EL CÓNSUL QUINTO LUTACIO CÁTULO CÉSAR,
SEGÚN UN
DIBUJO DE COLLEEN McCULLOUGH
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Quinto Lutacio Cátulo (Latín: Quintus Lutatius
Catulus, Q·LVTATIVS·C·F·CATVLVS), fue un general romano de la gens Lutatia que
ocupó el cargo de cónsul junto con Cayo Mario en 102 a. C. Su hijo,
llamado Quinto Lutacio Catulo, fue una figura importante de la política romana
que llegó a cónsul y a censor a finales de la república.
Se sabe que antes de alcanzar el consulado había sido
derrotado en tres intentos previos de obtener esta magistratura, por primera
vez ante Cayo Atilio Serrano en 106 a. C., en segundo lugar, por Cneo
Malio Máximo en 105 a. C. y en tercer lugar por Cayo Flavio Fimbria en
104 a. C. Ese año, o bien no fue candidato para el consulado de 103 a. C., o
tampoco tuvo éxito.
En el momento en que Cátulo asumió la magistratura,
en Roma reinaba una gran consternación. Los cimbrios, a los que en su gran
migración hacia el oeste se habían sumado los teutones, ambrones, tigurinos y
otras tribus menores, después de asolar el sur de la Galia y el norte de
Hispania y derrotar a cinco ejércitos romanos (Carbón en 113 a. C., Silano en
109 a. C., Casio en 107 a. C., Malio y Quinto Servilio Cepión en 105 a. C.)
estaban a punto de entrar en Italia. Los invasores se dividieron en dos enormes
columnas. Los teutones marchaban a través de la Provenza por la costa hacia el
golfo de Liguria, mientras que los cimbrios se preparaban para cruzar por los
Alpes hacia el Po.
Se decidió que Mario se enfrentaría a los teutones y
Cátulo (con Sila como su lugarteniente) fue enviado a defender el paso
de los Alpes para detener el avance de los cimbrios, pero se vio obligado a
retirarse al río Po cuando el pánico comenzó a extenderse entre sus tropas,
abandonando así toda la Galia Transalpina a los estragos del enemigo. Tan
pronto como la noticia de este desastre, que ocurrió en la primavera de 101 a.
C., llegó a Roma, Mario, que había regresado recientemente a la ciudad, tras su
gran victoria obtenida en Aquae Sextae, salió en ayuda de su colega; los dos
ejércitos reunidos cruzaron el Po y fueron hacia el campamento de los cimbrios,
que estaba cerca de Vercellae y el 30 de julio de 101 a. C. comenzó el combate
que significó una nueva victoria romana.
Cuando el honor de la victoria fue otorgado a Mario
en exclusiva, Cátulo se convirtió en su enemigo. Cátulo fue uno de los que
tomaron un papel activo en la muerte de Saturnino, sirvió con distinción
en la guerra social, y abrazó con entusiasmo la causa de Sila en la guerra
civil. Por esta causa, su nombre fue incluido en la lista de víctimas en la
proscripción del año 87 a. C. Como Mario rechazó perdonarlo, Quinto Lutacio
Cátulo se suicidó.
Se distinguió como orador, poeta y escritor en prosa,
y estaba instruido en literatura griega. Se dice que escribió la historia de
su consulado y de la guerra contra los cimbrios siguiendo el estilo de Jenofonte.
Cátulo fue un hombre muy rico que empleó su dinero en
embellecer la ciudad de Roma. Había dos edificios que se conocían como
Monumenta Catuli: el templo a la Diosa Fortuna, para conmemorar la victoria en
Vercellae (en el Área Sacra de Largo di Torre Argentina), y el Pórtico Cátulo,
construido gracias a la venta del botín capturado a los cimbrios. Una parte de
este edificio fue destruida por Clodio cuando arrasó la casa de Cicerón.
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