"Quinto,
quiero que tus legados de menor rango dediquen sus ratos de ocio a buscar
hombres de confianza entre mis centuriones y los utilicen para evaluar la
actitud de mis legiones. No he percibido señales de motín, pero los días en que
confiaba plenamente en mis huestes han quedado atrás. La mayoría de los hombres
que Ventidio reclutó en Placentia son veteranos, y me consta que excluyó a los
descontentos. En todo caso debemos permanecer atentos."
( Era
terrible comprobar que César, el general soldado, pensaba de ese modo en el
presente. Sin embargo tenía razones para ello. El motín era insidioso. Cuando
los hombres que manipulaban a la tropa descubrían que era posible, éste se
convertía en una
manera de controlar al general. En el ejército la situación era inestable desde
que Cayo Mario admitió en las legiones a los miembros del censo por cabezas que
tenían prohibido poseer tierras, y el motín era sólo un síntoma más de esa
inestabilidad. César buscaría una solución ).
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