sábado, 9 de agosto de 2014

LAS CLASES SOCIALES EN ROMA




Cuando las tribus de pastores nómadas se instalan en el monte Palatino son, seguramente, algunos centenares. Pero, bajo el Alto Imperio, Roma contará con una población de un millón de habitantes (cifras extremas propuestas: entre 500.000 y 1.600.000). Es evidente que la estructura de la sociedad romana varió al mismo tiempo que la ciudad; por ello es necesario estudiarla en su evolución histórica.




Demografía 

Todo el Imperio romano quizá contaba con unos cincuenta millones de habitantes (número muy vago, que sólo es una apreciación cuantitativa). Durante mucho tiempo se distinguieron los ciudadanos romanos (es decir, los que tenían el derecho de ciudadanía) de los que no eran ciudadanos romanos: los extranjeros o peregrinos, y los bárbaros.

Desde 212 d. de J.C. (Edicto de Caracalla), la ciudadanía romana se hace extensiva a todos los hombres libres del Imperio.




Junto a los hombres libres se encuentra la enorme masa de esclavos y los antiguos esclavos liberados, los libertos. Todos estos individuos viven y trabajan en Roma o en las provincias del Imperio.

Los eruditos contemporáneos han intentado penetrar en los caracteres de la demografía romana apoyándose en los descubrimientos de la arqueología (estelas funerarias, inscripciones, etcétera).

El húngaro Szilagyi ha tratado de calcular la duración media de la vida de un romano en función de su profesión; he aquí algunos resultados extraídos de sus apreciaciones:

Los cálculos de Szilagyi nos enseñan, además, que las mujeres, por lo general, vivían menos años que los hombres, y que la longevidad era sensiblemente más importante en el campo que en las ciudades (en particular, en Roma).




Las estructuras sociales primitivas: "gens" tribu, curia


Los pastores nómadas indoeuropeos estaban divididos en clanes (gens), análogos al genos de los aqueos. El jefe de la gens era el familiar varón más viejo, el pater.

La gens no sólo comprendía a todos los miembros de una misma familia (con las ramas colaterales de sobrinos, hijos de sobrinos, etc.), sino también a personas extrañas a la gens, que eran llamados clientes. El lazo que unía a cada cliente con el pater se llamaba la fides ("fe", acto de confianza recíproca).

Los primitivos clanes romanos formaban tres tribus: los Ticienses, los Ramnes y los Luceres. Cada tribu se dividía en curias, que podían equipar a 100 guerreros. Cada una de ellas estaba representada por diez patres en la asamblea del pueblo.




Había, pues, en total, 300 patres (los patres conscripti o senadores) y un "ejército" virtual de 3.000 hombres (más 3 escuadrones de 30 jinetes, un escuadrón por tribu).

Los padres conscriptos elegían un jefe: el rex (rey), cuya insignia era la lanza (hasta). Los padres formaban la clase de los patricios. Esta clase se opuso a los que ya ocupaban el terreno antes de la llegada de los colonos nómadas y que instalados, sin duda, primitivamente en el monte Aventino, constituían la clase de los plebeyos.

Estos últimos estaban en inferioridad política y social, ya que las asambleas del pueblo (los comicios) sólo agrupaban a las curias (llamadas comicios curiados).



Bajo la dominación etrusca, Roma se convirtió en una ciudad rica y floreciente. El rey Servio Tulio, según la tradición, fue el refundidor de un sistema social caracterizado por una doble división:

- División de la ciudad en cuatro barrios, las tribus territoriales, el pertenecer a una tribu no dependía del nacimiento, sino del lugar donde se habitaba.

- División de los ciudadanos (patricios o plebeyos) en cinco clases, según su fortuna (al principio, los patricios, que eran los más ricos, sin duda, constituían la primera clase; pero más tarde también se incluía en ella a numerosos plebeyos).

En el siglo III a. de J.C., después de los progresos políticos realizados por la plebe, el número de tribus ha llegado a 35. A las cinco clases corresponden grupos de 100 hombres, las centurias (hay, en total, 193).




Al principio, parece ser que se trataba de un grupo de 100 guerreros; en la época en que nos situamos, son grupos electorales (cada centuria cuenta por una voz). La representación electoral es favorable a la primera clase (la más rica), como lo demuestra la división siguiente:

Primera clase

18 centurias ecuestres (orden de los caballeros)
70 centurias comunes

Segunda, tercera, cuarta y quinta clases

100 centurias

Artesanos, músicos, etc.

4 centurias

Proletarios

1 centuria

Total 193 centurias

En el siglo II, después de la desaparición de la clase media, sólo quedan en Roma dos clases: los ricos (senadores y caballeros) y los pobres. Bajo el Imperio, el orden senatorial comprende, no sólo elementos salidos de la antigua nobleza, sino también hombres nuevos, hasta entonces apartados de la vida política y de las magistraturas. La ley distingue a las personalidades importantes (honestiones) de la gente sencilla (humiliores).

División de la clase acomodada
- El orden senatorial integraba a los propietarios rurales, a los hombres llegados de las provincias y a los caballeros (lo que es nuevo: bajo la república estaba prohibida cualquier actividad comercial a los senadores y a los magistrados, y los caballeros constituían, como ya se sabe, una clase de comerciantes).

La nobilitas desapareció, en provecho de los recién llegados, que no tenían tradición política y que estaban completamente entregados al régimen imperial (era necesaria una fortuna mínima de un millón de sestercios para pertenecer al orden senatorial).

- El orden ecuestre alcanzó su apogeo bajo el Imperio. Sus filas se abrieron a los recién llegados, y resulta difícil precisar cómo está compuesta esta clase: Existen los que llevan el anillo de oro, insignia de su poder, y que tienen derecho a un caballo público; la burguesía municipal, los publicanos encargados de las funciones administrativas y de recuperar los denarios del Estado, como sus homólogos al final del Imperio, y los conductores.

En conjunto, es una clase de gente enriquecida, sin prejuicios políticos y dispuesta a sostener la política de los emperadores (se necesitaba una fortuna mínima de 400.000 sestercios para pertenecer al orden ecuestre).

- En las provincias, aquellos cuya fortuna llegaba a 50.000 sestercios formaban el orden de los decuriones. Era el orden de los pequeños advenedizos de provincias, de los artesanos acomodados, de los militares que habían acumulado un peculio, etcétera.





Bajo Imperio 

Asistimos a un gran cambio de la sociedad romana, ya presentido en la época clásica. Junto a los senadores, a los caballeros y a los decuriones, figuran innumerables funcionarios militares o civiles que aumentan las filas de los favorecidos por la fortuna.

Cuando el cristianismo se desarrolla, surge un nuevo cambio social, que será luego conservado por los bárbaros y que marca el punto de partida de la sociedad medieval.

La sociedad romana tiende a dividirse en categorías profesionales, en castas más o menos jerarquizadas: las funciones se hacen hereditarias (se es panadero de padre a hijo, mercader de padre a hijo, etc.). En esta época aparece una importante clase, constituida por hombres dedicados a la actividad agrícola: Los colonos.

No son esclavos, sino individuos que gozan de ciertos derechos civiles, aunque están sometidos a una restricción capital: el colono está vinculado a la tierra que cultiva; no puede dejarla, ni romper el contrato de colonat, que lo liga al propietario; es servus terrae (siervo de la gleba; es decir, esclavo de la tierra que cultiva).
Estos colonos prefiguran a los siervos de la Edad Media.




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