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domingo, 24 de marzo de 2019

EL CÓNSUL MARCO SERVILIO PÚLEX GÉMINO



Marco Servilio Púlex Gémino o Marco Servilio Púlice Gémino (en latín, Marcus Servilius Pulex Geminus) fue un senador romano elegido augur en el año 211 a. C. en el lugar de Espurio Carvilio Máximo Ruga que había muerto en el año anterior.

 

En el año 203 a. C. fue edil curul y, conjuntamente con su colega, dedicó una cuadriga de oro en el Capitolio. En el mismo año fue magister equitum del dictador, Publio Sulpicio Galba Máximo, con quien viajó por Italia para examinar las causas que habían llevado a varios pueblos a rebelarse contra Roma.

 

En 202 a. C. fue cónsul con Tiberio Claudio Nerón y obtuvo Etruria como provincia, al mando de dos legiones y en donde su imperium se prorrogó al año siguiente.

 

En 200 a. C. fue uno de los diez comisionados para la distribución de tierras en Samnio y Apulia entre los veteranos de Escipión el Africano. En 197 a. C. fue uno de los triunviros designados por un período de tres años para establecer una serie de colonias en la costa oeste de Italia.

 

En el año 167 a. C. durante la disputa sobre si se debía conceder un triunfo a Emilio Paulo, el conquistador de Macedonia, Servilio Púlex se dirigió al pueblo en favor de Emilio Paulo.


domingo, 21 de octubre de 2018

EL EMPERADOR CLAUDIO DICE SOBRE SU TÍO EL EMPERADOR TIBERIO



Me contó una vez mi abuela Livia Drusila, que le dijo a su marido Tiberio Claudio Nerón lo siguiente: "Por deseo expreso de César Octavio, ahora debes divorciarte de mí. Hace cinco meses que estoy embarazada, y tú no eres el padre de mi hijo. He jurado que no tendría otro hijo con un cobarde, y pienso cumplir con el juramento. El hijo que espero es fruto de mis relaciones con César Octavio, aunque él piense que es tuyo".

 

 Mi abuelo Tiberio Claudio Nerón, haya sentido lo que sintiere cuando escuchó esta confesión, sólo respondió a mi abuela Livia Drusila:  "Llama al adúltero César Octavio aquí  y discutiremos las cosas juntos, en privado".

 

 En realidad el hijo que esperaba mi abuela Livia Drusila era de César Octavio, pero él no llegó a saberlo nunca, y cuando mi abuela le dijo que era de otro  ( de su hasta entonces marido Tiberio Claudio Nerón), Octavio lo creyó. Este hijo era mi tío el emperador Tiberio.











miércoles, 30 de agosto de 2017

EL CÓNSUL MARCO SERVILIO PÚLEX GÉMINO

 

Marco Servilio Púlex Gémino o Marco Servilio Púlice Gémino (en latín, Marcus Servilius Pulex Geminus) fue un senador romano elegido augur en el año 211 a. C. en el lugar de Espurio Carvilio Máximo Ruga que había muerto en el año anterior.

 

En el año 203 a. C. fue edil curul y, conjuntamente con su colega, dedicó una cuadriga de oro en el Capitolio. En el mismo año fue magister equitum del dictador, Publio Sulpicio Galba Máximo, con quien viajó por Italia para examinar las causas que habían llevado a varios pueblos a rebelarse contra Roma.

 

En 202 a. C. fue cónsul con Tiberio Claudio Nerón y obtuvo Etruria como provincia, al mando de dos legiones y en donde su imperium se prorrogó al año siguiente.

 

En 200 a. C. fue uno de los diez comisionados para la distribución de tierras en Samnio y Apulia entre los veteranos de Escipión el Africano. En 197 a. C. fue uno de los triunviros designados por un período de tres años para establecer una serie de colonias en la costa oeste de Italia.

 

En el año 167 a. C. durante la disputa sobre si se debía conceder un triunfo a Emilio Paulo, el conquistador de Macedonia, Servilio Púlex se dirigió al pueblo en favor de Emilio Paulo.



jueves, 8 de septiembre de 2016

JULIA LA MAYOR ( HIJA DE OCTAVIO AUGUSTO )


 
Julia la Mayor (30 de octubre 39 a. C. – 14 d. C.), conocida por sus contemporáneos como Julia Caesaris filia o Julia Augusti filia (en latín, IVLIA•CAESARIS•FILIA o IVLIA•AVGVSTI•FILIA),  fue hija de César Augusto, el primer emperador romano del Imperio romano, y de Escribonia, su segunda esposa.

Julia fue la única hija biológica de Augusto, aunque éste adoptó después a varios miembros masculinos de su familia. Su nacimiento ocurrió el mismo año en que Augusto se divorció de Escribonia, para casarse con Livia Drusila, quien se convertiría en la tercera esposa del princeps.

En el momento del nacimiento de Julia, Octavio todavía no había recibido el título de Augusto, y los historiadores se refieren a él como Octaviano, hasta 27 a. C., cuando Julia tenía 11 años. Poco después de divorciarse de Escribonia, Octavio se llevó a Julia con él. Octavio, de acuerdo con la costumbre romana, reclamó el completo control parental sobre ella.  Julia fue enviada a vivir con su madrastra, Livia, cuando tuvo la edad suficiente para su educación, que parece haber sido muy estricta, y algo pasada de moda. Según Suetonio, se le enseñó a hilar y tejer.  Macrobio menciona «su amor por la literatura y una cultura considerable, algo fácil de conseguir en esa casa».

La vida social de Julia fue severamente controlada, y se le permitía hablar sólo con la gente que su padre no había vetado. Sin embargo, Octavio tenía un gran afecto por su hija, y le proporcionó los mejores maestros.

En 37 a. C., los amigos de Octavio, Mecenas y Agripa lograron un acuerdo con el gran rival de Octavio, Marco Antonio, sellando un compromiso de matrimonio de Julia (dos años), con el hijo de Marco Antonio, Marco Antonio Antilo (diez años). El acuerdo nunca se llevó a cabo, ya que la Guerra Civil lo rompió.
 
MATRIMONIOS DE JULIA:

Marco Claudio Marcelo, primo (hijo de su tía Octavia) y luego yerno de Augusto.
Marco Vipsanio Agripa, gran compañero de Augusto con quien Julia tuvo cinco hijos:
tres hijos: Cayo César, Lucio César, Agripa Póstumo.
dos hijas: Vipsania Julia, Agripina la mayor.
Tiberio, hijastro de Augusto, que se divorció de su mujer Vipsania Agripina, hija de Agripa, para casarse con Julia, por orden de Augusto.
Después del Primer Pacto entre Augusto y el Senado, Augusto cayó enfermo y estuvo en serio peligro de muerte. Octavio había recibido poderes extraordinarios por parte del Senado para solventar la gravísima crisis que vivía Roma a finales de la etapa republicana. Sus poderes eran tales que creó un nuevo sistema de gobierno en colaboración con el Senado, pero rápidamente se hizo patente el problema sucesorio. Al carecer de descendencia masculina, Augusto usó a su hija Julia para elegir a su posible sucesor, desposándolo con ella y asegurando así la sucesión y la continuación del sistema del Principado tras su muerte.

MARCO CLAUDIO MARCELO

Julia fue desposada en el año 25 a. C. con su primo Marco Claudio Marcelo, hijo de Octavia, hermana de Augusto, y de Cayo Claudio Marcelo. Desde joven, Marcelo acompañó al princeps en los actos públicos y este lo colocó por delante de personajes como Agripa y Mecenas, como sucesor. Al ser desposado con Julia, Augusto estaba declarando públicamente su intención de que Marcelo lo sucediera a su muerte, pero al cabo de poco tiempo Marcelo cayó enfermo, por intoxicación o víctima de un envenenamiento, y murió súbitamente. De este matrimonio, Julia no dio a Augusto ningún descendiente, lo que volvió a poner de manifiesto el problema sucesorio.

 

MARCO VIPSANIO AGRIPA

Tras la muerte de Marcelo, Agripa regresó de la isla de Lesbos. Había sido la mano derecha de Augusto desde el comienzo de su lucha por el poder y fue gracias a Agripa que Augusto fue victorioso en muchas batallas, como por ejemplo la batalla de Accio. Augusto no tardó en desposar a Julia con Agripa, que era veinticuatro años mayor que ella; aun así, este matrimonio dio como fruto cinco hijos:

Cayo Julio César Vipsanio, nacido en 20 a. C.
Julia la Menor, nacida en 19 a. C.
Lucio Julio César Vipsanio, nacido en 17 a. C.
Agripina la Mayor, nacida en 14 a. C.
Marco Vipsanio Agripa Póstumo, nacido en 12 a. C., justamente tras la muerte de su padre, de ahí el nombre de Póstumo.
Marco Vipsanio Agripa murió en el año 12 a. C., poco antes del nacimiento de su hijo Marco Vipsanio Agripa Póstumo. Augusto adoptó como hijos a sus hijos Cayo y Lucio, pero prefirió no adoptar a Póstumo, en señal de respeto hacia Agripa, para que quedase un hijo que continuase su linaje.
 
TIBERIO CLAUDIO NERÓN

Poco después de la muerte de Agripa, Tiberio Claudio Nerón, nacido del primer matrimonio de Livia y futuro sucesor de Augusto, se divorció de su primera esposa y solicitó a Augusto permiso para casarse con Julia. Aunque Augusto aceptó, se sabe que no fue un matrimonio feliz. Únicamente nació un hijo que murió durante la infancia.  Por esta época, Julia comenzó a hacerse famosa por su promiscuidad. Quizás Tiberio solicitó el retiro a Rodas por ello.
 
ESCÁNDALO

El sobrenombre de Julia la Mayor se utiliza para diferenciarla de su hija Julia, nacida del matrimonio con Agripa. Julia la Mayor ha pasado a la historia por su lascivia, promiscuidad y excesos sexuales; en las fuentes se afirma que mantuvo relaciones con senadores, miembros del orden ecuestre, plebeyos, libertos y esclavos. Se dice que organizó una orgía en el centro de la plaza del mercado de Roma en plena noche. Al parecer, su padre Augusto no tenía conocimiento de su libertino estilo de vida.

 
EXILIO DE JULIA

Augusto fue un gobernante que, en asuntos internos, predicó sobre la moralidad y la santidad del matrimonio, y promulgó leyes que castigaban el adulterio y la soltería, y al mismo tiempo premiaban la fertilidad y la fidelidad conyugal. Seguramente, cuando tuvo conocimiento de los excesos de su hija, se sintió humillado e hipócrita. Cuando Julia fue acusada de adulterio con Julo Antonio, su padre tomó a sus nietos bajo su protección, nombrándolos sus herederos, y exilió a su hija a una isla mediterránea llamada Pandataria, en condiciones muy duras, sin hombres a la vista, con la prohibición de beber vino. La isla mide menos de 1.75 km², y no se permitían visitas sin permiso paterno. Escribonia, su madre biológica la acompañó en el exilio.

Cinco años después, se permitió a Julia volver a tierra firme, aunque Augusto nunca olvidó, y le ordenó permanecer en Rhegium, con instrucciones explícitas de que no fuera enterrada en su mausoleo.
 
MUERTE

Julia murió de malnutrición, poco tiempo después que Augusto, en 14 d. C.  Sin padre, ni hijos aspirantes al trono, Julia quedó completamente a merced del nuevo emperador, Tiberio, que pudo vengarse libremente. Las circunstancias de su muerte son oscuras. Una teoría dice que Tiberio, que la odiaba, por deshonrar su matrimonio, la dejó morir de hambre. Otra es, que habiéndose enterado de la muerte de su último hijo superviviente, Agripa Póstumo, habría sucumbido a la desesperación. Su hija, Julia la Menor, también fue exiliada en el año 8 por un cargo de adulterio, en la misma isla que su madre, y murió en el año 29.
 
EN LA FICCIÓN

Julia es un personaje histórico llevado en diversas ocasiones a la literatura, al cine y a la TV. Es uno de los personajes en la novela de Robert Graves Yo, Claudio. También aparece en la adaptación televisiva de la misma, donde es interpretada por Frances White. En la serie, Julia aparece caracterizada como una mujer frívola, comilona y borrachuza, sexualmente promiscua y que es usada como peón por Livia (interpretada por Siân Phillips), para conseguir sus objetivos: que su hijo Tiberio (interpretado por George Baker) se convierta en emperador, para lo cual no duda en suprimir al primer marido de Julia, Marcelo (interpretado por Christopher Guard) , y en obligar a Tiberio a divorciarse de su primera esposa, Vipsania (interpretada por Sheila Ruskin), para casarse con Julia. El matrimonio resulta un fracaso que amarga profundamente el carácter de Tiberio, y que acaba cuando Julia es exiliada por su padre Augusto (Brian Blessed) a causa de su escandalosa conducta. Julia aparece asimismo en la película Augusto, donde se dramatiza la tensa relación de amor-odio con su padre y también la difícil relación que mantenía con su madrastra-suegra Livia Drusila. En dicha película se insinúa que Livia (interpretada por Charlotte Rampling) conspiró en contra de Julia (interpretada por Vittoria Belvedere) para que la tacharan de adúltera y dejar libre el camino para que sus hijos, y no los de Julia, heredaran el poder de Roma. Julia es también un personaje secundario en la película de 1953 La túnica sagrada, donde es interpretada por Rosalind Ivan. Sin embargo, la presencia de Julia -que es presentada como la anciana y gruñona esposa de Tiberio, viviendo a su lado en su residencia de Capri- resulta aquí anacrónica, pues para la época en que se supone transcurren los hechos allí relatados, Julia no estaba en Capri y ni siquiera estaba ya viva.



sábado, 27 de agosto de 2016

DISCURSO DE TIBERIO EN EL SENADO EXPRESANDO CÓMO DESEABA SER RECORDADO


 


Yo, senadores, quiero ser mortal, desempeñar cargos propios de los hombres y darme por satisfecho con ocupar el lugar primero; os pongo a vosotros por testigos de ello y deseo que lo recuerde la posteridad, que bastante tributo, y aun de sobra, rendirá a mi memoria con juzgarme digno de mis mayores, vigilante de vuestros intereses, firme en los peligros e impávido ante los resentimientos por el bien público. Éstos son mis templos, los edificados en vuestros corazones; éstas son las más bellas estatuas y las duraderas. Pues cuando se construyen en piedra, si el juicio de la posteridad se torna adverso, reciben el mismo desprecio que los sepulcros. Por tanto, suplico a los aliados, a los ciudadanos y a los propios dioses y diosas: a éstos, que me den hasta el final de la vida un espíritu en paz y entendedor del derecho humano y divino; a aquéllos, que cuando yo haya desaparecido, acompañen mis hechos y la fama de mi nombre con alabanza y buenos recuerdos.




EL SENADO BAJO EL CONTROL DE TIBERIO CELEBRANDO UN JUICIO


 

[…] se encendió de tal manera que rompiendo su habitual taciturnidad declaró a voces que en aquella causa también él declararía, públicamente y bajo juramento, para que los demás se vieran obligados a hacer lo mismo. Quedaban todavía entonces restos de la libertad moribunda. Y así, Cneo Pisón le dijo: «¿En qué lugar, César, quieres declarar? Si eres el primero, tendré una pauta para guiarme; pero si lo haces el último, tengo miedo de disentir de ti sin saberlo».


( Tácito )



lunes, 15 de junio de 2015

CARTA DE UN ENAMORADO OCTAVIO A LIVIA DRUSILIA





Para Livia Drusilia, amor de mi vida, saludos.

Como ésta te dice, yo, César Divi Filius, no te olvidé después de habernos encontrado en Fregellae. Me llevó algún tiempo encontrar la manera para librarte de Tiberio Claudio Nerón sin escándalo ni odio. Le encomendé a mi liberto, Heleno, a buscaren los nuevos Libros sibilinos hasta que encontrase un verso que se pudiese aplicar a ti y a Nerón. Por sí mismo, esto era insuficiente. También tenía que encontrar un verso que se aplicase a ti y a mí, algo más difícil. Este hombre excelente -estoy tan complacido de tenerlo de nuevo conmigo después de estar un año prisionero de Sexto Pompeyo- es en realidad mucho mejor erudito que almirante o general. Estoy tan feliz de escribir esto que me siento como Icaro, que se eleva en el éter. ¡Por favor, mi Livia Drusilia, no me hagas caer! La desilusión me mataría, si la caída no lo hace. Aquí tienes el verso tuyo y el de Nerón:

Marido y esposa, negras como la noche.
Unidos son el padecer de Roma.
Separados deben ser, y pronto
o Roma sufrirá para siempre

En comparación, el tuyo y el mío son rosas en Campania:

El hijo de un dios, blanco y de cabellos dorados,
debe tomar como esposa a la madre de dos.
Negra como la noche, de una pareja separada.
Ambos construirán Roma de nuevo.


¿Qué te parece? A mí me gustó cuando lo leí. Heleno es un tipo muy astuto, un experto con los manuscritos. Lo he elevado a la posición de jefe de los secretarios. El diecisiete de este mes de enero tú y yo nos casaremos. Cuando le llevé los dos versos al quindecenviro -soy uno de los Quince Hombres-, ellos aceptaron que mi interpretación era la correcta. Todos los impedimentos y obstáculos fueron barridos y se aprobó una lex curiata que sanciona tu divorcio de Nerón y nuestro casamiento.

La jefa vestal, Apuleya, es mi prima, y aceptó acogerte hasta que nos casemos. Me he comprometido a que, tan pronto como Roma esté recuperada, separaré a las vestales del pontífice máximo y tendrán su propia casa. Te quiero.

Firmado, César Octavio


( C. McC. )



REFLEXIONES DE OCTAVIO AL DECIDIR CASARSE CON LIVIA DRUSILIA



¿Ves lo que ocurre cuando tientas a los dioses? .Desprecio el sentimentalismo, considero débiles a los hombres que afirman que una mirada los ha traspasado con el dardo de Cupido. Sin embargo, aquí estoy, con una flecha que sobresale de mi pecho, enamorado a más no poder de una muchacha a la que ni siquiera conozco. ¿Cómo puede ser? ¿Cómo puedo yo, tan racional y distante, haber sucumbido a una emoción que está en contra de todo lo que creo? ¡Ha tenido que ser la visita de algún dios, ha tenido que hacerlo! ¡De lo contrarío, no tiene sentido! ¡Soy racional y distante! ¿Por lo tanto, por qué siento esta increíble descarga de amor? ¡Oh, me conmueve de una forma insoportable!


 Quiero cargar todos sus problemas sobre mis hombros, quiero cubrirla de besos, quiero estar con ella durante el resto de mi vida. Livia Drusilia, la esposa de un pretencioso y pedante como Tiberio Claudio Nerón. Otra de la misma carnada, otra Claudia. La rama de los Claudio apellidada Pulcher produce cónsules y censores independientes, nada ortodoxos, mientras que la rama apellidada Nerón es famosa por producir donnadies. Nerón es un don nadie; un hombre orgulloso, testarudo y mezquino que nunca aceptará divorciarse de su esposa para que se case con César Octavio.

( C. McC. )



martes, 21 de octubre de 2014

EL EMPERADOR TIBERIO



Tiberio Julio César (42 a.C.-37 d.C.), segundo emperador de Roma (14-37 d.C.), instituyó de forma permanente la magistratura que había ejercido su antecesor. Era el hijo mayor de Tiberio Claudio Nerón y de Livia Drusilla.



Nació en Roma el 16 de noviembre del 42 a.C. Cuatro años después su madre se divorció y se casó con el triunviro Octavio, más tarde el emperador Augusto, quien supervisó la educación de Tiberio. Mandó una expedición a Armenia en el 20 a.C., y luchó contra los retios y los panonios (12-9 a.C.). 



En el 11 a.C., siguiendo órdenes de su padrastro, disolvió su feliz matrimonio con Vipsania Agripina, hija del general romano Marco Vipsanio Agripa, y se casó con la hija de Augusto, Julia, viuda de Agripa. Desde el 6 a.C., vivió en exilio virtual, en la isla de Rodas, donde se dedicó a estudiar.

 

CAMPAÑAS MILITARES

Cuando regresó a Roma en el 2 d.C., Julia estaba desterrada por adulterio, y Augusto tras la muerte de sus dos nietos, Lucio y Cayo, se vio obligado a reconocer a Tiberio como único posible sucesor al título imperial y a adoptarle oficialmente en el 4 d.C. Ese mismo año partió para dirigir una expedición en el norte de Germania contra los marcomanos. 



También tuvo éxito al sofocar los levantamientos de Panonia y Dalmacia, y finalmente afianzó la frontera y se vengó de los germanos, que habían destruido el ejército del general romano Varo, en los bosques de Teutoburgo, en el 9 d.C. 



Acompañado de Julio César Germánico, su sobrino e hijo adoptivo, realizó otras dos marchas al corazón de Germania; regresó a Roma varios años más tarde para recibir los honores del triunfo, el tributo oficial más alto que se daba a un guerrero victorioso.


 

SU REINADO

Cuando Augusto murió en Nola, cerca de Nápoles, en el 14 d.C., Tiberio heredó el trono. Mejoró los servicios civiles, impuso al Ejército una disciplina estricta y dirigió las finanzas del Imperio con gran habilidad; también ejerció un mayor control sobre los gobernadores de las provincias. 



Sin embargo, estallaron sublevaciones y revueltas en Panonia, Germania, Galia, y otros territorios. La última época de su reinado estuvo marcada por las conspiraciones y las ejecuciones. Durante su reinado se crucificó a Jesucristo.



En el 26 d.C. abandonó Roma, a la que llegó a tener una gran aversión, y se retiró a la región de Campania. 

El año siguiente se fue a la isla de Capreae (la actual Capri), dejando Roma bajo el mando de Lucio Elio Sejano, el prefecto de la Guardia Pretoriana. Finalmente se dio cuenta de que Sejano intentaba hacerse con el poder imperial, por lo que mandó ejecutarle junto con sus partidarios en el 31. 

Continuó viviendo en Capri hasta el 37. Murió el 16 de marzo del 37, en Misena, cerca de Nápoles, tras lo cual se rumoreó que había sido asfixiado por el prefecto de la Guardia Pretoriana.