Efialtes (en griego antiguo: Ἐφιάλτης; ¿?-461 a. C.), fue un
antiguo político ateniense del siglo V a. C., que se convirtió en el jefe del
partido democrático de Atenas, a partir de 465 a. C., y que se opuso al
aristócrata Cimón, cabeza del partido aristocrático. Junto con Pericles,
emprendió una serie de reformas políticas y sociales.
Efialtes es considerado por muchos historiadores
modernos, como el político que marcó el inicio de la "democracia
radical", por la que Atenas sería famosa en adelante. Efialtes, sin
embargo, no viviría durante mucho tiempo para participar de esta nueva forma de
gobierno. En 461 a. C., fue asesinado a instigación de oligarcas resentidos, y
el mando político de Atenas pasó a su adjunto: Pericles.
Efialtes aparece en la historia
primero como estratego al mando de una flota ateniense en el mar Egeo, en 465
a. C. Sostenía que Esparta rivalizaba con Atenas por la hegemonía, y dirigió
en vano la campaña contra el envío de refuerzos a los espartanos durante la
rebelión de los hilotas (462 a. C.) Después, en agosto del 463 a. C., de
rechazo a la petición de ayuda militar de Esparta para acabar con una revuelta
de los hilotas. Cimón, el político ateniense más destacado de la época,
era pro-espartano y abogó por enviar ayuda argumentando que Grecia no debía
permitirse cojear, ni Atenas verse privada de su compañera de yunta. Efialtes,
mientras tanto, argumentó que Esparta y Atenas eran enemigas por naturaleza, y
que Atenas debía alegrarse de la desgracia de Esparta mejor que ayudarla a
recuperarse. Cimón, sin embargo, venció en el debate, y fue enviado a Esparta
con 4.000 hoplitas.
En 462 a. C., Efialtes y sus
aliados políticos empezaron a atacar al Areópago, un consejo compuesto
de antiguos arcontes que era una fuerza tradicionalmente conservadora. Según Aristóteles
y algunos historiadores modernos, Atenas había sido gobernada, desde
aproximadamente el 478 a. C., bajo una informal «Constitución Areopagita», bajo
el liderazgo de Cimón. Las atribuciones del Areópago no estaban muy definidas.
En la época de las Guerras Médicas alcanzó un prestigio considerable y un
influyente papel político. El Areópago era el bastión tradicional del
conservadurismo y el principal apoyo de Cimón y del partido aristocrático.
Efialtes empezó su campaña
contra este cuerpo enjuiciando a ciertos miembros por mala administración.
Habiendo quitado fuerza al prestigio del consejo, Efialtes persuadió a la
Asamblea para reformar el Areópago, limitó su poder y le dejó únicamente jurisdicción
para los casos de homicidio y crímenes religiosos; y la administración de las
propiedades sagradas. Efialtes propuso a la Ecclesia, o la asamblea popular,
una serie radical de las reformas que dividió los poderes, tradicionalmente
ejercidos por el Areópago, entre el consejo democrático de la Boulé, la propia
ecclesia, y los tribunales populares.
Algunos historiadores han
argumentado que Cimon y sus hoplitas estaban todavía en el Peloponeso en la
época de esta propuesta, mientras que otros han argumentado que la propuesta
fue después de su regreso. Aquellos que sitúan las propuestas durante la
ausencia de Cimón, sugieren que intentaron derrocarle a su regreso, mientras
que aquellos que creen que estaba presente durante las propuestas, creen que se
opuso a ellas en el debate inicial. Todos están de acuerdo en que su
resistencia fue condenada al fracaso, debido al hecho de que su ejército de
hoplitas fue despedido por los espartanos groseramente, acción que demolió el
prestigio político de Cimón y de otros atenienses pro-espartanos.
El éxito de las reformas de
Efialtes fue seguido por el ostracismo de Cimón, que dejó a Efialtes y su
facción el control del estado, aunque la democracia ateniense bien establecida
de los años posteriores no se había asentado aún completamente; las reformas de
Efialtes parecen haber sido solamente el
primer paso del programa del partido democrático. Efialtes, sin embargo, no
viviría para ver el desarrollo adicional de esta nueva forma de gobierno. En el
461 a. C., fue asesinado por un tal Aristódico de Tanagra, como parte de
un complot oligárquico. Pericles, su aliado político se encargaría de
terminar la transformación gubernamental y dirigir a Atenas durante varias
décadas.
La tragedia Las Euménides, de
Esquilo, testimonia en cierta medida las ideas y sentimientos despertados en el
pueblo ateniense por estas nuevas medidas.
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