Alarico I
(c. 370-c. 410), rey de los visigodos (396-410), nacido en una isla
situada en el delta del río Danubio. Durante su juventud, los visigodos
emigraron al oeste, huyendo del ataque de los hunos y sirviendo como tropas
mercenarias auxiliares del emperador romano Teodosio I el Grande; las primeras
noticias que se tienen de Alarico le sitúan en el año 394 como jefe de dichas
fuerzas.
Tras ser derrotado por el general romano Flavio Estilicón, Alarico se retiró con su botín y consiguió del nuevo emperador romano de Oriente, Arcadio, una comisión como prefecto de la provincia romana de Iliria.
Cuando Arcadio murió en el 408, Roma abandonó su plan de
atacar a Oriente, por lo cual Alarico exigió 1.814 kg de oro como compensación.
A petición de Estilicón, el gobierno romano accedió a esta exigencia, pero poco
después, Flavio Honorio ordenó la ejecución de Estilicón y canceló el acuerdo.
Alarico invadió Italia, sitió Roma y exigió un gran rescate. En el año 410, sus
tropas tomaron y saquearon la capital del Imperio romano de Occidente. Una gran
tormenta obligó a Alarico a abandonar su siguiente campaña, la invasión de
Sicilia y el norte de África. Murió poco después y le sucedió en el trono
visigodo su cuñado Ataúlfo.
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