Envío
la presente por medio de un navío rápido especialmente fletado hasta Corinto, para transbordarla a otro igualmente rápido con destino a Brundisium, confiando en
que la sublevación en Grecia no lo intercepte. He dado instrucciones al correo
para que galope día y noche desde Brundisium a Roma. La enorme cantidad de
dinero que esto acarrea me la ha facilitado mi amigo Miltiades, etnarca de
Esmirna, quien únicamente suplica que el Senado y el pueblo de Roma no olviden
este favor cuando -como ha de ser inevitable- la provincia de Asia vuelva a ser
de Roma.
Quizá
no sepáis aún de la invasión del rey Mitrídates del Ponto, que ahora es dueño
de Bitinia y de nuestra provincia de Asia. Manio Aquilio ha muerto en las más
horrendas circunstancias
y Cayo Casio ha huido no sé dónde. Un cuarto de millón de soldados del Ponto se
encuentran al Oeste del Taurus, y el Egeo está lleno de escuadras pónticas, al
tiempo que Grecia se ha aliado con el Ponto en contra de Roma.
Pero
eso no es lo peor. El último día de Quinctilis, todos los romanos, latinos e
itálicos de la provincia de Asia, Bitinia, Pisidia y Frigia han perecido
asesinados por orden del rey Mitrídates del Ponto. También dieron muerte a sus
esclavos. Creo que la cifra de muertos gira entorno a ochenta mil ciudadanos y
setenta mil esclavos; un total de ciento cincuenta mil. Que yo no corriera
igual suerte se debe a hallarme privado de la ciudadanía, aunque tengo la
impresión de que el rey dio orden de que no se me hiciera nada. Buen regalo
para el perro de Hades. ¿En qué habría podido contribuir la salvación de mi
provecta vida para evitar la brutal carnicería de mujeres y niños romanos? Los
arrastraron desde los altares en que clamaban a los dioses, y sus cadáveres
insepultos aún se están pudriendo por orden del rey del Ponto. Este bárbaro monstruoso
se cree el rey del mundo y alardea diciendo que pisará suelo italiano antes que
acabe el año.
No
queda nadie al este de Italia que pueda hacer frente al desafío salvo los
nuestros de Macedonia. Pero no tengo esperanzas en Macedonia. Aunque no he
podido obtener confirmación,
se dice que Mitrídates ha organizado una expedición contra Tesalónica y que sus
tropas han entrado ya al oeste de Filipos sin encontrar resistencia. Tengo más
noticias referidas al escenario de Grecia, en donde un agente del Ponto llamado
Aristión se ha hecho con el poder en Atenas, convenciendo a casi toda Grecia
para que se ponga de parte de Mitrídates. Las islas del Egeo están en manos del
Ponto; disponen de flotas ingentes. Al caer Delos, dieron muerte a otros veinte
mil de los nuestros.
Os
ruego que os hagáis cargo de la obligada brevedad de ésta y que hagáis cuanto podáis
para evitar que este horrendo bárbaro Mitrídates se corone rey de Roma. Así de
grave es la situación.
( C.
McC. )
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