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lunes, 24 de agosto de 2020

HÉRCULES ENTRE EL VICIO Y LA VIRTUD, POR PRÓDICO DE CEOS ( TRANSMITIDO POR JENOFONTE)


(  EN LAS ILUSTRACIONES, ESCENAS DE LA PELÍCULA "HÉRCULES EN NUEVA YORK", INTERPRETADA POR ARNOLD SCHWARZENEGGER )



En un tratado sobre Hércules ya publicado, el sabio Pródico se ocupa además de la virtud. Siguen sus palabras como aproximadamente las recuerdo. Se dice que Hércules, a penas salido de la infancia y entrado en la pubertad, se estaba quieto, indeciso sobre el camino a elegir.


 

Es la edad en la que los jóvenes, no dependiendo ya más que de ellos mismos, muestran el camino que tomará su vida, el de la virtud o el del vicio. Salieron entonces a su encuentro dos mujeres adultas. Una de ella, grata a la vista, libre en su forma de ser, ataviada decentemente, de mirada recatada, de gestos modestos y vestida de blanco. La otra, descubriendo el cuerpo de delicada piel, estaba tan acicalada de afeites que se veía más blanca y rosada de lo que era. Su bien erguida actitud aumentaba su natural altura: de mirada audaz, y ataviada para destacar su juventud en flor. Se observaba a sí misma siempre, atenta por ver si atraía las miradas ajenas, frecuentemente inclinada complacida ante su propia sombra.



Habiéndose ambas acercado a Hércules, la primera se le aproximó, pero la otra, deseosa de ser la primera, corrió hacia el joven y le habló en estos términos:



"Te veo, Hércules, indeciso del camino a tomar en la vida. Si haces de mi tu amiga, te conduciré por el camino más agradable y más cómodo, y nunca te faltará placer alguno, ni tu vida conocerá ninguna dificultad. En primer lugar, en vez de atender a la guerra y los negocios, no te ocuparás sino de elegir los manjares y los vinos que te resulten más agradables, de escoger los medios que más contribuyan al deleite de tus ojos, tus oídos, tu olfato y tu tacto, de escoger los muchachitos cuya relación te encante más, el lecho que sea más blando para tus sueños, en fin todos los medios para alcanzar una felicidad sin sombras. Si te inquietara la necesidad del dinero indispensable para hacer frente a estos gastos, no temas que hayas de lograrlo al precio de fatigas y dolores del cuerpo y del alma; antes, gozarás del fruto de los trabajos de otros, no privándote de nada de lo que pudieras sacar provecho. Gracias a mis relaciones, te conseguiré que puedas fácilmente obtener ventajas de todo tipo".


Hércules entonces le dijo: "Mujer, ¿cómo te llamas?". Y ella dijo: "Mis amigos me llaman Felicidad, pero mis enemigos, para denigrarme, me llaman Vicio".




En el ínterin, se acercó la otra y le dijo:

"Vengo a ti, Hércules, informada ya sobre tus padres y de cómo eres, pues te he instruido desde que naciste. Así tengo esperanzas de que elegirás el camino que conduce a mi, que cumplirás la gran obra de las bellas y nobles acciones, y que me harás resplandecer ante los ojos de todos a fin de que, por los beneficios que otorgo, más me estimen y más me consideran. No te engañaré con que te inicies por el camino del placer, sino que, en cumplimiento de la ley impuesta por los dioses, te descubriré con toda verdad todas las cosas tal cual son. De lo que hay de bueno y bello, nada han acordado los dioses a los hombres sin esfuerzo y sin dedicación. En primer lugar, si quieres que los dioses te sean favorables, comienza por honrarlos. Si quieres que tus amigos te estimen, no les mezquines tus favores. Si deseas honra en la ciudad, séle útil. Si pretendes que toda la Hélade admire tu virtud, esfuérzate por ser bienvenido en ella. Si quieres que la tierra te de frutos en abundancia, cultívala. Si te propones enriquecerte en haciendas, cuida del ganado. Si buscas engrandecerte en la guerra, y quieres liberar a tus amigos y someter a tus enemigos, te conviene aprender el arte de la guerra de boca de los que saben, y buscar en la práctica cómo se hace la guerra. En fin, si quieres ser un hombre fuerte, es necesario que habitúes tu cuerpo a obedecer al espíritu, y entrenarlo con ejercicios a soportar el sudor de tu frente.




Entonces el Vicio retomando el diálogo le replicó, según Pródico:

"¿No ves, Hércules, cuán penoso y demorado es el camino a la felicidad por el que esta mujer quiere llevarte?. Yo te conduciré a la felicidad por un camino fácil y breve".




Y la Virtud le replicó:

"¡Miserable!. ¿Qué alegría puedes prometes cuando no propones ninguno de los medios que puede conducir a ella?. Ni siquiera esperas que nazca el deseo de las cosas buenas; antes de que aparezca, lo satisfaces por entero; haces comer antes del hambre, beber antes de la sed. Para manjares delicados, traes cocineros, para deliciosos vinos, los compras nuevos a alto precio, y, en pleno verano, corres sin resuello por todas partes en busca de la helada nieve; para reposar blandamente, no sólo necesitas suaves frazadas, sino también lechos profundos. No buscas el reposo al acostarte, porque en realidad no has tenido nada que hacer. Antes de sentirlo, excitas por todos los medios el deseo de amor, y para ello no te privas de hacer uso de hembras y de varones. Enseñas a tus pupilos a gozar toda la noche del amor, y a dormir en las preciosas horas del día. Aunque eres una diosa inmortal, los demás dioses se alejan de ti, y los hombres honestos de tildan de infame. Lo que a todos nos resulta lo más agradable de oír, que los demás nos elogien, tú nunca lo has sentido; y lo que es más placentero de ver, tú nunca lo has visto: jamás has podido contemplar una digna obra producto de tus manos. ¿Quién puede confiar en ti?. ¿Quién te socorrería en tus necesidades?. ¿Quién osaría cortejarte, si tus cortesanos, en su juventud son débiles, y en la vejez desvarían y pierden la sensatez?. Estos adolescentes, en la flor de la edad, han sido educados sin conocer el esfuerzo; debilitados llegan con sufrimiento a la vejez; avergonzados de sí mismos, abrumados por la conciencia de lo que hubieran debido hacer, su juventud vuela de placer en placer, y su vejez no se ocupa de otra cosa que de apartar las molestias de la edad. Yo soy la que aconseja a los dioses y a las gentes de bien; ninguna hazaña de dioses o de hombres sería posible sin mi apoyo. Soy la más honrada entre los dioses y entre los hombres buenos de válidos elogios. Soy estimada socia de artesanos y artistas, fiel guardiana del hogar para los padres, auxiliar bienvenida de los servidores, buena colaboradora en el ejercicio de la paz, sólida aliada en las fatigas de la guerra, la mejor compañera de la amistad. Mis amigoss gozan de paz, y del agradable placer del comer y beber, pues saben abstenerse de ellos hasta que les viene el apetito. Más dulce les es el sueño que a los ociosos que no se han fatigado; y no les molesta interrumpir el sueño, ni descuidan, por seguir durmiendo, sus obligaciones. Los jóvenes disfrutan de los elogios de los mayores, y los ancianos se complacen de las muestras de respeto de los jóvenes, y se recuerdan con satisfacción de su vida pasada, y aún al presente gozan del encanto de sus acciones. Gracias a mí, estos virtuosos son amados de los dioses, estimados de sus amigos, considerados por sus compatriotas. Y finalmente, llegada la hora fatal de la muerte, no bajan a la tumba olvidados y sin honor, sino que celebrados en himnos vive su memoria en los siglos futuros. ¡Oh Hércules, hijo de padres excelentes! Tal es la vida por la cual, tomándote todo el trabajo necesario, te será concedido alcanzar la felicidad suprema".



Pródico prosiguió en estos términos el relato de la educación de Hércules por la Virtud, bien que sabía también adornar sus palabras con expresiones más excelentes que las mías.


domingo, 14 de enero de 2018

HIPIAS DE ÉLIDE


 
Hipias de Élide, sofista griego de las primeras generaciones, nació aproximadamente a mediados del siglo V a. C. y además fue un joven contemporáneo de Protágoras y Sócrates. La mayor fuente de conocimiento sobre él procede de Platón. Aparece en dos diálogos platónicos (Hipias menor e Hipias mayor) además de una breve aparición en el diálogo Protágoras.
 
Hipias de Élide fue el descubridor de la cuadratriz, empleada para buscar la solución a dos de los tres problemas de la geometría griega, la trisección del ángulo y la cuadratura del círculo.
 
Creador de los sistemas mnemotécnicos, por lo tanto, se decía que era poseedor de una gran memoria.
 
Nació en la ciudad de Elis, capital de la Élide, hijo de Diopites. Fue un hombre de carácter agrio, gran versatilidad y descomunal memoria, sobre la que investigó creando varios sistemas mnemotécnicos. Se ganó el respeto de sus ciudadanos-discípulos de tal modo que fue enviado a varias ciudades dorias, sobre todo a Esparta y Sicilia, a importantes embajadas. En Atenas conoció a Sócrates y otros grandes pensadores. Jenofonte le llama un hombre de gran polimatia (saber enciclopédico). Con la seguridad característica de los últimos sofistas, él se atribuía ser una autoridad en todos los temas, y conferenció, en todos los eventos con éxito económico, sobre filosofía, poesía, gramática, historia, política, arqueología, matemáticas, geometría y astronomía.
 
Se jactaba de ser más popular que Protágoras, y estaba preparado en cualquier momento para dar la dirección extemporánea de cualquier persona a la asamblea de Olimpia, que estaba en su tierra natal. De esta habilidad no hay duda alguna, pero es igualmente cierto que era superficial. Su talento no era ofrecer conocimientos, sino dar a sus alumnos las armas de la argumentación, para hacerlas fértiles en la discusión sobre cualquier tipo de temas. Se dice que presumía de no vestir nada que no hubiese hecho con sus propias manos, incluido el anillo y otros complementos (Hip. Men. 368b-d), o sea se ser autarkes, de bastarse a sí mismo y ser autosuficiente, testimonio recogido por el Suda (A 1, DK) .
 
Dos diálogos de Platón, el Hipias mayor y el Hipias menor, contienen una exposición de sus métodos, sin duda exagerados para propósitos de argumentación, pero escritos con pleno conocimiento del tipo de persona que era. Si nos atenemos a estos diálogos, hipias era un personaje algo ampuloso, áspero y con poco sentido del humor. Disfruta con los halagos que -irónicamente- le dedica Sócrates, y aparece como un hombre con el que sería difícil enfadarse (W.K.C. Guthrie). Friedrich Ast niega la autenticidad de los diálogos, pero debieron ser escritos por un escritor contemporáneo, pues fueron mencionados en la literatura del Siglo IV a.c.. Aristóteles cita el Hipias Menor en Metafísica , pero sin mencionar autoría. Indudablemente, ambos diálogos representan la actitud de los pensadores serios frente a la creciente influencia de los sofistas profesionales.
 
Sin embargo, no hay duda alguna que Hipias hizo un servicio real a la literatura griega (y a sin dudar a toda la literatura, en general) al insistir en el significado de las palabras, el valor del ritmo y del estilo literario. Está acreditado con un excelente trabajo sobre Homero, colecciones de literatura griega y extranjera, y tratados arqueológicos, pero nada se ha conservado excepto unas notas mínimas. Él forma parte del enlace que conecta los primeros grandes sofistas, Protágoras y Pródico de Ceos, y los innumerables erísticos que hicieron caer su prestigio.
 
Aceptó la distinción entre physis y nomos propia de la sofística, y defendió a la naturaleza frente a los nomoi.



sábado, 19 de agosto de 2017

PRÓDICO DE CEOS DICE SOBRE EL AMOR



El doble del deseo es el amor, y el amor en doble es la locura.













PRÓDICO DE CEOS


 
Pródico de Ceos (gr. Πρόδικος Κεῖος Pródikos Keíos; h. 465-h. 395 a. C.) nacido en el poblado de Yulis, en la isla egea de Ceos (una de las Cícladas, en el mar Egeo), fue un filósofo griego, que formó parte de la primera generación de sofistas. Fue contemporáneo a Sócrates, por lo que pertenece por tanto a los llamados filósofos presocráticos.

Su enseñanza consistía en gramática y retórica.​

Más joven que Protágoras y pocos años menor que Sócrates (c. 470- c. 399 a.C), murió algo después que éste (las fechas estimadas para su muerte oscilan entre 415 y 399). Viajó a Atenas como embajador de Ceos, siendo el más competente de sus conciudadanos para ello pese a su sordera y su voz de bajo. Se dice que gustaba de jóvenes de familias pudientes y de alcurnia y que pagaba por que se las buscaran.

No nos ha llegado ninguna obra completa de Pródico, y todo lo que conocemos es a través de citas y, especialmente, referencias en autores coetáneos o posteriores. Las referencias a su obra y sus escasísimos fragmentos están editados en Diels, Hermann y Walther Kranz 1960-1961 (6ª ed.) Die Fragmente der Vorsokratiker, nº 84.

Al parecer una buena parte de la investigación de Pródico se refiere al correcto uso del lenguaje, tal como se evidencia en varios diálogos de Platón. Puso especial énfasis en la distinción entre los diversos sentidos de una misma palabra. En los Diálogos platónicos Socrates aparece varias veces como compañero de Pródico, a cuyas lecciones habría asistido con frecuencia.
 
Aristófanes, en su obra de teatro Las nubes, le considera un experto en astronomía, y en la obra Las aves afirma que compuso una Cosmogonía.

Según Sexto Empírico (Mat. 9, 18), Pródico enseñaba que:

Los antiguos consideraron como dioses el Sol, la Luna, los ríos, las fuentes y en general todas aquellas cosas que son útiles para nuestra vida, en la medida en que la ayudan, igual que los egipcios deificaban al río Nilo, y, añade que por esta razón el pan fue llamado Deméter, el agua Poseidón, el fuego Hefesto, y así sucesivamente cada cosa que era útil. Por tanto, da una imagen de los dioses como encarnación de lo útil.

Con ello estableció la base para una teoría naturalista de la religión y de la interpretación de los mitos según el evemerismo; también afirmaba que el alma humana es el resultado de la organización. Tanto él como Diágoras de Melos y algunos otros fueron considerados ateos.
 
Se le atribuye la fábula de Heracles en la encrucijada, donde relata la dificultad de elección entre dos modos posibles de vida, personificados en dos mujeres que se le acercan: la Virtud y el Vicio. La primera ofrece una vida austera, esforzada y sencilla. La segunda una agradable existencia dedicada al ocio y los placeres. Pródico elegirá la virtud, ya que el vicio proporciona un placer que no puede serlo realmente, ya que da comida antes de tener hambre y agua antes de tener sed.

Se le conocen varios textos: Sobre la naturaleza, Sobre la naturaleza del hombre, Cosmogonía y Las estaciones" (Ὧραι).

Pródico es también el protagonista de la novela histórica y policíaca de Ignacio García-Valiño Las dos muertes de Sócrates, donde se encarga de investigar el misterio de la muerte del famoso filósofo.


LA ISLA DE CEOS DE DONDE PROCEDE EL FILÓSOFO PRÓDICO