En su calidad de pontífex maximus, esto es, jefe del colegio
sacerdotal encargado de confeccionar el calendario del año religioso romano,
Cayo Julio César ordenó que había que añadir diez días cada año, y un día extra
a finales de febrero cada año. El sistema llamado por él juliano entró en vigor
el 1 de enero de 45 a. C., después de un año de 445 días que permitió volver a
ajustar el calendario a las estaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario