He aquí lo que se supo acerca de esta conjuración
y de la manera cómo pereció Domiciano. No sabiendo los conjurados dónde ni cómo
lo atacarían, si en la mesa o en el baño, Esteban, intendente de Domitila,
acusado entonces de malversación, les ofreció sus consejos y su brazo. Para
evitar sospechas, fingió tener una herida en el brazo izquierdo, y lo llevó
durante muchos días rodeado de lana y vendajes. Llegado el momento, ocultó en
él un puñal, e hizo pedir una audiencia al emperador para denunciarle una
conspiración. Introducido en su cámara, mientras Domiciano leía con espanto el
escrito que acababa de entregarle, lo hirió en el bajo vientre. Herido el
emperador, trató de defenderse, cuando Clodiano, legionario distinguido,
Máximo, liberto de Partenio, Saturio, decurión de los cubicularios, y algunos
gladiadores, cayeron sobre él y le dieron siete puñaladas.
( Suetonio )
No hay comentarios:
Publicar un comentario