martes, 23 de septiembre de 2014

EL PUEBLO Y LAS INSTITUCIONES RECLAMAN A SUS HIJOS PARA EL GOBIERNO


El Senado y el pueblo romano, queriendo honrarme, designaron Cónsules, con intención de que asumiesen la magistratura cinco años más tarde y cuando tenían quince, a mis hijos [adoptados] Cayo y Lucio Césares, a quienes, muy jóvenes, me arrebató la Fortuna Y el Senado decretó que asistiesen a sus deliberaciones desde el mismo día en que fuesen presentados en el Foro. Los Caballeros de Roma, por su parte, unánimemente los denominaron Príncipes de la Juventud y les obsequiaron los escudos ecuestres y las lanzas de plata.


( Octavio Augusto )


No hay comentarios:

Publicar un comentario