Era César muy diestro en el manejo de las armas y
caballos y soportaba la fatiga hasta lo increíble; en las marchas precedía al
ejército, algunas veces a caballo, y con más frecuencia a pie, con la cabeza
descubierta a pesar del sol y de la lluvia. Salvaba largas distancias con
increíble rapidez, sin equipaje, en un carro de alquiler, recorriendo de esta
forma hasta cien millas por día. Si le detenían los ríos, los pasaba a nado o
sobre odres henchidos, y con frecuencia se anticipaba a sus correos.
( Suetonio )
No hay comentarios:
Publicar un comentario