Cayo Mario, cónsul por quinta
vez, da las gracias al Senado y al pueblo de Roma por su preocupación y
consideración en relación con el asunto de los triunfos para él y su lugarteniente,
el procónsul Quinto Lutacio Catulo. Alabo a los padres conscriptos por su admirable frugalidad en decretar
un solo triunfo para cada uno de los generales romanos. No obstante, a mí me
preocupa más que a los padres conscriptos el gravoso coste de esta larga guerra.
Y lo mismo sucede con Quinto Lutacio. Por lo cual Cayo Mario y Quinto Lutacio compartirán
un solo triunfo. Que toda Roma sea testigo del acuerdo y avenencia de los generales
al desfilar juntos por sus calles. Por lo cual me complazco en notificar que
Cayo Mario y Quinto Lutacio Catulo celebrarán el triunfo en las calendas de
diciembre. Juntos. Viva Roma.
( C. McC. )
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