de  jueces y emperadores. Ella le dio al Imperio el gran Trajano, a Adriano, a Teodosio. Con Hispania está en deuda todo el Imperio Romano.


ANÉCDOTA DE FRAY ANTONIO DE GUEVARA SOBRE EL EMPERADOR TEODOSIO

Fue preguntado una vez el  Emperador Teodosio el Grande, sobre qué había de hacer un príncipe para ser bueno. Respondió Teodosio:

 

El príncipe virtuoso, cuando hace camino, han de ir sabios con él hablando; cuando come, han de estar sabios en su mesa disputando; cuando prescindiera de sus sabios, ha de estar leyendo; finalmente todo el tiempo que le acompañaran sus sabios le han de encontrar aconsejando; porque no es tan atrevido el caballero que entra sin armas en la batalla como el príncipe que sin aconsejarse de sabios quiere regir el Imperio”.


PACATO DREPANIO: POETA Y POLÍTICO EN LA ROMA IMPERIAL

 

Pacato Drepanio fue un panegirista latino de finales del siglo IV d.C., cuya vida estuvo marcada por la retórica, la poesía y la política. Nacido en la ciudad aquitana de Aginnum, se educó en la escuela de retórica de Burdigala, y fue contemporáneo y amigo íntimo del poeta Ausonio, quien lo describió como el mayor poeta latino después de Virgilio.

 

Pacato alcanzó una posición influyente en la corte imperial y llegó a ser procónsul de África en el año 390. Pero su legado literario es lo que realmente lo inmortalizó. Su obra más destacada fue el segundo de los doce Panegyrici Latini, conocido como Panegyricus Latini Pacati Drepani dictus Theodosio, que fue leído en el Senado de Roma en 389 en honor al emperador romano Teodosio I el Grande.

 

El discurso panegírico es una obra que, aunque no está libre de exageración y adulación, destaca por su dignidad y dominio de sí mismo. Pacato fue capaz de describir de manera brillante la vida y los hechos del emperador Teodosio, destacando especialmente la derrota completa del usurpador Máximo. El estilo es vivo y la lengua elegante, pero comparativamente simple, demostrando una gran familiaridad con la mejor literatura clásica.

 

El escritor del panegírico debe distinguirse de Drepanio Floro, diácono de Lyon hacia el año 850, autor de algunos poemas cristianos y trabajos teológicos de prosa.