domingo, 12 de abril de 2020

SAN JERÓNIMO DE ESTRIDÓN DESCRIBE LAS INVASIONES BÁRBARAS


 

El pequeño número de los que sobrevivimos fue gracias no a nuestros méritos, sino a la misericordia del Señor. Pueblos innumerables y feroces han ocupado el conjunto de las Galias. Todo el país que se extiende entre los Alpes y los Pirineos, el que limita con el Océano y el Rin, ha sido devastado por Quados, Vándalos, Sármatas, Alanos, Gépidos, Hérulos, Sajones, Burgundios, Alamanes y -terrible desgracia- los Panonios se han convertido en enemigos, pues Assur ha llegado con ellos.

 

Maguncia, en otro tiempo ilustre, ha sido tomada y saqueada. En su iglesia, millares de hombres han sido masacrados. Worms ha sido reducida después de un largo asedio. Las prepotentes urbes de Reims, Amiens, Arras, Tournai, Espira y Estrasburgo han sido trasladadas a Germania. Las provincias de Aquitania, Novempopulania, Lugdunense y Narbonense, salvo un pequeño número de ciudades, han sido completamente saqueadas.

 

Las ciudades han quedado despobladas por la espada y el hambre. No puedo recordar sin lágrimas a Tolosa, cuya ruina solo ha sido impedida por el mérito de su santo obispo Exuperio. Hispania misma, tiembla recordando la irrupción de los cimbrios”.

( San Jerónimo de Estridón en "Carta a Geruchia")


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