En 60 d. de C., cuando Corbulón, el gran general de
Nerón, tenía puesto sitio a Tigranocerta, la capital de los armenios, lanzó con
una catapulta po rencima de las murallas de la ciudad la cabeza de un noble
armenio. Ocurrió que cayó en medio de un consejo que estaban celebrando en ese
momento los ciudadanos, y de ese modo los convenció de que se rindieran.
( Frontino en "Estratagemas")
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