Teócrito (en griego antiguo: Θεόκριτος; Siracusa, Sicilia, ca. 310 a. C. - ca.
260 a. C.) fue un poeta griego fundador de la poesía bucólica o pastoril y uno
de los más importantes del Helenismo.
Se sabe muy poco de él, más allá de lo que
se puede deducir a partir de su obra. Se cree que pudo residir en Cos, una de
las islas del Mar Egeo. Lo protegieron el tirano Hierón II de Siracusa y
el rey Ptolomeo II Filadelfo en Alejandría, donde también residió,
llegando a conocer a Calímaco. En sus versos alude a estos dos lugares y
en ambos sitúa algunos de sus poemas.
No se sabe con certeza en qué año nació,
pero las principales etapas de su vida deben de situarse entre los años -300 y
-260 a. C. Hacia el -274 a. C. residía aún en Siracusa, ya que por entonces
compuso su poema XVI, dedicado a Hierón II. En cambio, el XVII, un homenaje al
rey Ptolomeo II Filadelfo, debió escribirse entre el -274 y el -270 a. C., lo
que hace suponer que su traslado desde Siracusa a Alejandría ocurrió entre
estas dos fechas.
Teócrito, más que ningún otro
contemporáneo, es el poeta de la ciudad de Alejandría. Afinca en ella géneros
exóticos como el mimo, de origen siciliano, y responde a la figura del poeta de
corte, al hombre urbano, lo cual contradice en cierto modo su imagen de
fundador de la bucólica.
Es considerado el poeta del amor y de la
simplicidad de la naturaleza y las costumbres campesinas. Supo aunar lo
dramático y lo lírico en una treintena de sus llamados Idilios (‘poemitas’ en
griego), canciones dialogadas en su mayor parte entre pastores que se cuentan
sus penas de amor en mitad de un paisaje paradisíaco que el autor identificó
con la región griega de Arcadia. También compuso epigramas. Utilizó el dialecto
dórico de Sicilia y creó un género que fue continuado por Mosco de Siracusa
y Bión de Esmirna.
Su obra poética se puede dividir en tres
grupos, atendiendo al género: poemas bucólicos, poemas de tema mitológico y
mimos.
Idilios y poemas bucólicos.Los escenarios
son campestres, los protagonistas son pastores, vaqueros o cabreros, hay
ganados que pastan y multitud de términos pastoriles. El tema suele ser erótico
y los cánticos y la música están presentes continuamente. Sin embargo, los
hechos son más complejos: por ejemplo, el poema III reproduce el género como o
ronda, que es de origen urbano.
A este grupo pertenecen también poemas
que, como el XX, XXI y XXVII, contienen algunos elementos rurales. En bastantes
de ellos se alterna el diálogo o el relato con canciones, elemento que hace intervenir
la música y que quedará para la posteridad como uno de los signos típicos de la
pastoral. Los temas de estas canciones suelen ser eróticos o míticos.
Himnos y épica. A este grupo pertenecen
todos los poemas que son de tema mitológico y que pueden ser englobados en
géneros como la épica y el himno. Es el caso de los poemas XIII, XVIII, XXII,
XXIV, XXV y XXVI, así como el poema titulado Berenice.
Algunos de estos textos representan un
tipo de poesía con grandes innovaciones respecto a los modelos antiguos; sus
materias míticas son sometidas a un tratamiento antiheroico y humanizador, que
reduce la estatura moral de los héroes hasta aproximarlos al hombre de la
época. En el plano formal, esto se complementa con la parcelación de las
antiguas sagas, de modo que aparece ante nuestros ojos tan sólo algún episodio
aislado.
Mimos.Se trata de idilios de marcado
carácter urbano, como por ejemplo el II y el XV. En estos textos Teócrito
practica un género que a lo largo de los siglos III y II adquirió un gran auge,
pero con claro distanciamiento de sus orígenes populares. Se trata de un tipo
de mimo que, más estrictamente dramático en el caso de su contemporáneo
Herodas, con frecuencia es contaminado en Teócrito con elementos épicos y
líricos.
Influencia. El género bucólico creado por
Teócrito perduró hasta el siglo XVIII. En su propia época fue imitado por Mosco
de Siracusa y Bión de Esmirna. Longo imitó el ambiente pastoril de los
Idilios en su novela Dafnis y Cloe y Virgilio reavivó esa tradición en
sus Bucólicas, que llamó Églogas. Durante el Renacimiento, Giovanni Boccaccio
(Ninfale d'Ameto) y Jacopo Sannazaro (Arcadia) se inspiraron en su obra y la de
sus seguidores para crear la novela pastoril, que tendría cultivo hasta
principios del siglo XVII. Más tarde, el género bucólico reverdeció a través de
los poemas pastoriles de los poetas del Neoclasicismo.
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