Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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lunes, 14 de septiembre de 2020
REFLEXIONES DE CÉSAR TRAS ENCONTRARSE CON MARCO JUNIO BRUTO AL GANAR LA BATALLA DE FARSALIA, PARA DECIDIR A QUIÉN NOMBRARÁ SU HEREDERO
sábado, 4 de mayo de 2019
ARISTÓCRATAS EN EL EJÉRCITO DE CÉSAR
En el ejército de César, los
altos rangos tienen pocos privilegios. Los legados superiores como por ejemplo,
su sobrino Quinto Pedio no viajan con el lujo que se llevan los aristócratas
con otros generales o cónsules. Normalmente los aristócratas se llevan una
cuadra de caballos, pero como César muchas veces acostumbra a ir pie como el
resto de los legionarios, los demás también han de caminar, incluso sus legados
superiores. Un caballo para la batalla es obligatorio para cada aristócrata,
pero tener más de uno está mal visto. Como también lo está un gran carromato
lleno de pertenencias personales. Apenas se notan las distinciones sociales en
el ejército de César; allí nadie vive como un sibarita, por muy aristócrata o
rico que sea, y todos sufren más o menos los mismos esfuerzos durante la
campaña.
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ARISTÓCRATAS EN EL EJÉRCITO DE CÉSAR,
CAYO JULIO CÉSAR,
EJÉRCITO ROMANO,
LEGIONARIOS,
LEGIONES DE CÉSAR,
LEGIONES DE ROMA,
QUINTO PEDIO
martes, 22 de enero de 2019
EL CÓNSUL QUINTO PEDIO, SOBRINO DE CAYO JULIO CÉSAR
Quinto
Pedio (en latín, Quintus Pedius; m. 43 a. C.) fue un político y general romano
que vivió los últimos acontecimientos de la República Romana, era hijo de
Quinto Pedio y sobrino nieto de Cayo Julio César. Según Suetonio Pedio era nieto de Julia la Menor, la hermana mayor de
César, pero Glandorp ha conjeturado, no
sin razón, que Pedio podría ser no el nieto sino el hijo de Julia la Menor,
puesto que ejerció altos cargos en vida de César.
Pedio
sirvió como legatus de su tío abuelo (o tío) durante la Guerra de las Galias de
57 a. C. a 55 a. C.,3 año en el que volvió a Roma para
presentarse a la edilidad, junto con Cneo Planius y otros, elecciones en las
que fue derrotado. En la Galia comandó con Lucio
Aurunculeyo Cota la caballería de Julio César a la batalla de Áxona, en la que
los belgas fueron vencidos.
Cuando
estalló la guerra civil entre Cayo Julio César y Cneo Pompeyo Magno en 49 a.
C., Pedio se unió a su tío-abuelo. En 48 a. C., Pedio obtuvo el cargo de pretor
como un nombramiento personal de César, permaneciendo en Italia. Ese mismo año,
Pedio derrotó a Tito Anio Milón cerca de Turios, en Lucania. En 45 a. C. sirvió
como legado contra los pompeyanos en Hispania, y participó en la batalla de
Munda. César recompensó a su pariente con un triunfo y le otorgó el título de
procónsul.
César
fue asesinado en Roma en marzo de 44 a. C. En el testamento de César, Pedio
figuraba como uno de los herederos. Al igual que su primo Lucio Pinario recibió
una octava parte de los bienes de César. El resto de los bienes de César fueron
para su heredero Cayo Octavio, el futuro emperador Augusto. Pedio renunció a su
parte de la herencia en beneficio de Octavio.
En
abril de 43 a. C., tras la victoria en la Batalla de Mutina, y muertos los
cónsules Aulo Hircio y Cayo Vibio Pansa, Octaviano marchó contra Roma a la
cabeza de un ejército. En agosto de ese mismo año, Octaviano fue nombrado para
el consulado, junto con Pedio.
Durante
su consulado Pedio elaboró una ley, la Lex Pedia, que declaraba enemigos
públicos a todos los asesinos de César y los condenaba a muerte. Pedio quedó
como gobernador de Roma cuando su primo Octaviano marchó hacia el Norte de
Italia. Cuando Octaviano se unió a Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, Pedio
propuso anular la sentencia de proscripción que tenían estos últimos. El Senado
se vio obligado a aprobar esta ley. No mucho después de esto, Octaviano,
Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato en Bononia.
Llegaron
a Roma noticias de que los triunviros habían hecho listas de proscritos que
estuvieron a punto de causar una revuelta en la ciudad puesto que no se sabía
quiénes integraban estas listas. Pedio apenas pudo evitar una insurrección
abierta, y al día siguiente, declaró, sin saber nada, que sólo 17 personas
habían sido condenadas a muerte y dio garantías para los otros. La tensión
vivida le causó tal fatiga física que murió a la noche siguiente (noviembre del
43 a. C.).
martes, 25 de diciembre de 2018
QUINTO PEDIO
Quinto
Pedio (en latín, Quintus Pedius; m. 43 a. C.) fue un político y general romano
que vivió los últimos acontecimientos de la República Romana, era hijo de
Quinto Pedio y sobrino nieto de Cayo Julio César. Según Suetonio, Pedio era nieto de Julia la Menor, la hermana mayor de
César, pero Glandorp ha conjeturado, no
sin razón, que Pedio podría ser no el nieto sino el hijo de Julia la Menor,
puesto que ejerció altos cargos en vida de César.
Pedio
sirvió como legatus de su tío abuelo (o tío) durante la Guerra de las Galias de
57 a. C. a 55 a. C.,3 año en el que volvió a Roma para
presentarse a la edilidad, junto con Gneo Planius y otros, elecciones en las
que fue derrotado. En la Galia comandó con Lucio
Aurunculeyo Cota la caballería de Julio César a la batalla de Áxona, en la que
los belgas fueron vencidos.
Cuando
estalló la guerra civil entre Cayo Julio César y Cneo Pompeyo Magno en 49 a.
C., Pedio se unió a su tío-abuelo. En 48 a. C., Pedio obtuvo el cargo de pretor
como un nombramiento personal de César, permaneciendo en Italia.
Ese mismo año,
Pedio derrotó a Tito Anio Milón cerca de Turios, en Lucania. En 45 a. C. sirvió
como legado contra los pompeyanos en Hispania, y participó en la batalla de
Munda. César recompensó a su pariente con un triunfo y le otorgó el título de
procónsul.
César
fue asesinado en Roma en marzo de 44 a. C. En el testamento de César, Pedio
figuraba como uno de los herederos. Al igual que su primo Lucio Pinario recibió
una octava parte de los bienes de César. El resto de los bienes de César fueron
para su heredero Cayo Octavio, el futuro emperador Augusto. Pedio renunció a su
parte de la herencia en beneficio de Octavio.
En
abril de 43 a. C., tras la victoria en la Batalla de Mutina, y muertos los
cónsules Aulo Hircio y Gayo Vibio Pansa, Octaviano marchó contra Roma a la
cabeza de un ejército. En agosto de ese mismo año, Octaviano fue nombrado para
el consulado, junto con Pedio.
Durante
su consulado Pedio elaboró una ley, la Lex Pedia, que declaraba enemigos
públicos a todos los asesinos de César y los condenaba a muerte. Pedio quedó
como gobernador de Roma cuando su primo Octaviano marchó hacia el Norte de
Italia.
Cuando Octaviano se unió a Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, Pedio
propuso anular la sentencia de proscripción que tenían estos últimos. El Senado
se vio obligado a aprobar esta ley. No mucho después de esto, Octaviano,
Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato en Bononia.
Llegaron
a Roma noticias de que los triunviros habían hecho listas de proscritos que
estuvieron a punto de causar una revuelta en la ciudad puesto que no se sabía
quiénes integraban estas listas. Pedio apenas pudo evitar una insurrección
abierta, y al día siguiente, declaró, sin saber nada, que sólo 17 personas
habían sido condenadas a muerte y dio garantías para los otros. La tensión
vivida le causó tal fatiga física que murió a la noche siguiente (noviembre del
43 a. C.)
Pedio
contrajo matrimonio con una mujer noble llamada Valeria, que era la hermana del
cónsul, senador y orador romano, Marco Valerio Mesala Corvino. Pedio y Valeria
tuvieron un único hijo llamado Quinto Pedio Publícola, senador romano conocido
por su brillante oratoria.
jueves, 8 de noviembre de 2018
EL PINTOR QUINTO PEDIO, LA PRIMERA PERSONA SORDA QUE MENCIONA LA HISTORIA
Quinto Pedio (m. c. 13 d. C.) fue un
pintor romano, y la primera persona sorda que menciona la historia.
Pedio era hijo del senador y orador
romano Quinto Pedio Publícola, mientras que se desconoce la identidad de su
madre. El abuelo paterno de Pedio fue el cónsul Quinto Pedio y su abuela
paterna fue Valeria, hermana del senador y orador romano Marco Valerio Mesala
Corvino. Su abuelo paterno y el emperador César Augusto eran primos maternos
Pedio nació sordo. Fue educado por su
tío-abuelo Marco Valerio Mesala Corvino. Corvino obtuvo permiso del emperador
Augusto para enseñarle a pintar; el joven se convirtió en un talentoso pintor,
pero murió joven.
Pedio es el primer pintor sordo que
recuerda la historia y su educación es la primera que se recuerda impartida a
un niño sordo. La vida de Pedio se menciona en la Historia Natural, escrita por
el historiador romano Plinio el Viejo.
domingo, 3 de junio de 2018
LUCIO AURUNCULEYO COTA
Lucio
Aurunculeyo Cota (en latín, Lucius Aurunculeius Cotta, m. 54 a. C.) fue un
oficial del ejército de las Galias de Cayo Julio César. Lo poco que se sabe sobre este Cota se encuentra en el Libro
V de la obra de César Comentarios a la guerra de las Galias. En el año 54 a.
C., cuando César regresó de su segunda expedición a Britania, encontró que
escaseaban las provisiones de manera que distribuyó sus ocho legiones entre un
gran número de estados galos de los cuales podrían conseguir su sustento a lo
largo del invierno. A la octava legión, que había levado recientemente del otro
lado del Po (trans Padum) añadió otras cinco cohortes. Al mando de esta legión
y las otras cohortes, puso a Quinto Titurio Sabino y Lucio Aurunculeyo Cota. Ambos fueron nombrados Legati.
Las
tropas de Sabino y Cota fueron enviadas por César al país de los eburones, en
la Galia Bélgica, cuya mayor parte queda entre los ríos Mosa y Rin donde ellos
establecieron el Fuerte Atuátuca en el que pasar el invierno. La tribu de los
eburones estaba regida por Ambíorix y Catuvolco. Estos dos, instigados por los tréveros, reunieron a sus hombres y
después de una quincena, cayeron sobre un destacamento de romanos que estaban
recogiendo leña. Los merodeantes eburones asaltaron el fuerte romano. La
infantería romana montó los terraplenes y despachó un escuadrón de caballería
hispana, cayendo sobre el flanco del enemigo y los derrotó de forma aplastante
en aquella ocasión.
Entonces,
Ambíorix parlamentó con los romanos y él admitió a César que habían tomado su
parte en ciertas disputas con otras tribus galas pero dijo que, a pesar de la
fuerza limitada de los eburones, se vio obligado a emprender acciones por la
presión de otras tribus que estaban decididas a ganar su libertad frente al
yugo romano. Señaló que una gran fuerza de germanos, muy enojados por los
éxitos de César estaban empezando a arrasarlo todo cruzando el Rin y se ofreció
a dar a los romanos un pase seguro al fuerte de cualquiera de las dos legiones
cercanas.
Los
representantes romanos, Quinto Junio,
un hispano y Gayo
Arpinio, llevaron
las noticias al fuerte. Se formó un consejo de guerra, al que acudieron los
oficiales más destacados. Durante este consejo, se plantearon dos opiniones
opuestas. Hablando primero, Cota arguyó que no debían moverse sin una orden de
César. Señaló que la experiencia había demostrado que podían resistirse a los
germanos desde detrás de las fortificaciones de un fuerte romano, que ellos
tenían muchas provisiones, tenían la ayuda a fácil alcance por parte de las
legiones vecinas y que no debían confiar ni en las noticias ni en los consejos
de un enemigo.
Sabino
asumió un punto de vista adusto. Negando que lo motivara el miedo, dijo que
creía que César estaba de camino a Italia, que los germanos iban a sumar al
número de los eburones que asediaban y que parecía que ellos se iban a
enfrentar a la ira combinada de los germanos y galos movidos por el rencor,
pues seguramente los eburones débiles militarmente no se atreverían a
enfrentarse a las legiones romanas en caso contrario. Más aún, dijo que sería
mejor intentar alcanzar a la legión más próxima y enfrentarse a los problemas
con sus camaradas que arriesgarse al hambre a través de un asedio prolongado.
Los oficiales dijeron a los comandantes que no era tan importante qué opinión
prevaleciera sino que la decisión fuese unánime. Forzaron finalmente a Cota a
dar su brazo a torcer y prevaleció la opinión de Sabino.
Los
romanos pasaron la noche en desorden, reuniendo sus pertenencias y preparándose
a salir del fuerte cuando llegase la mañana. El enemigo oyó el movimiento en el
fuerte y preparó una emboscada. Cuando vino la mañana, los romanos, en orden de
marcha, (largas columnas de soldados con cada unidad siguiendo una detrás de
otra), con mucha más carga de lo habitual, salieron del fuerte. Cuando la mayor
parte de la columna había entrado en un barranco, los galos los asaltaron desde
ambos lados y buscaron acosar a la retaguardia e impedir a la vanguardia que
dejase el barranco.
César
señala que Sabino enloqueció, corriendo de cohorte a cohorte y lanzando órdenes
inútiles. Cota, en contraste, mantuvo su frialdad y cumplió con su deber de
comandante en acción, su deber como un soldado. Debido a la longitud de la
columna, los comandantes no podían emitir órdenes con eficacia de manera que
pasaron la palabra a lo largo de la fila a las unidades que formaran un
cuadrado. Las tropas lucharon con valentía aunque con miedo y en los choques
tuvieron éxito. Así, Ambiórix ordenó a sus hombres que lanzaran las lanzas a
las tropas, que se retirasen si los superaban y que persiguieran a los romanos
cuando ellos intentaran colocarse en línea. Durante el enfrentamiento, Cota
recibió un golpe en la cara de una piedra lanzada con una honda.
Entonces
Sabino envió un mensaje a Ambiórix para tratar la rendición. Ambiórix accedió a
la petición. Cota rechazó entrar en negociaciones y permaneció firme en su
rechazo a rendirse. Sabino, sin embargo, siguió con su plan de rendirse. Sin
embargo, Ambíorix, después de prometer a Sabino su vida y la salvación de sus
tropas, hizo que se rindiera. Los galos entonces cargaron contra ellos en masa
donde mataron a Cota, aún peleando, y a la gran mayoría de las tropas. El resto
se retiraron al fuerte donde, desesperando de obtener ayuda, se mataron entre
sí. Sólo unos pocos hombres consiguieron escapar para informar a Tito Labieno, un teniente general de una legión
próxima, del desastre.
César
menciona a Cota otras veces en sus Comentarios. En el Libro II, cap. 11,
durante la campaña belga, César nombró a Cota y Quinto Pedio para comandar la caballería. En el
libro IV, cap. 22, César dejó a Cota y a Sabino al mando de las legiones en la
Galia para reprimir a los menapios y los mórinos si causaban problemas mientras
César llevaba a cabo su segunda invasión de Britania. En el Libro IV, cap. 38,
después de la invasión de Britania, César señala que mientras Labieno fue
enviado a apaciguar a los mórinos, Cota y Sabino regresaron de devastar los
territorios de los menapios, que huyeron hacia los densos bosques en su
territorio. César relata, en el libro V, cap. 52, cómo supo de la muerte de
Cota y Sabino por prisioneros capturados por la guarnición asediada de Quinto Tulio Cicerón, otro teniente-general, cuya fuerza
fue la siguiente en ser atacada después del desastre de Atuátuca. En el Libro
VI, cap. 32, César al pasar señala que el nombre del fuerte, en el que Cota y
Sabino habían acampado durante sus últimos días luchando contra los eburones,
era Atuátuca. En el Libro VI, 37, César relata cómo los soldados del fuerte de
Atuátuca, ellos mismos asediados por los germanos, fueron amedrentados en su
estación en el mismo fuerte en el que la legión de Cota y Sabino fue destruida.
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