Un hombre puede engañar a su
esposa; pero ser fiel a su país. Un hombre puede ser un degenerado y muy
depravado en su vida privada (¿y no estamos todos dominados por nuestros vicios
secretos?) y sin embargo, ser íntegro en un cargo público. En la casa de un
hombre puede reinar la extravagancia y no obstante, muchos de esos hombres son
frugales en el gobierno. También el reverso puede ser verdad: un hombre muy
puritano puede ser un desconsiderado con la libertad del pueblo y aquel ahorrativo
y poco gastador de su dinero, puede tirar por la ventana el tesoro público con
tal de comprar votos.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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