sábado, 30 de agosto de 2014

EL LEGADO AULO HIRCIO OPINA SOBRE SU COMANDANTE EN JEFE CAYO JULIO CÉSAR




Era consciente de que el alivio no había llegado tras la respuesta de César. Éste parecía tan relajado, tan tranquilo, igual que siempre había sido: un hombre con absoluto control, nunca agobiado por la duda, siempre con dominio de sí mismo y de los acontecimientos. ¿Sería por eso por lo que los legados lo amaban? Por definición, César no debería haber sido un hombre capaz de inspirar amor, y sin embargo lo inspiraba. Y no porque lo necesitase. Porque... porque... oh, ¿por qué? ¿Porque era lo que todo hombre quería ser?



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