Tito Vinio (12 - 69) fue un general y político del
Imperio romano. Vinio se convirtió en uno de los hombres más poderosos durante
el reinado del emperador Servio Sulpicio Galba.
Plutarco cuenta con un gran número de historias
acerca de la juventud de Vinio. El escritor dice que cuando Vinio estaba
sirviendo en su primera campaña, trajo a la esposa de su comandante al
campamento y mantuvo con ella relaciones sexuales en los aposentos del general.
Vinio fue capturado y Calígula le condenó a muerte, aunque pudo salvarse
gracias al asesinato del emperador.
Según Plutarco y Tácito, cuando en una ocasión Vinio
fue invitado a cenar a palacio por el emperador Claudio, se apropió de una copa
de oro. Cuando Claudio tuvo noticias de esto, lo invitó de nuevo a cenar a la
noche siguiente, pero antes de que Vinio llegara, Claudio ordenó a sus
asistentes que retiraran los habituales recipientes de plata, sustituyéndolas
por vasos de cerámica. A pesar de todo, durante su gobierno proconsular de la
Gallia Narbonensis, Tácito escribe que administró la provincia con estricta
integridad.
Vinio sirvió como comandante de una de las legiones
estacionadas en la provincia de Hispania Tarraconense durante el gobierno de
Galba. Cuando tras la muerte de Nerón, Galba se proclamó emperador en el año
68, Vinio lo acompañó en su marcha hacia Roma. A su llegada a la capital
imperial, el nuevo emperador lo eligió como su colega para el consulado. Vinio
adquirió rápidamente una gran influencia dentro de palacio, de hecho, se decía
que él y otros dos, Cornelio Lacón, el prefecto de la Guardia Pretoriana e
Icelo Marciano, un liberto del nuevo emperador controlaban por completo todo el
imperio. Tal era la influencia que ejercían sobre el emperador que se les
conocía como "los tres pedagogos". Según los escritores Plutarco y
Suetonio, Vinio estaba ávido de dinero y estaba dispuesto a hacer cualquier
cosa a cambio de un soborno. Era muy conocido en Roma que la liberación del
prefecto Cayo Ofonio Tigelino, que había sido acusado de corrupción por el
emperador Nerón, se había producido tras el pago de una considerable retribución.
A principios del año 69, Galba se enfrentó a la
necesidad de elegir un sucesor. Tito Vinio por su parte apoyaba secretamente a
Otón, y había llegado en secreto a un acuerdo para casarse con su hija. Galba sin embargo se negó por primera vez a
seguir el asesoramiento de Vinio y designó como su heredero a Pisón Liciniano.
Otón respondió a esto persuadiendo a la Guardia Pretoriana para que le
proclamaran emperador. Cuando estallaron disturbios en las calles, Vinio
aconsejó a Galba permanecer en palacio y armar a sus esclavos para ayudar en su
defensa. Lacón e Icelo sin embargo aconsejaron a Galba salir de palacio y
mostrarse al pueblo. Galba por su parte decidió seguir el consejo de estos
últimos y a consecuencia de ellos fue asesinado. Vinio trató de huir, pero fue
ejecutado.
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