Dionisio de Halicarnaso fue un
historiador, crítico literario y profesor de retórica de origen griego que
vivió en Roma durante la época de Augusto. Nació en Halicarnaso alrededor de
los años 60 y 55 a.C. y se convirtió en profesor de retórica en Roma alrededor
del año 30 a.C., donde se relacionó con destacadas personalidades de la
sociedad romana como Quinto Elio Tuberón. Se cree que murió poco después del
año 7 a.C., año en que publicó su obra más conocida, las Antigüedades romanas,
en la ciudad de Roma, donde pasó sus últimos años.
Las Antigüedades romanas, también
conocidas como Rhōmaikḕ arkhaiología en griego antiguo, es
la obra más destacada de Dionisio. Se compone de veinte libros, de los cuales
los primeros nueve se han conservado en su totalidad, mientras que el décimo y
el undécimo están casi completos y los restantes están incompletos, aunque se
han conservado extractos de Constantino Porfirogéneta y un resumen descubierto
por Angelo Mai en un manuscrito de Milán. Los primeros tres libros de Apiano y
las vidas de Camilo y Coriolano de Plutarco también abarcan gran parte del
trabajo de Dionisio.
El principal objetivo de Dionisio en
su obra fue reconciliar a los griegos con el gobierno del Imperio romano,
destacando las cualidades de los conquistadores romanos. Según él, la historia
es una filosofía que se enseña con ejemplos, una idea que adoptó siguiendo el
punto de vista de los retóricos griegos. Dionisio consultó cuidadosamente las mejores
fuentes disponibles y su trabajo, junto con el de Tito Livio, son las únicas
fuentes que detallan la historia temprana de Roma.
El libro I de las Antigüedades
romanas contiene un extenso prólogo en el que Dionisio justifica y explica el
objetivo de su obra. Cubre un vacío en la historia romana y tiene un carácter
didáctico, polémico y de acción de gracias. El propósito de Dionisio es enseñar
a sus compatriotas griegos el carácter de la fundación de Roma y los motivos de
su gran expansión. Según Dionisio, las etapas de fundación y monarquía fueron
fundamentales para el posterior desarrollo de Roma, y considera que no han sido
suficientemente expuestas y estudiadas por otros historiadores. De hecho, el
título de su obra, "Rhōmaikḕ
arkhaiología", hace referencia a los textos griegos que trataban sobre los
orígenes fundacionales de los pueblos. Dionisio enfatiza los orígenes griegos
de Roma y argumenta que el mérito, y no la Fortuna, fue lo que otorgó la
hegemonía a los romanos. Según él, los romanos perfeccionaron la herencia
griega en lo militar, lo político y lo cívico, lo que les llevó al éxito.
Las fuentes de Dionisio para su obra
incluyen la analística romana, especialmente la del siglo I a.C., Jerónimo de
Cardia, Polibio,Timeo y Varrón, entre otros.
Dionisio
es también el autor de varios tratados de retórica, en los cuales demuestra
haber estudiado a fondo los mejores modelos áticos:
Arte
de la retórica (Τέχνη ῥητορική), que es más bien una colección de ensayos de
teoría retórica, incompleto.
Arreglo
de las palabras (Περὶ Συνθήσεως ᾿Ονομάτων). Trata sobre la combinación de las
palabras según los distintos estilos de oratoria.
Sobre
la imitación (Περὶ Μιμήσεως), un trabajo fragmentario que versa sobre los mejores
modelos en los diferentes tipos de literatura, y las maneras pertinentes de
imitarlos.
Comentarios sobre los oradores áticos
(Περὶ τῶν ᾿Αττικῶν ῾Ρητόρων), en el cual únicamente
trata de Lisias, Iseo, Isócrates y Dinarco.
El
estilo admirable de Demóstenes (Περὶ λεκτικῆς Δημοσθένους δεινότητος).
Sobre el carácter de
Tucídides (Περὶ Θουκιδίδου χαρακτῆρος), una detallada pero, en conjunto, injusta descripción
del famoso historiador griego.
Los
dos últimos tratados poseen
Su
prosa es aticista, teñida de clasicismo; los preceptos retóricos que él mismo
expone pretende aplicarlos en su Arqueología por medio de la imitación de sus
modelos preferidos (Lisias, Isócrates y Demóstenes). Como Isócrates, evita el
hiato y compone una prosa periódica; de Demóstenes toma las metáforas
atrevidas. Además confiere al género de la historia el tono retórico y
placentero que despreciaba Polibio (su antimodelo).
Utiliza
el presente histórico y abunda en el uso
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