«En
vista de que mis males me han conducido a este extremo, vestido con una piel
trabajo la tierra con cuatro óbolos de jornal, y voy filosofando con mi soledad
y con mi azada. Aquí al menos me parece sacar este beneficio, que ya no veré a
muchos que gozan de prosperidad de manera inmerecida; pues esto sería más
penoso»
En
este fragmento, Luciano de Samósata, un escritor de la Antigua Grecia, habla
sobre su situación actual como trabajador agrícola y la filosofía que lo
acompaña mientras trabaja en el campo. Aunque Luciano no era romano, su
descripción del trabajo agrícola es relevante para entender la mentalidad de
los romanos, ya que eran un pueblo de origen agrícola.
Luciano
describe que ha llegado a trabajar la tierra con una piel, lo que sugiere que
ha caído en desgracia y ha perdido su posición social anterior. Sin embargo, en
lugar de lamentarse por su situación, ha encontrado una especie de consuelo en
el trabajo manual y la soledad. Mientras trabaja en el campo, reflexiona sobre
la vida y la filosofía, lo que le permite encontrar algún beneficio en su
situación actual.
Además,
Luciano menciona que ya no verá a muchos que gozan de prosperidad de manera
inmerecida, lo que sugiere cierto amargura hacia aquellos que han logrado la
prosperidad sin haber trabajado tan duro como él. Esto también es relevante
para entender la mentalidad romana, ya que valoraban mucho el trabajo duro y la
virtud, y despreciaban la ociosidad y la corrupción.
En resumen, Luciano de Samósata describe su destino como trabajador agrícola de una manera que refleja la mentalidad de los romanos como un pueblo de origen agrícola, valorando el trabajo duro y la virtud mientras despreciaban la ociosidad y la corrupción.
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