Es asombroso cómo si consideras los días pasados en Roma uno a uno, existe o parece existir una razón de ser, pero, si conocieras varios días en conjunto, no hay ninguna.... Todo parece esencial en el día concreto en el que se hizo una cosa, pero si piensas que has hecho lo mismo cada día, parece absurdo, tanto más si te alejas de ello. Esto me sucede a mí, cuando en mi Laurentino me dedico a leer o escribir algo... ¡Oh mar, oh litoral, verdadero y apartado santuario de las Musas, cuántas cosas nos descubrís, cuántas cosas nos dictáis!...
( Plinio el Joven )
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