Es un color lo que ellos aplauden,
es un color lo que ellos aman, y si en plena carrera y en medio de la competición
se intercambiasen los colores, éste para allí y aquél para aquí, el favor y el
entusiasmo de la gente cambiarían igualmente, y abandonarían repentinamente a
aquellos famosos aurigas, a aquellos famosos caballos, a los que reconocen a lo
lejos, y cuyos nombres aclaman .
( Plinio el Joven )
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