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domingo, 18 de diciembre de 2022

FILÓXENO DE CITERA

Filóxeno de Citera (ca. 435 a. C. — 380 a. C.) fue un poeta ditirámbico griego, famoso por su obra perdida Galatea (también llamada Cíclope), en la que presentaba por primera vez el amor frustrado del cíclope Polifemo por la nereida Galatea, tratado posteriormente por Teócrito, Ovidio y Luis de Góngora,​ entre otros. Se considera a Filóxeno un poeta muy renovador por su defensa de la «nueva música», un movimiento que revolucionó el género del ditirambo e influyó en los coros de Eurípides.

 
Filóxeno nació hacia el año 435 a. C. en la isla de Citera, al sudeste del Peloponeso. Cuando los atenienses tomaron la isla durante la guerra (en los años 426 - 410), fue conducido como esclavo a Atenas, donde el poeta ditirámbico Melanípides lo compró, lo educó y le dio la libertad.

Filóxeno residió más tarde en Sicilia, en la corte del tirano Dionisio. Tenía este prohombre veleideades poéticas, que eran muy aplaudidas por los cortesanos. Filóxeno se negó a adular al tirano, porque consideraba que sus versos no tenían valor alguno. Además, trató de seducir a Galatea, una flautista de la corte por la que el tirano sentía cierto interés. Dionisio lo condenó por ello a realizar trabajos forzados en las latomías (canteras) de Siracusa. En ellas compuso el poeta su obra más conocida: el ditirambo Cíclope o Galatea.


Filóxeno logró escapar de Sicilia y viajó por Grecia, Italia y Asia, recitando sus ditirambos, y murió en Éfeso.
 
Según la Suda, enciclopedia bizantina compilada en el siglo X, Filóxeno compuso veinticuatro ditirambos y un poema lírico sobre los descendientes de Éaco. Se le atribuyen también algunos nomos (himnos a Apolo).


En sus manos, el ditirambo pasó a ser una suerte de ópera cómica, cuya música componía él mismo.


Su obra maestra es Cíclope o Galatea, compuesta hacia el año 390 a. C.2​ Según la tradición, Filóxeno se venga en ella del tirano Dionisio, presentando a este (que, al parecer, era ciego, total o parcial, de un ojo) como el cíclope Polifemo, enamorado de la nereida Galatea (trasunto de la flautista de la corte). Odiseo, que es aquí una máscara del poeta, seduce a Galatea.​ El coro de la obra eran las ovejas y las cabras del Cíclope, y este, que tocaba la cítara, era el corego. Da fe de la popularidad de la obra el hecho de que Aristófanes la parodie en su comedia Pluto (388 a. C.), versos 290-321. La parodia aristofánica cita también a Circe, por lo que es probable que Filóxeno compusiera también una obra sobre este personaje, en la que el coro estaría compuesto por los compañeros de Odiseo, convertidos en cerdos.


Otra obra importante de Filóxeno es la llamada Deipnon («Cena»), probablemente una sátira del lujo de la corte siciliana. Ateneo nos ha conservado fragmentos de esta obra en su Banquete de los eruditos.


Antífanes, poeta cómico ateniense, se refiere en una de sus obras a Filóxeno como «muy superior a todos los poetas, (...) un dios entre los hombres, conocedor de la verdadera música» (fr. 207 K.-A.). Alejandro Magno ordenó que le enviaran sus poemas cuando estaba de campaña en Asia. Los gramáticos alejandrinos le hicieron un sitio en su canon, y en la época de Polibio los jóvenes de la Arcadia solían aprender sus obras y representarlas una vez al año.


 
Según la obra Sobre la música, atribuida a Plutarco, Filóxeno introdujo monodias en los cantos corales (Ps.Plut. De musica 1142a; Aristoph. fr. 641 K.)

 

Los fragmentos de Filóxeno, junto con las noticias que conservamos sobre su vida, fueron editados por G. Bippart en 1843. Theodor Bergk los incluye también en sus Poetae lyrici graeci.

En español, Francisco Rodríguez Adrados ha traducido los fragmentos de Galatea en su obra Lírica griega arcaica (poemas corales y monódicos, 700-300 a. C.), Gredos, 1980, pp. 456-7. Adrados habla sobre Filóxeno en su introducción a los poetas menores (pp. 432-3).

Albin Lesky habla de Filóxeno en el tomo I de su Historia de la literatura griega, pp. 650-1.



jueves, 26 de marzo de 2020

TEÓCRITO



Teócrito (en griego antiguo: Θεόκριτος; Siracusa, Sicilia, ca. 310 a. C. - ca. 260 a. C.) fue un poeta griego fundador de la poesía bucólica o pastoril y uno de los más importantes del Helenismo.

 

Se sabe muy poco de él, más allá de lo que se puede deducir a partir de su obra. Se cree que pudo residir en Cos, una de las islas del Mar Egeo. Lo protegieron el tirano Hierón II de Siracusa y el rey Ptolomeo II Filadelfo en Alejandría, donde también residió, llegando a conocer a Calímaco. En sus versos alude a estos dos lugares y en ambos sitúa algunos de sus poemas.

 

No se sabe con certeza en qué año nació, pero las principales etapas de su vida deben de situarse entre los años -300 y -260 a. C. Hacia el -274 a. C. residía aún en Siracusa, ya que por entonces compuso su poema XVI, dedicado a Hierón II. En cambio, el XVII, un homenaje al rey Ptolomeo II Filadelfo, debió escribirse entre el -274 y el -270 a. C., lo que hace suponer que su traslado desde Siracusa a Alejandría ocurrió entre estas dos fechas.

 

Teócrito, más que ningún otro contemporáneo, es el poeta de la ciudad de Alejandría. Afinca en ella géneros exóticos como el mimo, de origen siciliano, y responde a la figura del poeta de corte, al hombre urbano, lo cual contradice en cierto modo su imagen de fundador de la bucólica.​

 

Es considerado el poeta del amor y de la simplicidad de la naturaleza y las costumbres campesinas. Supo aunar lo dramático y lo lírico en una treintena de sus llamados Idilios (‘poemitas’ en griego), canciones dialogadas en su mayor parte entre pastores que se cuentan sus penas de amor en mitad de un paisaje paradisíaco que el autor identificó con la región griega de Arcadia. También compuso epigramas. Utilizó el dialecto dórico de Sicilia y creó un género que fue continuado por Mosco de Siracusa y Bión de Esmirna.

 

Su obra poética se puede dividir en tres grupos, atendiendo al género: poemas bucólicos, poemas de tema mitológico y mimos.

 

Idilios y poemas bucólicos.Los escenarios son campestres, los protagonistas son pastores, vaqueros o cabreros, hay ganados que pastan y multitud de términos pastoriles. El tema suele ser erótico y los cánticos y la música están presentes continuamente. Sin embargo, los hechos son más complejos: por ejemplo, el poema III reproduce el género como o ronda, que es de origen urbano.

 

A este grupo pertenecen también poemas que, como el XX, XXI y XXVII, contienen algunos elementos rurales. En bastantes de ellos se alterna el diálogo o el relato con canciones, elemento que hace intervenir la música y que quedará para la posteridad como uno de los signos típicos de la pastoral. Los temas de estas canciones suelen ser eróticos o míticos.

 

Himnos y épica. A este grupo pertenecen todos los poemas que son de tema mitológico y que pueden ser englobados en géneros como la épica y el himno. Es el caso de los poemas XIII, XVIII, XXII, XXIV, XXV y XXVI, así como el poema titulado Berenice.

 

Algunos de estos textos representan un tipo de poesía con grandes innovaciones respecto a los modelos antiguos; sus materias míticas son sometidas a un tratamiento antiheroico y humanizador, que reduce la estatura moral de los héroes hasta aproximarlos al hombre de la época. En el plano formal, esto se complementa con la parcelación de las antiguas sagas, de modo que aparece ante nuestros ojos tan sólo algún episodio aislado.

 

Mimos.Se trata de idilios de marcado carácter urbano, como por ejemplo el II y el XV. En estos textos Teócrito practica un género que a lo largo de los siglos III y II adquirió un gran auge, pero con claro distanciamiento de sus orígenes populares. Se trata de un tipo de mimo que, más estrictamente dramático en el caso de su contemporáneo Herodas, con frecuencia es contaminado en Teócrito con elementos épicos y líricos.

 

Influencia. El género bucólico creado por Teócrito perduró hasta el siglo XVIII. En su propia época fue imitado por Mosco de Siracusa y Bión de Esmirna. Longo imitó el ambiente pastoril de los Idilios en su novela Dafnis y Cloe y Virgilio reavivó esa tradición en sus Bucólicas, que llamó Églogas. Durante el Renacimiento, Giovanni Boccaccio (Ninfale d'Ameto) y Jacopo Sannazaro (Arcadia) se inspiraron en su obra y la de sus seguidores para crear la novela pastoril, que tendría cultivo hasta principios del siglo XVII. Más tarde, el género bucólico reverdeció a través de los poemas pastoriles de los poetas del Neoclasicismo.


sábado, 13 de enero de 2018

ÁNITE DE TEGEA


Ánite (Ἀνύτη, fl. ca. 300 a. C.1​) fue una poeta griega nacida en Tegea que vivió en los siglos IV y III a. C. Se encuentran textos suyos en la Antología griega, compuesta por la Antología palatina y el Apéndice de Planudes, más otro apéndice. La Antología griega recoge varios de los epigramas de Ánite, escritos en dialecto dórico; en la misma colección, hay unos pocos que se duda en atribuirle. Se dice de Ánite que dirigía en el Peloponeso una escuela de poesía y literatura de la que tal vez formase parte Leónidas de Tarento; y de él, que tal vez fuese alumno de Ánite, que fue admirada por sus contemporáneos y por generaciones posteriores en virtud de sus epigramas y sus epitafios.
 
Entre los escritores de la Antigua Grecia que dedicaron epitafios a animales, la autoría de Ánite de Tegea es la primera en el tiempo de las conocidas, y una de las primeras en lo que toca a descripciones vívidas de la naturaleza silvestre.
 
Hicieron mención de esta autora el historiador bizantino Julio Pólux (Ιούλιος Πολυδεύκης; en latín, Iulius Pollux), Esteban de Bizancio, Meleagro de Gádara y Antípater de Tesalónica, que la contaba entre las nueve musas terrenales y decía de ella que era «elocuente» y «el Homero de su sexo». La referencia a Homero se justifica por el uso del epigrama funerario, que remite a las celebraciones épicas de los héroes muertos, y por el empleo en los epigramas de un vocabulario homérico. Ánite lleva esta tradición a un dominio particular y específicamente femenino: el llanto de la madre por su hija muerta.
 
Muy a menudo ante esta tumba, Clino, madre de una muchacha que vivió poco tiempo, llama deshecha en lágrimas a su querida hija e invoca el alma de Filenis, la que antes del himeneo descendió a las orillas del Aqueronte.
Antología palatina, VII, 486; según la edición de Friedrich Jacobs (1764 - 1847).3​
 
Esta innovación en la expresión desde un punto de vista femenino también se manifiesta en los epitafios dedicados a animales, que, como se ha dicho antes, son los primeros conocidos de la literatura griega.
 
Así que muerta estás, Maera, cabe un espeso matorral, lo cria joven, la más veloz de las perras de alegres ladridos. ¡Qué retorcido y funesto el veneno que en tu ligera pata ha inyectado una víbora de rayado cuello!​
Antología palatina, Apéndice, 6; según la trad. de F. Jacobs.8​
 
También parece ser la de Ánite de Tegea la primera autoría conocida entre los poetas helenísticos en lo concerniente a la descripción bucólica en los epigramas, algo anterior a la de Teócrito, al que se suele considerar como precursor de la poesía pastoril.​

De camino, reposa tus fatigados miembros en ese roquedal; allí un suave céfiro murmura entre el follaje. Bebe de esa fuente de la que mana el agua límpida y fresca. De seguro, tal sitio de descanso ha de ser, con el ardiente calor, muy agradable para los viajeros.
Antología palatina, XVI (Apéndice de Planudes), 228; según la trad. de F. Jacobs.10​
 
El helenista Yves Battistini (1922 - 2009) señala que el estilo y la sensibilidad de Ánite traen a la mente la poesía francesa del s. XVII.11​

Ánite compuso piezas de carácter épico, pero nada se ha conservado de esa vertiente de su obra.

Se dice que Ánite pronunciaba en verso los augurios de los oráculos del templo de Asclepio en Epidauro.


lunes, 11 de septiembre de 2017

TITO CALPURNIO SÍCULO


 
Tito Calpurnio Sículo (en latín, Titus Calpurnius Siculus) fue un poeta latino, natural de Sicilia, de mediados del siglo I.
 
Se conocen de él siete églogas (en latín, eclogae) que se inspiran en los Idilios del poeta griego Teócrito y sobre todo en las Bucólicas del latino Virgilio. Se suele estar de acuerdo hoy en que otras cuatro églogas que se le suelen atribuir son más tardías y deben adjudicarse a Nemesiano. No se conoce casi nada sobre su vida, pero en su obra destaca su entusiasmo por el advenimiento de Nerón, que suscitaba sus esperanzas. Se ha hecho célebre su descripción del nuevo anfiteatro de madera construido por el nuevo emperador (el Coliseo no había sido construido todavía).