Burebista
(a veces escrito como Birebistas o Berebistas, nombre en griego antiguo, Βυρεβίστας, Βοιρεβίστας) fue un rey de los getas y los
dacios, que erigió un extenso aunque breve imperio en las tierras del Danubio
entre los años 82 y 44 a. C., unificando estas tribus por primera vez. Dirigió
saqueos y redadas de conquista a través de la zona central y el sudeste de
Europa, subyugando a la mayoría de las tribus vecinas. Después de su asesinato
en un golpe de palacio su imperio fue dividido en Estados más pequeños.
Sólo
tres fuentes antiguas sobre Burebista sobreviven: Estrabón: Geographica 7.3.5,
7.3.11 y 16.2.39 (quien deletrea su nombre como Byrebistas y Boirebistas);
Jordanes: Getica 67 (deletrea su nombre como Buruista); y una inscripción en
mármol encontrado en Balchik, Bulgaria, que actualmente se exhibe en el Museo
Nacional en Sofía, la cual representa un decreto por los ciudadanos de
Dionysopolis sobre Akornion.
El
desarrollo de una economía basada en la Cultura de La Tène en el tercer y
segundo siglo a. C., dejó el poder político consolidado a través de uniones
tribales. Tales uniones regionales fueron ambas encontradas entre los dacios de
Transilvania (bajo la ley de Rubobostes) y los getas de Moldavia y de Valaquia
(con un centro de poder en Argedava).
Unificó
a la población tracia desde el río Hercinica (el actual Morava) al oeste, hasta
el Bug meridional en el este, y desde los Cárpatos septentrionales hasta
Dionisópolis, eligiendo su capital (llamada Argedava o Sargedava) cerca de
Costeşti, actualmente al suroeste de Rumania, en las colinas Orăştie, donde se
erigieron las fortalezas dacias de las montañas Orastia.
Esta
alianza era probablemente un Estado débilmente centralizado, con una
organización militar similar a la del período helenístico. El grado exacto de
centralización está bajo discusión con los arqueólogos. Algunos, como K.
Lockyear, niegan la existencia de un estado, porque la evidencia arqueológica
muestra mucha diversidad regional, con solo unas pocas tendencias en toda la
región. Otros, como A. Diaconescu, discuten esto, concliuyendo que había una
estructura política centralizada.
Durante
la ley de Burebista, casi toda la producción fue por personas libres.
Estrabón
escribió que Burebista fue capaz de obtener la obediencia completa de su tribu
con la ayuda de Decaeneus, un brujo y un adivino que aprendió su oficio en
Egipto. La obediencia de las personas a Burebista era tan completo que eran
incluso persuadidos para cortar sus parras y dejar de beber vino. Jordanes
alega además que el sumo sacerdote tenía "casi poderes reales" y
enseñó a los "godos" un código de leyes llamado las "leyes
belagines", pero también ética, filosofía y ciencias, incluyendo física y
astronomía.
En el
corazón del imperio de Burebista, en las Montañas Orăștie, construyó un sistema
de fortificaciones de piedra en la parte más alta; el más importante de estos
fuertes está localizado hoy en los pueblos de Costeşti, Blidaru, Piatra Roşie y
Băniţun.
Burebista
dirigió una política de conquista de territorios nuevos: en 60/59 a. C. Por el
oeste atacó y venció a las tribus celtas de boii y taurisci, que habitaban a lo
largo del Danubio y en lo que es ahora Eslovaquia. Después de 55 a. C. y
probablemente antes del 48 a. C., Burebista conquistó la orilla de Mar Negro,
subyugando las fortalezas griegas desde Olbia a Apolonia, así como toda la
Llanura panónica de los Balcanes. Estrabón
también menciona las expediciones contra un grupo de celtas que vivían entre
los tracios y los ilirios (probablemente los escordiscos).
Por
el este, con ayuda de los bastarnos como aliados, sometió e impuso un
protectorado a las ciudades griegas del Ponto Euxino, desde Apolonia de Tracia (actual
Sozopol) hasta Olbia, y extendió su poder hasta Tracia. De esta forma, logró
extender su reino hasta el Danubio y el Morava.
La
única polis griega con la que Burebista tuvo buenas relacione fue Dionisópolis.
Según un decreto encontrado en esta ciudad, Akornion, un ciudadano de
Dionisópolis, fue un jefe de asesores (πρῶτοσφίλος, literalmente "primer
amigo") de Burebista.
En la
cima de su poder, el imperio de Burebista se extendió desde los modernos
Cárpatos eslovacos a los Balcanes y del río Danubio al mar Negro. Estrabón
afirma que los getas podrían juntar hasta 200.000 soldados en tiempos de
guerra, un número bastante improbable, pero que podría representar el número
total de hombres capaces, no el número de un ejército. Burebista fue un digno
rival para los romanos, cuando su ejército cruzaba el Danubio y saqueaba
rápidamente las ciudades romanas en Tracia, Macedonia e Iliria.
El 48
a. C., Burebista se puso del lado de Pompeyo durante su lucha en contra de
Julio César en la guerra civil romana, enviando a Akornion como un embajador y
un asesor militar. Después de que Cesar emergió tan victorioso, planeó enviar
legiones para castigar a Burebista, pero fue asesinado en el Senado antes de
llevar la orden a cabo, el 15 de marzo de 44 a. C.10 No obstante el
"problema geta/dacio" todavía pervivía en época de Augusto, quien
envió una expedición militar contra sus sucesores.
Burebista
solo sobrevivió a César por un corto periodo. En el mismo año fue asesinado en
un complot por la aristocracia tribal, quienes sentían que un estado
centralizado reduciría su poder. Después de su muerte, el imperio se disolvió,
con la excepción del núcleo alrededor de las montañas Orăştie, mientras el
resto del territorio se dividió en varios reinos. Cuándo Augusto César envió
un ejército contra los getas, el estado anterior de Burebista fue dividido en
cuatro estados.
En
Rumanía, a principios de la década de 1970, el régimen de Nicolás Ceaucescu
utilizó una interpretación nacionalista y cuestionable de la historia antigua
como manera de legitimar su propio gobierno.
Por ejemplo, Burebista, un gran conquistador, fue visto como un mero
"unificador" de las tribus dacias.
Como
parte de esta tendencia, en 1980 el gobierno rumano declaró la celebración del
2050º aniversario de la fundación del "unificado y centralizado"
estado dacio de Burebista, haciendo comparaciones con la Rumania de Ceauşescu y
reclamando una ininterrumpida existencia del estado desde Burebista a
Ceauşescu. La película épica Burebista (1980) basada en la vida del rey, fue
estrenada ese mismo año, celebrándole como el Padre de la Patria rumano.
Esta
conmemoración dirigió la prensa para notar las "semejanzas" entre
Burebista y Ceauşescu, e incluso historiadores profesionales como Ión Horaţiu
Crişun hablaron sobre Burebista en maneras aproximadamente similares a como los
activistas del partido hablaron de Ceauşescu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario