jueves, 14 de agosto de 2014

FLAGELACIÓN Y CIUDADANÍA ROMANA




La flagelación pública era una de las cosas que marcaba las diferencias entre un ciudadano romano y otros que no se les consideraba como tales.


No se podía flagelar a un ciudadano romano, pero a los no ciudadanos sí. En el peor de los casos a un ciudadano romano se le podía castigar y apalear con las varas que componían las fasces de un lictor, pero su espalda era inviolable, estaba legalmente protegida del contacto de un látigo de correas de cuero.









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