lunes, 30 de abril de 2018

DERECHO DE CIUDADANÍA ROMANA DEL EMPERADOR CARACALLA


Yo concedo a todos los peregrinos por todo el Imperio el derecho de ciudadanía romana, manteniendo todas las formas de organización política, exceptuados los dediticii.




EL CÓNSUL SEXTO ELIO PETO CATO



Sexto Elio Peto Cato (en latín, Sextus Aelius Paetus Catus o Sextus Aelius Q.f. Paetus Catus),​ fue un cónsul de la República romana elegido en el año 198 a. C. Se le conoce actualmente por su interpretación de la Ley de las Doce Tablas, a la que accedemos sólo gracias a los comentarios de Cicerón. Elio Peto Cato procedía de una prominente familia plebeya aristocrática. Su padre fue pretor y su hermano mayor, Publio Elio Peto, también fue cónsul.
 
Sexto Elio Peto fue aparentemente el hijo más joven de Quinto Elio Peto, pretor que fue uno de los muchos senadores muertos en la batalla de Cannas en agosto de 216 a. C. Otros miembros de la gens Elia que llegaron a altos cargos fueron Publio Elio Peto, cónsul en 337 a. C., y Cayo Elio Peto, cónsul en 286 a. C.​ Ambos cónsules pudieron haber sido sus ancestros o familiares colaterales, si bien la conexión no la menciona el historiador Tito Livio.
 
El hermano mayor de Peto; Publio Elio Peto, ocupó el cargo de Magister Equitum en 202 a. C., siendo cónsul al año siguiente. Otros miembros de la familia, incluyendo al propio hijo de Publio, fueron ocupando el consulado en años posteriores.
 
Se tienen pocos datos sobre la carrera política de Sexto Elio Peto Cato, o de cómo adquirió el cognomen adicional Cato. Tito Livio menciona que fue edil curul en 200 a. C., encargándose de la importación de grano desde África.
 
Según el diccionario de Oxford de juristas romanos, Peto Cato ascendió rápidamente hasta alcanzar el consulado y la censura. Este ascenso no se debía a la muerte de su padre o a los éxitos de su hermano, sino al parecer a su aptitud para el Derecho. Parece ser que su sobrenombre "Cato", que significa "Listo", era un reconocimiento ante su capacidad jurídica. Teniendo en cuenta que Tito Livio no le menciona en ninguna acción militar, bien pudiera ser que Elio Peto hubiese dejado de lado todos los aspectos de su carrera pública para dedicarse por completo al estudio del Derecho. Según el diccionario de Oxford, podría tratarse del primer jurista profesional de la historia de Roma. No está claro si los juristas precedentes eran o no profesionales, o si se trataba de un trabajo a tiempo parcial, pero un paterfamilias romano, e incluso sus hijos mayores, normalmente defendían a los clientes de su familia en cuestiones legales. Es posible que la segunda guerra púnica hubiese provocado que demasiados patronos estuvieran fuera de Roma, y que no pudiesen encargarse de estos asuntos.
 
Su hermano Publio Elio Peto había sido cónsul tres años antes, en 201 a. C., y fue elegido censor en 199 a. C. Sus éxitos pudieron ser un factor influyente a la hora de que Sexto consiguiese el consulado en 198 a. C., pero en cualquier caso sería finalmente ensombrecido por la figura de su colega consular, Tito Quincio Flaminino.
 
Sexto no se distinguió militarmente durante su consulado. Todos los honores, incluyendo los de las campañas militares en Macedonia y Grecia, fueron a parar a manos de su joven colega consular Flaminino. Sus esfuerzos militares en su propia provincia no se vieron recompensados con el éxito.
 
A pesar de todo, sería elegido censor en 194 a. C. con Cayo Cornelio Cetego, posiblemente gracias al respeto obtenido en su labor como jurista, y posiblemente también por el respeto obtenido por su hermano mayor, que ocupó también la censura.
 
Durante su censura, los censores dieron órdenes a los ediles curules de sentar separadamente en los Ludi Romani a los senadores, que hasta entonces se habían sentado promiscuamente con los demás. El Atrio de Libertas y la Villa Pública también fueron reparados y ampliados por los censores.
 
Parece ser que tanto Sexto Elio Peto Cato como su hermano Publio fueron juristas. Sexto fue el autor de la obra Commentaria tripartita o tripertita, que estudia y comenta las disposiciones contenidas en la Ley de las Doce Tablas, y discute alguna acción legal para cada una de las normas. Otra obra llamada Ius Aelianum discute únicamente acciones legales. Ese trabajo fue alabado por el propio Cicerón, y se sabe que todavía existía en vida de su amigo Tito Pomponio Ático, que hace referencia a ella. Se desconoce en qué momento desapareció la obra.
 
Cicerón hizo grandes elogios de este jurisconsulto y Ennio le dedicó su célebre verso: Egregie cordatus homo Catus Aelius Sextus.




VALERIO HARPOCRACIÓN



Valerio Harpocración fue un gramático griego de Alejandría de época desconocida. Fue autor de un diccionario griego de las obras de diez oradores áticos titulado Περὶ τὣν λέξεων τὣν δέκα ῥητόρων o λεξικὸν τὣν δέκα ῥητόρων, aún conservado. Éste contiene no sólo explicaciones de los términos legales y políticos, sino también descripciones de personas y cosas mencionados en los discursos de estos oradores. La obra tiene una enorme importancia, pues contiene una enorme cantidad de información sobre las leyes públicas y civiles de Atenas, y sobre temas anticuarios, históricos y literarios de los que no sabríamos nada de no ser por ella, pues la mayoría de las obras de las que Harpocración compiló se han perdido, al parecer desde épocas remotas. Por esto el autor de la Suda y otros gramáticos posteriores tomaron como fuente en muchos puntos a Harpocración.
 
Todo lo que sabemos sobre su biografía está contenido en una o dos líneas de la Suda, donde se le califica de retórico de Alejandría, y aparte del ya mencionado diccionario le atribuye una ἀνθηρὣν συναγωγή, hoy perdida. Así que no sabemos nada sobre la época en la que vivió. Algunos creen que es el mismo Harpocración que, según Julio Capitolino instruyó al emperador Lucio Vero en griego, por lo que tendríamos que vivió en la segunda mitad del siglo II. Maussac señala pasajes según los cuales parecería que Harpocración debió haber conocido los Deipnosofistas de Ateneo,​ y por tanto debió haber vivido tras la época de éste. Otros, por el contrario, le consideran idéntico al Harpocración que Libanio llama un buen poeta y mejor profesor,​ por lo que habría vivido sobre el año 354. Otros, por último, le identifican con el médico Harpocración, pero todas son meras conjeturas, y es imposible concluir nada seguro.
 
El texto del diccionario de Harpocración fue impreso por primera vez, con el escolio de Ulpiano sobre las filípicas de Demóstenes, en la edición aldina (Venecia, 1503, y de nuevo en 1527),​ pero la primera edición crítica fue la de Maussac (París, 1614),​ con un comentario y una erudita disertación sobre Harpocración. Esta edición fue reimpresa, con algunas mejoras y notas adicionales de Henri de Valois por Nikolaas Blankaart (Lyon, 1683),​ a la que siguió la edición de Jacobo Gronovio (Leiden, 1696). La edición de Leipzig (1824)8​ incorporó todo lo que había sido hecho por editores anteriores para Harpocración.


domingo, 29 de abril de 2018

SUETONIO DICE SOBRE LA DEPRAVACIÓN SEXUAL DEL EMPERADOR TIBERIO


 
Había adiestrado a niños de corta edad, a los que llamaba sus pececillos, para que jugasen entre sus piernas cuando estaba en el baño, excitándolo con la lengua y los dientes y para que mamasen sus pechos.






OCTAVIO AUGUSTO DICE SOBRE ROMA




Heredé una ciudad de ladrillo y la dejo de mármol.






VIRGILIO DICE SOBRE LA FUERZA




La fuerza se adquiere avanzando.






TALES DE MILETO DICE SOBRE HABLAR




 Muchas palabras nunca indican sabiduría.




ARISTÓFANES DICE SOBRE LA MALDAD




Los sucesos malvados proceden de causas malvadas.




PITÁGORAS DICE SOBRE LOS DIOSES



Preciso es encontrar lo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño, para sentir la presencia de los dioses.



ANTÍSTENES DICE SOBRE EL PLACER



Hay que perseguir los placeres que derivan de los sufrimientos, no los que preceden a los sufrimientos.