Vestal
(del latín, Vestalis y plural, Vestales) en la Religión de la Antigua Roma, era
una sacerdotisa consagrada a la diosa del hogar Vesta. Originalmente, es
probable que fueran dos, cuatro en tiempos de Plutarco y posteriormente, seis.
De su importancia dan prueba que el Colegio de las Vestales y su bienestar eran
considerados fundamentales para la continuidad y seguridad de Roma. Eran
sacerdotisas públicas Vesta publica populi Romani Quiritium y, en tanto que
tales, constituían una excepción en el mundo sacerdotal romano, que estaba casi
por entero compuesto de hombres.
Las
vestales debían ser vírgenes, de padre y madre reconocidos, y de gran
hermosura. Eran seleccionadas por el Pontífice Máximo a la edad de seis a diez
años. Su mayor responsabilidad era mantener encendido el fuego sagrado del
templo de Vesta, situado en el Foro romano por lo que tenían restringidos sus
movimientos.
Estaban
liberadas de las obligaciones sociales habituales de casarse y tener hijos, y
tenían voto de castidad para dedicarse expresamente al estudio y correcta
observancia de los rituales estatales que no podían efectuar los colegios
sacerdotales masculinos, como la preparación de la mola salsa que era utilizada
en sacrificios estatales. Estaban tocadas con un velo en la cabeza y portaban
una lámpara encendida entre las manos.
Cuando una
candidata a vestal era seleccionada, era separada de su familia, conducida al
templo donde le eran cortados los cabellos, y donde era suspendida de un
árbol[cita requerida], a fin de dejar claro que ya no dependía de su familia.
El
servicio como vestal duraba treinta años, diez de los cuales estaban dedicados
al aprendizaje, diez al servicio propiamente dicho y diez a la instrucción de
nuevas vestales.Transcurridos estos años podían casarse si querían, aunque casi
siempre lo que ocurría es que las vestales retiradas decidían permanecer
célibes en el templo.
Su
ocupación fundamental era guardar el fuego sagrado. Si éste llegaba a
extinguirse, entonces se reunía el Senado, se buscaban las causas, se
remediaban, se expiaba el templo y se volvía a encender el fuego. El fuego era
encendido usando la luz solar como fuente de ignición. La vestal que hubiera
estado de guardia cuando el fuego se apagaba, era azotada.
Además de
privilegios y honores por todas partes, las vestales podían testar aún viviendo
sus padres. Incluso disponer de lo suyo sin necesidad de tutor o curador.
Las
vestales tenían el privilegio de absolver a un condenado a muerte que
encontraran cuando éste era conducido al cadalso, siempre y cuando se
demostrase que el encuentro había sido casual.
El perder
la virginidad era considerado una falta peor incluso que el permitir que se
apagase el fuego sagrado. Inicialmente, el castigo era la lapidación; luego
esta pena fue sustituida por el decapitamiento y el enterramiento en vida y a
su compañero se le conducía al suplicio. Sin embargo, sólo se conocen veinte
casos en los que esta falta fue detectada y castigada.
Cualquier
ofensa contra ellas podía ser castigada con la muerte.
Las
vestales fueron disueltas por el emperador Teodosio El Grande en el año 394.
VESTIMENTA
Su
vestimenta principal constaba de una ínfula, un sufíbulo (suffibulum) y una
palla. La ínfula era una especie de venda, que era usada por sacerdotes y otras
figuras religiosas en Roma; la de las vestales era de lana blanca. El sufíbulo
era un velo blanco de lana que era utilizado durante rituales y sacrificios.
Generalmente, debajo tenían cintas de lana de color rojo y blanco, que
simbolizaban, la primera, el compromiso de las vestales para mantener el fuego
de Vesta y la segunda, su voto de pureza. La palla era un simple chal, largo,
típico de la vestimenta de las mujeres romanas que se recogía con un alfiler
sobre su hombro izquierdo.
VESTALIS
MAXIMA
La vestal
superiora (Virgo Vestalis Maxima o Vestalium Maxima, “la más grande de las
Vestales” o “Suma Vestal”) supervisaba las tareas de las vestales y estaba
presente en el Colegio de Pontífices. Según Tácito, la Vestalis Maxima Occia
presidió el Colegio de las vestales durante 57 años. La última Suma Vestal
conocida fue Coelia Concordia en el 380.
La
Vestalium Maxima fue la más importante Suma Sacerdotisa de Roma. La Flaminica
Dialis y la regina sacrorum mantuvieron la responsabilidad en exclusiva para determinados
ritos religiosos, pero su oficio se realizaba como parte de una pareja.
ALGUNAS
VESTALES
Las
vestales legendarias más conocidas fueron Rea Silvia, madre mítica de los
fundadores de Roma, Rómulo y Remo y Aemilia, que dice la leyenda, que cuando el
fuego sagrado se extinguió en una ocasión, oró a Vesta suplicándole ayuda, y
milagrosamente se reavivó al tirar un trozo de su vestido en los rescoldos
apagados.
CASA DE
LAS VESTALES
La Casa de
las Vestales era la residencia de las sacerdotisas vestales en Roma. Detrás del
Templo de Vesta (que albergaba el fuego sagrado), el Atrium Vestiae era un
edificio de tres plantas al pie del Monte Palatino.
FIESTAS
DE LAS VESTALES
Las fiestas principales de Vesta eran las Vestalias
(Vestalia) que se celebraban del 7 al 15 de junio. Únicamente el primer día,
era accesible su santuario (donde normalmente nadie podía entrar, excepto sus
sacerdotisas vestales) a las madres de familia que traían comida. Las
ceremonias eran oficiadas por las vestales y recogían grano y pasteles salados
para la fiesta. Era la única ocasión en que preparaban la mola salsa, porque
era el momento más sagrado de Vesta, y tenía que ser hecha de manera perfecta,
ya que se utilizaría posteriormente en todos los sacrificios públicos.
IMÁGENES DE LAS RUINAS DE LA CASA DE LAS VESTALES:
No hay comentarios:
Publicar un comentario