jueves, 14 de mayo de 2015

JULIO CÉSAR ADMINISTRANDO JUSTICIA EN LA GALIA





El viaje de Rávena a Placentia no fue demasiado malo, porque César paraba a menudo para celebrar sesiones jurídicas regionales en las ciudades principales a lo largo de la vía Emilia: Bononia, Módena, Regio, Parma, Fidentia. Pero lo que un gobernador ordinario tardaba una nundinum en resolver, César lo resolvía en un día; y luego continuaba hasta la ciudad siguiente. La mayoría de los asuntos eran financieros, normalmente de carácter civil, y era raro que hubiera necesidad de formar un jurado. César escuchaba con atención, hacía las sumas mentalmente, daba unos golpecitos sobre la mesa con el extremo de su varita de marfil, símbolo de su imperium, y emitía su juicio. El siguiente caso, por favor... ¡vamos, vamos! Nadie se atrevía a discutir nunca sus decisiones, porque su eficiencia metódica desanimaba a ello más que cualquier otra cosa que tuviera que ver con la justicia. Justicia era lo que recibía el vencedor; el perdedor nunca.






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