Publio Nigidio
Fígulo (en latín, Publius Nigidius Figulus; c. 98 a. C.-45 a. C.) fue un
político, erudito, matemático, astrólogo, filósofo y gramático romano del siglo
I a. C.
Sus orígenes
familiares no se conocen con seguridad. Según Wiseman, era de origen pompeyano
y por tanto un homo novus. Según Gruen, podría descender de Cayo Nigidio
que fue pretor a mediados del siglo II a. C. y por tanto de rango pretorio.
Nigidio fue miembro de la gens Nigidia, que está ampliamente representada en la
región campana alrededor de Pompeya.
Nigidio era
senador en el año 63 a. C. Pudo haber ejercido la edilidad en el año 61 a. C.,
ya que estuvo implicado en el juicio del año 59 a. C. contra Cayo Antonio
Híbrida supuestamente en calidad de iudex quaestionis. En el ámbito
político, Fígulo ocupó varios cargos públicos, incluyendo el de edil en el año
58 aC y el de pretor en el año 57 aC Durante su mandato como pretor, se encargó
de la administración de la provincia romana de Bitinia, en la actual Turquía.
Desde el siglo XIX se ha pensado que ocupó el tribunado de la plebe en el año
59 a. C., pero esto supone una irregularidad en su cursus honorum que puede
descartarse.
Amistó con Cicerón y ostentó cargos en Asia Menor en 52 a. C. Acumuló allí gran cantidad de conocimientos y reinstauró y divulgó el Neopitagorismo al volver a Roma; conoció gran fama como erudito y sobre todo como astrólogo y adivino, en especial mediante la llamada brontomancia o adivinación por el ruido de los truenos. Durante la guerra civil entre Julio César y Pompeyo se granjeó el favor de este último. Fue enviado al exilio por César en 46 a. C. Murió en 45 a. C. cuando volvía a Roma gracias a la intercesión de su amigo Cicerón como recuerda Suetonio.
Se considera a
Fígulo un exponente del eclecticismo erudito de origen alejandrino, a la manera
de Marco Terencio Varrón. Además, promovió el Neopitagorismo en
Roma, que mezcló con elementos órficos y motivos mágicos y astrológicos de
origen oriental. Dos siglos después de su muerte, Aulo Gelio lo comparó
con Varrón, considerando a ambos los mayores eruditos de aquella época.
Fígulo también fue conocido por su amistad con el poeta y filósofo romano Lucrecio, autor del poema épico "De rerum natura". De hecho, se dice que Fígulo ayudó a Lucrecio a superar una depresión y le animó a completar su obra maestra.
A pesar de su
fama como erudito y político, poco se sabe sobre la vida personal de Publio
Nigidio Fígulo. Su legado se ha conservado en gran medida a través de las obras
de otros autores, como el historiador romano Plinio el Viejo y el filósofo
griego Plutarco, quienes mencionan a Fígulo en sus escritos.
Nigidio Figulo
fue citado por Apuleyo en su Apología, 42 y por San Agustín de Hipona
en De civitate Dei, V, 3. Aunque todas las obras propias de Fígulo se han
perdido, se conoce su pensamiento a través de las referencias a él que hacen Séneca,
Aulo Gelio, Servio y Macrobio, que citan los siguientes títulos suyos.
Sobre
astronomía y filosofía pitagórica: De exitis, De auguria privata, De somnis, De
dis.
Sobre ciencia
natural: De animalibus, De vento, De terris.
Sobre
Gramática: Commentarii gramatici.
Sobre Retórica: De gestu
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