SÉNECA DICE SOBRE LA VIDA

Mientras vivas, sigue aprendiendo a vivir.

SÉNECA DICE SOBRE LA VIDA

Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida. Doloroso es que comencemos a vivir cuando morimos. Hace falta toda una vida para aprender a vivir. La vida es como una leyenda: no que sea larga, sino que sea bien narrada, es lo que importa. La vida es cual una escuela de gladiadores: convivir y pelear. La vida, si sabes emplearla, es larga. Lo mismo es nuestra vida que una comedia; no se atiende a si es larga, sino a si la han representado bien. Concluye donde quieres, con tal de que pongas buen final. Todos meditamos sobre una parte de nuestra vida, nadie sobre toda ella en conjunto.

SÉNECA DICE SOBRE LA VIDA

Todo el mundo aspira a la vida dichosa, pero nadie sabe en que consiste.

SÉNECA DICE SOBRE LA VIDA

La vida es una obra teatral que no importa cuánto haya durado, sino cuánto bien haya sido representada.

SÉNECA DICE SOBRE LA VIDA

 

Vivís si como la vida tuviera que durar siempre; nunca se os ocurre pensar en vuestra caducidad; no observáis cuanto tiempo ha transcurrido ya, y vais perdiéndolo como si fuera algo sobrado y abundante, siendo así que tal vez aquel mismo día que dedicáis a este hombre o a ese asunto, es el último de vuestra vida. Como mortales lo teméis todo, pero todo lo deseáis como si hubierais que ser inmortales. Oirás a la mayoría decir: “A los cincuenta años me retirare a descansar; a los sesenta renunciaré a los cargos”. ¿Y que garantía tienes de que vas a vivir tanto? ¿No te avergüenza guardar para ti sino los despojos de tu vida y no destinar al cultivo del espíritu más tiempo que el que ya no vale para nada? ¿No es demasiado tarde para empezar a vivir, cuando ya hay que dejar la vida?