Antes eran los fenicios ( cartagineses) los únicos que
explotaban ese comercio...., ocultando a todos su ruta; y en una ocasión en que
los romanos siguieron a un navegante cartaginés para conocerla también ellos,
el navegante, por celo, encalló voluntariamente en un bajío, y después de
arrastrar a su misma perdición también a sus perseguidores, se salvó de entre
los restos del naufragio y recibió del erario público de Cartago el precio de
las mercancías que había perdido.
( Estrabón, en "Geografía").
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