Metrodoro de Lámpsaco (el joven)
(en griego, Μητρόδωρος ο Λαμψακηνός, Mētrodōros o Lampsakēnos) (331 a. C.-277
a. C.) fue un filósofo griego de la escuela epicúrea. Aunque es uno de los
mayores exponentes del epicureísmo, sólo se conservan fragmentos de su obra.
Era nativo de Lámpsaco, ciudad
griega del Helesponto. El nombre de su padre era Ateneo o Timócrates y
el de su madre, Sande. Junto con su hermano Timócrates, acudió a la
escuela que Epicuro había levantado en su ciudad natal. Timócrates
pronto rompió con su hermano y con Epicuro, dedicándose el resto de su vida a
esparcir maliciosas habladurías sobre ambos. Metrodoro, por su parte, pronto
llegó a ser el discípulo más distinguido de Epicuro, con el cual vivió en
términos de la más estrecha amistad, y al que siguió más tarde a Atenas. No se
separó nunca de él, excepto una vez, por un período de seis meses, cuando hizo
una visita a su hogar.
Murió a los 53 años de edad, siete
años antes de que falleciera Epicuro, que le habría designado sucesor si
hubiera sobrevivido. Su esposa se llamaba Leontia. Dejó un hijo, al que
llamó Epicuro, en honor a su maestro, y una hija, de cuya educación se ocupó su
maestro, que los dejó al cuidado de Aminómaco y Timócrates de Potamo,
para que los criaran bajo su tutela y la de Hermarco.
Los días 20 de cada mes, los
discípulos del Jardín celebraban una fiesta para honrar a su maestro y a
Metrodoro.
Diogenes Laercio mencionó
una carta de Epicuro:
"Todos mis libros se
entregarán a Hermarco. Y si algo le sucediera a Hermarco antes de que crezcan
los niños de Metrodoro, Aminomaco y Timócrates darán de los fondos que legamos,
en la medida de lo posible, lo suficiente para sus diversas necesidades,
siempre que estén bien ordenadas. Y que se ocupen del resto según mis
disposiciones, para que todo se pueda llevar a cabo, en la medida en que esté
en su poder. De mis esclavos manumito a Mis, Nicias y Licón, y también le doy a
Fedrio su libertad ".
La filosofía de Metrodoro parece
haber sido de un género más sensual que la de Epicuro. La perfecta felicidad,
según el relato dado por Cicerón, consistiría en tener un cuerpo bien
constituido e inteligente y en mantenerlo siempre así. Según Séneca, Epicuro
colocó a Metrodoro entre aquellos que obtienen ayuda para abrirse camino hacia
la verdad.
Diógenes Laercio da la siguiente
lista de sus obras:
Contra los médicos (3 vol) – Πρὸς
τοὺς ἰατρούς, τρία
Sobre las sensaciones – Περὶ αἰσθήσεων
Contra Timócrates – Πρὸς
Τιμοκράτην9
Sobre la magnanimidad – Περὶ
μεγαλοψυχίας
Sobre la salud de Epicuro – Περὶ τῆς
Ἐπικούρου ἀρρωστίας
Contra los dialécticos – Πρὸς τοὺς
διαλεκτικούς
Contra los sofistas (9 vol) – Πρὸς
τοὺς σοφιστάς, ἐννέα
Sobre el camino de la sabiduría –
Περὶ τῆς ἐπὶ σοφίαν πορείας
Sobre el cambio – Περὶ τῆς μεταβολῆς
Sobre la riqueza – Περὶ πλούτου
Sobre la nobleza – Περὶ εὐγενείας
Contra Demócrito – Πρὸς Δημόκριτον
Metrodoro también escribió contra
el Eutifrón, y contra el Gorgias de Platón. Pequeños fragmentos de la obra
Sobre la riqueza se encontraron entre los restos carbonizados de la Villa de
los Papiros de Herculano. Filodemo hizo uso de este trabajo para
algunos de los suyos. Este autor cita a Metrodoro como autor de la opinión de
que la pobreza de los cínicos debía ser rechazada en favor de una vida más
acomodada, aunque la riqueza no sea la felicidad.
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