Olvidaos de toda esa farfulla
de linajes, Quinto Lutacio! ¡Estoy al borde de la náusea con tanto elitismo! ¡Y
antes de que comencéis a despotricar sobre nuestro común superior Cayo Mario,
dejad que os recuerde que en lo que respecta a asuntos militares y estrategia,
nosotros somos un candil y él es el faro de Alejandría! ¡Ni vos ni yo somos
militares! Pero yo tengo la ventaja de que he hecho mi aprendizaje a la luz del
faro de Alejandría y mi candil brilla más que el vuestro. ¡Cayo Mario es el
primer hombre de Roma! El hombre de Arpinum os ha superado a todos con un brazo
atado a la espalda. Algún día seré el primer hombre de Roma, el árbol más alto,
igual que Cayo Mario. Esos árboles altos nadie los corta; cuando caen es porque
están podridos por dentro.
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