Ulfilas
o Wulfila, del gótico 'pequeño lobo' o 'lobezno' (c. 311 - c. 388) fue un
obispo, misionero y traductor godo que pasó cierto tiempo en el Imperio romano
cuando el arrianismo era la corriente religiosa dominante. Ulfilas fue ordenado
obispo por Eusebio de
Nicomedia, tras lo
que volvió a su pueblo para ejercer de misionero.
Ulfilas
tradujo la Biblia del griego al idioma gótico. Con este fin desarrolló el
alfabeto ulfilano. Han sobrevivido fragmentos de esta obra, que se conoce con
el nombre de Codex Argenteus, y se conservan en la Biblioteca Universitaria de
Upsala, Suecia.
Ulfilas
convirtió a muchos de los visigodos y ostrogodos predicando las doctrinas
arrianas, que cuando llegaron al Mediterráneo occidental les separaron de sus
vecinos católicos, mucho más numerosos.
Ulfilas
nació a principios del siglo IV en el seno una familia romana proveniente de
Sadagolthina, una pequeña población de la región de Capadocia en Asia Menor. Su
familia había sido hecha prisionera por los tervingios, un pueblo godo asentado
al norte del Danubio que desde finales del siglo III hacía frecuentes
incursiones atravesando el mar Negro para conseguir botín y rehenes. A pesar de
su cautividad, Ulfilas recibió una educación que le permitió dominar tanto el
godo como el latín y el griego. En una época en el que el Imperio romano
avanzaba a su propia cristianización, también proliferaban iglesias entre los
pueblos germánicos, y Ulfilas pronto ascendió a la categoría de lector en la de
su comunidad.
Ulfilas
adquirió tanta notoriedad como para que el emperador Constancio II lo hiciera incluir en una embajada a
Constantinopla en el año 341 para nombrarlo obispo de los «cristianos de
Gocia». Allí retornó y continuó con su labor hasta que, siete años después, él
y su congregación fueron expulsados, quizás por excesivo proselitismo o a causa
de conflictos diplomáticos derivados de las exigencias romanas a los
tervingios, a quienes reclamaban refuerzos militares para la guerra en Persia.
Constancio recibió a Ulfilas con grandes honores y le dio acogida, junto a sus
seguidores, cerca de Nicópolis, a orillas del Danubio, el lugar donde hizo la
traducción del griego al gótico de la Biblia que se conserva parcialmente en el
Codex Argenteus.
Ulfilas
tradujo la Biblia completa exceptuando el Libro de los Reyes, por considerarlo
excesivamente belicoso para los godos, y la Epístola a los hebreos,
probablemente por razones doctrinales. Aunque disponía del alfabeto rúnico,
Ulfilas prefirió crear uno nuevo de 27 signos basándose principalmente en el
alfabeto griego, del que adoptó 19 letras (2 con significado exclusivamente
numérico), además de 6 que provenían del latino y solo 2 del rúnico.
El
estudio de la vida de Ulfilas se basa en cinco fuentes primarias. Dos fueron
escritas por autores arrianos (la Vida de Ulphilas en la Epistula de fide, vita
et obitu Ulfilas de Auxencio de Durostorum, y fragmentos de Historia
Ecclesiastica de Philostorgius) y tres por autores de la tradición nicena (las
Historia Ecclesiastica de Sozomeno, Sócrates Escolástico y Teodoreto de Ciro).
Hay
diferencias importantes entre los relatos según se consulten las obras de una u
otra corriente. Las fuentes arrianas muestran a Ulfilas como un arriano desde
la niñez, quien descendía de una familia capadocia que los godos habían
apresado en una de sus incursiones. Según estas fuentes, fue ordenado obispo
alrededor de 340 y predicó a los godos durante siete años en la década de 340.
Entonces se trasladó a Moesia (en el Imperio romano) bajo la protección del
emperador arriano Constantino
II.Más tarde asistió
a varios concilios y participó mucho en los debates religiosos de su tiempo.
Fijan la fecha de su muerte en 383.
Por
muchas razones, los eruditos modernos confían más en los testimonios arrianos
que en los nicenos. Auxencio fue discípulo directo de Ulfilas y
por lo tanto seguramente tuvo acceso a información más fiable. Los testimonios
nicenos divergen demasiado entre ellos como para facilitar la identificación de
una versión común. Sin embargo, a principios del siglo XXI todavía sigue vivo
el debate sobre la reconstrucción de la vida de Ulfilas.
El
credo de Ulfilas, como se adjunta en una carta elogiándole escrita por su
discípulo Auxencio de Durostorum (moderna Silistra en el Danubio), es una clara
declaración de los principios centrales del arrianismo, que separan a Dios
padre (“inmortal”) del segundo, el dios menor, Cristo (“unigénito”), que nació
antes que el tiempo y creó el mundo, y el Espíritu Santo, creado por el Padre a
través de su Hijo:
Creo
que sólo hay un Dios Padre y en su Hijo unigénito, nuestro Dios y Señor,
creador y hacedor de todas las cosas, como el que no hay nadie. Por lo tanto
hay un Dios de todo, que es también Dios de nuestro Dios, y creo en el Espíritu
Santo como un poder iluminador y santificador. Como Cristo dice tras la
resurrección a sus Apóstoles: “Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre
sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis
investidos de potencia de lo alto” (Lucas, 24.49) y después “Mas recibiréis la
virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la Tierra” (Hechos
1.8) Ni Dios ni Señor, sino el ministro de Cristo; no igual, pero sujeto y
obediente en todas los aspectos al Hijo. Y creo que el Hijo está sujeto y
obedece en todo a Dios Padre.
La
carta de Auxencio, que exponía la posición de Ulfilas sobre la controversia
surgida tras el concilio
de Nicea, está
preservada en un manuscrito del siglo V conocido como Parisinus Latinus 8907.
Este manuscrito, dedicado principalmente al concilio de Aquilea del año 381,
contiene además el comentario donde se incluye la carta, que trata sobre los
dos primeros capítulos de la obra de San Ambrosio De fide, escrito por el
obispo arriano y antagonista de Ambrosio en Aquilea, Paulino de Ratira.
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