Hijo
de Aulo Pompeyo, era de extracción humilde, pero no
sabemos nada de su cursus honorum, ni de los medios por los cuales llegó por
primera vez al consulado.
Se
destacó seguramente como orador puesto que Cicerón le menciona en una de sus
obras: "Quinto Pompeyo fue por entonces orador no despreciable, y por su
propio mérito, no por la nobleza de sus mayores, llegó a las más altas
dignidades.".
En
141 a. C. alcanzó el consulado, con Cneo Servilio Cepión como colega.
Ganó
su elección en oposición a la candidatura de Lelio, que tenía el apoyo de
Escipión. Escipión
Emiliano, que había
estado en términos amistosos con Pompeyo, después de esto renunció a toda
relación con este último.
Pompeyo
durante su consulado fue enviado a Hispania Citerior con orden de reemplazar a Metelo Macedónico,
mientras Fabio
Máximo Servilino era
gobernador de Hispania Ulterior., para aplastar la rebelión de los numantinos.
Ese
mismo año ordenó a los soldados establecerse en las inmediaciones de la capital
numantina. En un principio los numantinos, conscientes de su inferioridad,
rechazaron librar un combate abierto con los romanos y se limitaron a acosar
sus líneas.
Viendo
el escaso éxito que estaba teniendo el asedio ordenó sitiar Tiermes, pero acabó
siendo rechazado nuevamente. Entonces el
procónsul decidió atacar Manlia - que acabó abriendo las puertas a los romanos
después de que sus habitantes acabaran en una noche con todos los numantinos que custodiaban la ciudad - y de nuevo Tiermes, que esta vez cayó en sus manos. Eliminadas estas dos ciudades centró
su atención en sitiar la capital numantina.
Esta
vez decidió cortar los suministros de los rebeldes bloqueando el Duero pero tuvo que desistir ya que los sediciosos salieron de la
ciudad y atacaron a los romanos haciéndoles retroceder. El procónsul mandó entonces que sus hombres permanecieran en
el campamento pero el clima invernal causó una elevada mortandad. Para evitar
un desastre mayor acabó levantando el sitio y repartiendo a sus hombres entre
las ciudades aliadas.
En
139 a. C. el Senado envió a Popilio Lenate a
sustituirle, pero mientras el cónsul estaba de camino, Quinto concluyó un
tratado secreto con los numantinos que resultaba muy desfavorable a los
intereses romanos. Cuando Lenate tuvo noticias de las acciones de su predecesor
- que declaró no haber establecido acuerdos con los rebeldes- le denunció ante
los senadores, que invalidaron el tratado y reanudaron los combates.
A su
regreso a Roma, Pompeyo escapó de todo tipo de castigo en relación a su
conducta en el tratado, pero, sin embargo, poco después, fue acusado de
extorsión en su provincia, cargo del cual finalmente fue absuelto, a pesar de
que personas muy eminentes como Q. Metelo Macedónico o L. Metelo Calvo habían dado testimonio en su contra.
No
sabemos mucho más acerca de la vida de Pompeyo, a excepción de que obtuvo la
censura con Metelo Macedónico (131 a. C.); la
primera vez que dos plebeyos ocupaban el puesto.
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