En 59 d. C., a partir de una disputa sin importancia se
produjo una terrible matanza entre colonos de Nuceria y de Pompeya, en el
transcurso de unos juegos de gladiadores ofrecidos por Livineyo Régulo, de cuya
expulsión del Senado ya di cuenta; pues con la licencia propia de las ciudades
pequeñas, empezaron por lanzarse denuestos, luego piedras, y al cabo tomaron
las armas... Se prohibió durante diez
años a los de Pompeya aquella clase de reuniones, y se disolvieron los colegios
que habían constituido ilegalmente. Livineyo y los otros que habían provocado
la sedición fueron castigados con el exilio.
( Tácito en "Anales " )
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