lunes, 15 de octubre de 2018

BATALLA DE MURSA MAJOR


La batalla de Mursa Major tuvo lugar en 351 entre un ejército romano dirigido por el emperador Constancio II y las fuerzas del usurpador Magnencio.
 
Antes de la batalla, Constancio envió a Flavio Filipo, su prefecto del pretorio oriental, a negociar con Magnencio, formalmente, para negociar la paz, pero en realidad para descubrir la fortaleza del enemigo. Filipo les propuso retirarse y conservar la Galia. Después de esta misión infructuosa, uno de los comandantes de Magnencio, el franco Claudio Silvano, desertó con sus hombres para unirse a Constancio. Silvano dirigía un ala fuerte de la caballería de Magnencio.
 
La batalla fue una de las más sangrientas en la historia de Roma, y además la primera vez que los legionarios romanos fueron derrotados por caballería pesada. De acuerdo con Zonaras (xiii 8.17), Magnencio perdió dos tercios de sus tropas, y Constancio la mitad de su ejército, un total de cincuenta y cuatro mil soldados, en una época en la que el Imperio romano tenía muchos enemigos externos.
 
La batalla también tenía un significado religioso. Magnencio restauró algunos derechos a los paganos, mientras que Constancio incluso llegó a dejar el campo de batalla para predicar en la tumba cercana de un mártir.
 
Magnencio, que perdió en la batalla a su magister officiorum Marcelino, sufriría posteriormente una segunda y decisiva derrota dos años más tarde en la Batalla de Mons Seleucus.


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