domingo, 30 de abril de 2023

PUBLIO FLAVIO VEGECIO RENATO DICE SOBRE LA GUERRA

 

“La victoria en la guerra no depende completamente del número o del simple valor; sólo la destreza y la disciplina la asegurarán. Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra”.

 

Seguramente que Vegecio Renato debía referirse a la importancia de la disciplina y el entrenamiento del ejército romano, así como el coraje o la valentía del legionario, y el perfeccionamiento de las últimas técnicas y tecnologías militares por parte de sus ingenieros y centuriones. Porque todo esto es mucho más importante que no el número de efectivos de un ejército de uno u otro bando.

 

Pensemos que en un ejército muy numeroso, las tropas que están situadas atrás no luchan y están esperando turno para ponerse en acción ante el fragor de la batalla, mientras que el trabajo ( o sea, la lucha) lo están haciendo los soldados que están en primera fila, que según su mejor o peor preparación serán los primeros que cayendo, o son los primeros a los que les alcanzan los proyectiles lanzados contra ellos, y por tanto son los primeros en recibir una muerte segura.

 

Creo que Vegecio Renato quiso dar a entender que en el caso de los romanos, se atribuye la conquista del mundo y la formación de su extenso imperio, a su continuo entrenamiento militar, a la estricta observancia de la disciplina en los campamentos y al constante perfeccionamiento de las otras artes de la guerra, de las que iban aprendiendo por haber ido librando guerra tras guerra sin cesar. En otras palabras, la clave del éxito militar romano no fue solo su valentía, sino también la minuciosa preparación y el duro entrenamiento constante de sus tropas, así como la rigurosa aplicación de las tácticas, la estrategia, y la disciplina en el campo de batalla, junto con la aplicación de la mejor ingeniería militar, y la disposición de lo último en tecnología militar.

 

Ello significa, también saber liderar las legiones, empatizar con los soldados, tomar decisiones rápidas y efectivas tanto en la estrategia de la campaña, como en la batalla misma, para adelantarse a los movimientos del enemigo, siendo mucho más rápidos y veloces para ganar tiempo que permita luego estar en mejores posiciones y tomar nuevas mejores y más acertadas decisiones. Además in dejar aparte el saber organizar una buena logística y abastecimiento suficiente que cubra todas las necesidades del ejército, sin olvidar disponer de suficiente dispendio militar aprobado por parte del Senado o del emperador, así como disponer de buenas pagas para los legionarios, y buenas pensiones cuando les llegara la edad de retirarse de los servicios militares, o les tocara licenciarse por la ausencia temporal de guerras. Porque no lo olvidemos: no es suficiente con ser los mejores militares con los mejores medios disponibles, sino también que los legionarios estén motivados en el sentido positivo de que también van a salir beneficiados, y no solo en obtener gloria, sino en la garantía de una vida mejor cuando dejen de prestar leal servicio al ejército de Roma.  


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