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domingo, 19 de mayo de 2019

MARCO PACUVIO



Marco Pacuvio (en latín, Marcus Pacuvius; 220-130 a. C.) fue un autor trágico romano, considerado el más grande de la República romana.

 

Marco Pacuvio nació en el año 220 a.C. en Brindisi, que era colonia romana desde el año 244 a.C.. Murió en Tarento poco antes del año 130 a.C.

 

Tiene un nombre gentilicio osco. Era sobrino del poeta romano Q. Ennio , ya que éste era hermano de su madre. Pacuvio trabajó en Roma a partir del 200 a.C. como pintor, siendo uno de los primeros romanos en practicar este arte y, como poeta, la primera doble vocación en Roma. Su producción literaria se limita a la tragedia y a las praetextae. La praetexta Paullus hace pensar que tuviese un trato con Paulo Emilio, un famoso general y político romano que obtuvo la gran victoria de Pidna en el año 168 a. C. ,poniendo fin a la tercera guerra macedónica. A partir de Cicerón se arguye que Pacuvio tenía relaciones con el círculo de los Escipiones. En la edad tardía se retira por motivos de salud a Tarento, donde le habría hecho una visita su sucesor espiritual Lucio Accio. El epitafio que Gelio atribuye al propio Pacuvio, es de una amable simplicidad y modestia. De él quizá se puede deducir que la posición social del poeta es ya menos contestada y menos discutida que en la época de los primeros pioneros. Pacuvio obtiene reconocimiento tanto en vida como entre los venideros. Es posible que su parentesco con Q. Ennio hubiese facilitado el comienzo de su carrera.

 

Las obras de Pacuvio son exclusivamente tragedias, aunque se sabe que él compuso satíricas. Escribió relativamente poco, si su actividad es comparada a la de Ennio y Accio. Se conocen 12 títulos de cothurnatae y 365 fragmentos de unos 450 versos.

 

Tragedias (documentadas y conocidas en la antigüedad):

Antiope: trata del mito de una madre, Antiope, que fue salvada por Anfión y Zeto, los gemelos que tuvo con Júpiter.

Armorum iudicium: la disputa entre Áyax y Ulises para ver quién obtiene las armas de Aquiles.

Chryses: nombre del sacerdote de Apolo en la Ilíada. En esta tragedia Orestes y Pílades mantienen una disputa para determinar quién mostraría mayor nobleza a la cara de la muerte.

Dulorestes: “Orestes el esclavo”, es decir, Orestes se disfraza de esclavo para así vengarse de Clitemnestra y Egisto, los asesinos de su padre Agamenón.

Hermiona: el drama de Hermíone, hija de Helena y Menelao, que fue dada en matrimonio a Neoptólemo después de haber prometida a Orestes.

Iliona: en esta obra, Ilione, la mayor de los hijos de Príamo y casada con Polimestor, el rey de Tracia, intercambia a su hermano Polidoro, a quien Príamo le ha confiado, por Deipilo, el hijo que tiene con Polimestor. Éste, siendo un aliado de los griegos, mata a su propio hijo, pensando que es el hijo de Príamo.

Niptra: “El baño”. Trata, como en el canto XIX de la Odisea, de cómo la nodriza le lava el pie a Ulises, quien ha vuelto a Ítaca como un desconocido extranjero. Telégono, hijo de Ulises y Circe, habiendo ido a Ítaca en busca de su padre, mata a su padre antes de reconocerlo.

Teucer: esta obra trata de Teucro, a quien su padre condena al exilio por haber vuelto a Salamina sin su hermano Áyax.

 

Otras obras atribuidas a este autor son:

Atalanta

Medus

Pentheus

Periboea

Thyestes

Orestes

Protesilaus

Praetexta:

Paullus

Varia

Saturae

 

A diferencia de sus predecesores romanos, Pacuvio practica una sabia contención tanto en lo que se refiere a la cantidad de su producción (13 títulos seguros) como a la elección de los géneros literarios. Esta especialización hace que la tragedia romana llegue por primera vez a un rango elevado. Es considerado discípulo de Ennio; esto es exacto en el sentido de que, como autor, se coloca ya en una tradición latina: vuelve a tomar argumentos ya tratados en Roma y rivaliza con Livio Andrónico y Ennio; por otro lado abandona siendo consciente el camino trillado y se pone a buscar nuevos. Es cierto que los mitos troyanos están en primer plano también en su obra, pero a menudo se trata de reflejos de los acontecimientos principales en una generación sucesiva; de igual manera Pacuvio vuelve a traer a Medea desde el punto de vista de su hijo Medo. Aparecen además otros ciclos mitológicos. Pacuvio muestra independencia también en la elección de los modelos. A diferencia de Ennio, no remonta principalmente a Eurípides, sino también a Esquilo, a Sófocles y a fuentes que nos son completamente desconocidas. Hay que tener en cuenta la influencia de la tragedia posteuripidea. A través de la amplia gama de los modelos elegidos, Pacuvio aspira a la universalidad en el interior de los límites relativamente autoimpuestos a su género literario.

 

Pacuvio muestra una notable independencia a los dramas griegos que pueden ser comparables a los de este autor. Este comportamiento no es sorprendente ya que la elección de los argumentos que hace este autor manifiesta un gusto por lo desacostumbrado. Es probable que desarrollara sus tragedias con añadidos de escenas tomadas de otros dramas.

 

Pacuvio se preocupa por el tratamiento lingüístico, ya que se esfuerza en crear un lenguaje trágico «elevado», tocando los límites de la lengua latina. Por un lado, utiliza arcaísmos, como por ejemplo: formas pronominales, genitivos en -um en vez de -orum. Por otra lado, retoma palabras griegas y acuña sobre el modelo griego adjetivos particularmente audaces. Los adjetivos en -gena y -genus fueron introducidos por Pacuvio en la literatura.

 

Las obras de Pacuvio se representaron hasta el siglo I a.C. Los autores que lo citan son sustancialmente los mismos a los que debemos los fragmentos de los dramas de Ennio. El hecho de que sepamos menos de Pacuvio, en comparación con Ennio, se debe a factores externos: pertenece a una generación del medio y, por ello, está privado de los privilegios reconocidos a los grandes arcaicos (como Ennio o Plauto), y su latín es absolutamente inadecuado para ser imitado.

 

Según Cicerón, Pacuvio es el trágico romano más importante y en su obra De oratore ofrece el testimonio de algunos que alaban sus versos artísticos. Cicerón cree que la obra Antiopa de Pacuvio podría competir con la de Eurípides. Gelio subraya en Pacuvio la elegantissima grauitas y admira los versos con los que la nodriza se dirige a Ulises. Dependiendo de críticos más antiguos Quintiliano llama a Accio más «vigoroso», a Pacuvio «más artista» o «más docto». En efecto, el poeta ha demostrado estas cualidades ya que la elección de sus múltiples modelos y en la elaboración de sus versos. Según el juicio de Cicerón, Pacuvio, a diferencia de sus contemporáneos Lelio y Escipión, escribe en un mal latín, y ya Lucilio se burla de sus palabras compuestas. Varrón le llama el maestro de la «abundancia» (ubertas). Pacuvio es un poeta pensador, que por primera vez en Roma limita sus actividades a la tragedia y busca la universalidad en el marco de un solo género. En todo caso Accio, Cicerón, Virgilio y todavía Ovidio y Séneca, entre otros, han nutrido la fuerza de su imaginación en las conmovedoras escenas de las tragedias de Pacuvio. El fuerte efecto de estos dramas no puede ser infravalorado por el hecho de que no nos hayan llegado.


lunes, 18 de septiembre de 2017

FENESTELA


Fenestela (52 AC? - AD 19?) Fue un historiador romano y escritor enciclopédico.
 
Floreció en el reinado de Tiberio. Si la notificación en Jerónimo es correcta, vivió desde el 52 aC hasta el 19 dC (según otros 35 aC - 36 dC).
 
Tomando Varrón por su modelo, Fenestella fue uno de los principales representantes del nuevo estilo de la escritura histórica que, en el lugar de los brillantes cuadros descriptivos de Tito Livio, habló de incidentes y costumbres curiosos y extravagantes de la vida política y social vida, incluyendo la historia literaria. Él era el autor de unos Anales, probablemente de los tiempos más tempranos desde los primeros días de la historia romana.
 
Los fragmentos indican la gran variedad de temas discutidos: el origen del llamamiento al pueblo (provocatio); el uso de elefantes en los juegos de circo; el uso de anillos de oro; la introducción del olivo; el material para hacer la toga; el cultivo del suelo; ciertos detalles sobre las vidas de Cicerón y Terencio.
 
Su trabajo fue muy utilizado (se hace mención de una edición abreviada) por Plinio el Viejo, Asconio Pediano (el comentarista de Cicerón), Nonius, y los filólogos. Los fragmentos se pueden encontrar en Hermann Peter, Historicorum Romanorum fragmenta (1883).
 
Un trabajo publicado bajo el nombre de L. Fenestela (De magistratibus et sacerdotiis Romanorum, 1510) es realmente por AD Fiocchi, canon y secretario papal, y posteriormente fue publicado por él (bajo la forma latinizada de su nombre, Floccus), editado por Aegidius Witsius (1561).



domingo, 3 de septiembre de 2017

LUCIO JUNIO MODERATO COLUMELA


Lucius Junius Moderatus, de sobrenombre Columela (Gades, Bética, 4 d. C. – Tarento, ca. 70 d. C.) fue un escritor agronómico romano.
 
Nacido en la Bética, al igual que Séneca, del que fue amigo, estuvo un tiempo en el ejército romano y fue tribuno en Siria el año 35 d. C. Después se trasladó a la península itálica, donde puso en práctica sus conocimientos de agricultura en sus propiedades de Ardea, Carseoli y Alba.
 
De su obra escrita nos ha llegado De re rustica (Los trabajos del campo), escrito hacia el año 42, y De arboribus (Libro de los árboles). En la primera de estas obras, dividida en doce libros, e inspirándose en obras anteriores de Catón el Viejo, Varrón y otros autores latinos, griegos e incluso cartagineses, trata sobre todos los trabajos del campo en el más amplio sentido de la palabra: desde la práctica de la agricultura, la ganadería y la apicultura, hasta la cura de animales, pasando por la elaboración de distintos productos y conservas.
 
En De arboribus trata sobre cultivos arbustivos como la vid, hasta árboles como el olivo o los frutales, e incluso flores como la violeta o la rosa. La obra de Columela es considerada el repertorio más amplio y documentado sobre agricultura romana.
 
El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, Luis Alfonso Gil Sánchez, opina que la familia Columela fue la responsable de la introducción de los olmos ‘romanos’ en la península ibérica.​
 
En 1794, los botánicos José Antonio Pavón y Jiménez e Hipólito Ruiz López pusieron el nombre de Columellia en su honor a un género peruano de astéridas.
 
En 1824, Juan María Álvarez de Sotomayor Rubio publicó De re rustica en español íntegramente y por primera vez: Los doce libros de agricultura que escribió en latín Lucio Junio Moderato Columela (Madrid, Miguel de Burgos, 1824, 2 vols.). El primero comprende los siete primeros libros, y el segundo los otros cinco. Hay tres ediciones facsímilares modernas: Santander, Sociedad Nestlé - A.E.P.A, 1979; Extramuros Edición, S.L., 2009; Valladolid: Maxtor Editorial, 2013.




domingo, 5 de febrero de 2017

VARRÓN DICE SOBRE LAS UTILIDADES DE LA EXPLOTACIÓN DE LA AGRICULTURA


Algunos dividen los asuntos relacionados con el cultivo de la tierra en dos partes: la que trata de las personas y la que se ocupa de los instrumentos, sin los cuales no pueden explotarse las hacienda. Algunos los dividen en tres: los instrumentos dotados de voz, los que casi están dotados de voz y los carentes de voz; entre los dotados de voz se incluyen los esclavos; entre los casi dotados de voz están los bueyes, y entre los carentes de voz están los carros.

( Varrón en "De las cosas del campo")

Conviene saber, aparte, que Varrón llegó al extremo de recomendar la mano de obra libre en los lugares insalubres, pues la muerte de un esclavo supone una pérdida económica.










domingo, 18 de diciembre de 2016

RUTILIO TAURO EMILIANO PALADIO


 
Rutilio Tauro Emiliano Paladio (en latín Rutilius Taurus Aemilianus Palladius), también llamado simplemente Paladio, fue un escritor y agrónomo romano del siglo IV.
 
 No se conocen detalles de su vida. Sin embargo, parte de su obra ha llegado hasta nuestros tiempos.
 
La obra de Paladio se centra fundamentalmente en la economía agrícola.
 
Su tratado y almanaque sobre agricultura en 14 libros, conocido como "Opus agriculturae", o "Geoponicas", es una compilación que aborda con gran detalle cuestiones sobre los cultivos (en particular, el olivo y la vid), sobre ingeniería (construcciones rurales, acueductos), sobre cuidado del ganado y sobre mejoras en la producción de vinos y quesos.
 
Sus textos son interesantes para conocer la vida romana en general, y en particular las actividades y prácticas agrícolas de su tiempo.
 
El tratado está mayormente escrito en prosa, salvo el libro XIV, "De Insitione" ("De los injertos"), escrito en verso elegíaco.
 
Es el último de los llamados agrónomos, escritores latinos que trataron la agricultura desde el punto de vista económico, como Catón el Viejo, Varrón, Columela y Plinio el viejo.
 
Su obra sirvió de referencia para muchas prácticas agrícolas europeas al menos hasta el siglo XIV.
 
Plinio cuenta en su "Historia Natural" que en los latifundios de la Galia usan un enorme tablón bordeado de dientes y montado sobre dos ruedas que es empujado entre las mieses por una yunta de animales; y cortadas así las espigas, caen en el tablón.
 
 En diversos monumentos funerarios de la Galia aparecen representadas varias cosechadoras de ese tipo.
 
Probablemente fuera el poco coste de la mano de obra esclava, y no los defectos de diseño de esas máquinas, lo que impidió que fueran adoptadas de forma generalizada.
 

Paladio, que escribió probablemente a mediados del siglo V d. C., ofrece un relato más detallado, subrayando la rapidez con la que las máquinas permiten realizar el trabajo (así lo expone en su "Tratado de Agricultura"). Quizá sea significativo que Paladio no dice casi nunca que las labores agrícolas fueran realizadas por esclavos. 


miércoles, 24 de agosto de 2016

SEPTIMONTIO, NOMBRE ORIGINAL DE ROMA


Varrón dice que Roma se llamaba originalmente Septimontio ( "Siete Colinas"). Las colinas que suelen incluirse en este grupo son Aventino, Celio, Capitolio, Esquilino, Palatino, Quirinal y Viminal, pero en época clásica no había una lista canónica de los siete montes, en gran medida porque pretendían ser incluídas en ella las dos colinas situadas al otro lado del Tíber, el Vaticano y el Janículo, y la que queda al norte, el Pincio.