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jueves, 15 de diciembre de 2022

EL CÓNSUL LUCIO EMILIO PAULO MACEDÓNICO

Lucio Emilio Paulo apodado Macedónico (en latín Lucius Aemilius L. f. M. n. Paullus Macedonicus; c. 230 - 160 a. C.) fue un general y político romano, el miembro más distinguido de la rama Paullus de la gens Emilia, fue dos veces Cónsul, luchando contra los Ligures en su primer consulado (182 a. C.) y en la Segunda guerra Macedónica en su segundo consulado (168 a. C.) y también Censor (164 a. C. - 160 a. C.).

 

 Era hijo de Lucio Emilio Paulo (también general) y nació c. 230-229 a. C. Creció influido por las ideas aristocráticas de su padre; era partidario de una estricta disciplina en el ejército, y un experto en la ciencia de los augurios, perteneciendo al colegio de augures, Lucio Emilio Paulo fue jefe de la rama "Aemilia Paulli" de la Gens Emilia, una antigua y aristocrática familia patricia. Su influencia fue inmensa, particularmente debido a su fortuna y alianza con los Cornelio Escipiones. Es mencionado por primera vez en el año 194 a. C. cuando fue nombrado triunviro para la fundación de una colonia en Crotona.

 

Dos años después, en 192 a. C. fue edil curul con Marco Emilio Lépido, y triunfó sobre doce candidatos que después fueron cónsules. Durante su edilidad persiguió a los pecuarii, es decir, ganaderos que pastaban de forma ilegal en tierras públicas.

 

En 191 a. C. fue pretor y obtuvo la provincia de Hispania Ulterior con título de procónsul. Su actuación en la Península aparece poco clara debido a las contradicciones de los historiadores, pero se sabe que dominó una sublevación de los turdetanos y que en 190 a. C. fue derrotado por los lusitanos en Lyko (¿Ilugo?), en Bastetania, donde perdió seis mil hombres; después se recuperó y derrotó al enemigo, dejando la Ulterior pacificada por un tiempo; a consecuencia de esta victoria le fue decretado un triunfo. Algunos autores indican, basándose en Tito Livio, que las tropas de Lucio Emilio Paulo Macedónico fueron derrotadas en Ilurco, hacia el año 190 a. C.1​

 

La primera (o segunda) inscripción romana conservada de Hispania, el llamado Bronce de Lascuta, contiene un decreto de Emilio Paulo en el que se concede la libertad a los habitantes de una fortaleza, la Turris Lascutana, que eran hasta entonces servi (esclavos) de la ciudad de Hasta Regia (Mesas de Asta, cerca de la actual Jerez de la Frontera, Cádiz).

 

Volvió a Roma en 189 a. C. y se presentó al consulado, pero varias veces perdió la elección,​ hasta que finalmente en el año 183 a. C. fue elegido cónsul junto con Cneo Bebio Tánfilo. Ejerció el consulado en el año 182 a.C.

 

En 181 a. C. fue enviado contra los ingaunios, un pueblo lígur que tenía un considerable poder naval y que atacaba a los barcos mercantes; los ingaunios fueron completamente sometidos y sus fortificaciones arrasadas; a su retorno obtuvo los honores del triunfo. Los siguientes trece años vivió tranquilamente en Roma, dedicado a educar a sus hijos.

 

Ya hacía algunos años que se disputaba la tercera guerra macedónica contra el rey Perseo, pero no se conseguía el triunfo definitivo y en 169 a. C. el pueblo exigía un general de gran experiencia y habilidad; algunos notables presionaron a Paulo para que se presentase a la elección. Paulo ya pasaba de los 60 años y no estaba muy dispuesto a asumir dicha tarea, pero finalmente, entre aclamaciones, se presentó y fue escogido junto con Cayo Licinio Craso.

 

En la primavera de 168 a. C. llegó al reino de Macedonia y el 22 de junio obtuvo la gran victoria de Pidna que de hecho puso fin a la guerra; el rey Perseo de Macedonia se rindió, fue hecho prisionero y traído ante Paulo, que lo trató con cortesía y amabilidad, En 167 a. C., Emilio Paulo recibió las instrucciones del Senado de regresar a Roma después de saquear Epiro, un reino sospechoso de simpatizar con la causa macedónica. Después de cargar los tesoros del palacio real de Macedonia en barcos con destino a Roma, marchó a su ejército a Epiro, donde, en contra de su inclinación, ordenó el saqueo de setenta ciudades, lo que resultó en la esclavitud de 150,000 personas.

 

En 167 a. C. permaneció en Macedonia como procónsul, tiempo en el que visitó toda Grecia, reparó algunas injusticias e hizo varias donaciones. Volvió entonces a Macedonia, residiendo en Anfípolis, donde junto con diez comisionados especiales romanos arregló el futuro de Macedonia. Finalmente celebró unos espléndidos juegos, en los que hizo que desertores capturados de su ejército fueran muertos por elefantes.​ Además, en ese mismo año, Paulo Emilio ordenó destruir 67 ciudades de Epiro y vender como esclavos a 150.000 de sus ciudadanos.​

 

Entonces fue a la ciudad de Orico, y allí embarcó a sus tropas, para volver a Italia donde llegó hacia noviembre de 167 a. C. con un botín bastante considerable que depositó en el tesoro de la República, provocando la indignación de los soldados porque querían más reparto; esto provocó alguna oposición, pero finalmente le fueron concedidos los honores de otro triunfo, que se celebró en los últimos días del mismo mes. La celebración de este duró tres días; delante del carro triunfal de Paulo iban el rey vencido y su hijo; detrás los dos hijos mayores de Paulo, Quinto Fabio Máximo y Publio Cornelio Escipión Africano el Joven, adoptados por las familias de los Fabios Máximos y de los Cornelios Escipiones. Sin embargo, la gloria del vencedor fue empañada por el infortunio familiar. Sus dos hijos más jóvenes murieron, uno de ellos con 9 años, sólo cinco días antes del triunfo, y el otro, de 14, tres días después. Esto suponía la extinción legal de la familia de Emilio Paulo.

 

En 164 a. C. fue elegido censor con Quinto Marcio Filipo.

 

Murió en 160 a. C. después de una enfermedad bastante larga. La fortuna que dejó era tan reducida que apenas sirvió para pagar la dote de su segunda mujer.

Paulo se casó dos veces. Con su primera esposa, Papiria, la hija de Cayo Papirio Masón (el cónsul de 231 a. C.), tuvo cuatro hijos (dos hijos y dos hijas):

 El hijo mayor de su primer matrimonio (probablemente llamado Lucio Emilio Paulo) fue adoptado por el hijo menor de Quinto Fabio Máximo, tomando el nombre de Quinto Fabio Máximo Emiliano.

El hijo menor de su primer matrimonio (probablemente llamado Marco Emilio Paulo) fue adoptado por un hijo de Escipión el Africano, llevando el nombre de Publio Cornelio Escipión Emiliano.

Emilia Prima, casada con Quinto Elio Tuberón.

Emilia Secunda, casada con Marco Porcio Catón (hijo del censor Marco Porcio Catón).

Se divorció y se casó con una segunda dama de nombre desconocido, con la que tuvo los dos hijos que murieron en 167 a. C. y una hija, Emilia Tertia, que a su vez tuvo un hijo.



miércoles, 24 de octubre de 2018

EL CÓNSUL QUINTO MARCIO FILIPO



Quinto Marcio Filipo (en latín, Quintus Marcius L. f. Q. n. Philippus) (nacido c. 229 a. C.) fue un político de la República romana que ocupó el consulado en dos ocasiones, 186 a. C. (junto con Espurio Postumio Albino) y 169 a. C. (con Cneo Servilio Cepión).
 
Fue pretor en el año 188 a. C., encargándose del gobierno de Sicilia.
 
Dos años después, en 186 a. C., fue cónsul junto con Espurio Postumio Albino y fueron encargados por el Senado de dirigir la investigación sobre el culto a Baco y las bacanales; que había sido introducido en secreto en Italia y era motivo de acusaciones de inmoralidad y de blasfemia, encontrándose el nombre de Filipo en el senatus consultum Bacchanalibus.
 
Después fue enviado a Liguria con su colega donde hizo la guerra sin éxito; en el país de los apuanos fue sorprendido por el enemigo en un paso estrecho y perdió cuatro mil hombres. La comarca fue conocida mucho tiempo como el Saltus Marcius.
 
En 183 a. C. fue enviado como embajador a Macedonia y obligó al rey Filipo V de Macedonia a retirar sus guarniciones de varias ciudades, pero aun así presentó un informe desfavorable sobre el rey al Senado. En 180 a. C. fue escogido decemvir sacrorum.
 
Algunos años después, en 171 a. C., Filipo fue enviado de nuevo con otros varios como embajador en Grecia para contrapesar la influencia y planes de Perseo de Macedonia, y junto con Atilio visitó Epiro, Etolia, Tesalia, Beocia, Eubea y el Peloponeso; donde debían reunirse con sus otros colegas.
 
En Tesalia Filipo recibió a los embajadores macedonios que pedían una conferencia alegando los lazos de hospitalidad con su padre, y Filipo aceptó, y la conferencia tuvo lugar en las orillas del río Peneo; Filipo convenció a Perseo de enviar embajadores a Roma y para hacer esto se acordó una tregua que en realidad era lo que querían los romanos, ya que aún no estaban preparados para llevar a cabo una guerra. 
En Beocia también consiguió los objetivos fijados por los romanos. Al volver hizo un informe que no favorecía al rey macedonio y el Senado acordó enviarlo de nuevo a Grecia con plenos poderes.
 
Estos servicios tuvieron su recompensa y en 169 a. C. fue cónsul por segunda vez con Cneo Servilio Cepión como colega, y dirigió la guerra contra Perseo durante la llamada tercera guerra macedónica; este ya había resistido dos campañas romanas y se había mantenido firme contra los embates de dos ejércitos consulares.
 
En la primavera de 169 a. C. Filipo llegó a Grecia y recibió el mando del ejército en Tesalia de manos del cónsul saliente Aulo Hostilio Mancino; decidió cruzar la cordillera del Olimpo y entrar en Macedonia por Heraclea Lincestis; Perseo estaba estacionado con el grueso de sus fuerzas cerca de Díon y había tomado posiciones en los pasos de montaña y habría podido rechazar a los romanos, pero al avanzar estos le entró pánico y se retiró hacia Pidna. Filipo lo siguió, pero no pudo hacer nada y a la primavera siguiente (168 a. C.) tuvo que entregar el mando al nuevo cónsul Lucio Emilio Paulo, el cual acabó la guerra.
 
En el año 164 a. C. con unos 65 años, fue censor junto con Lucio Emilio Paulo e instaló en la ciudad de Roma un nuevo reloj de sol.