Muerte de Cayo Graco en un cuadro de Lebrun, 1797.
La historiografía de inspiración aristocrática retratará a
los Gracos como a dos perturbadores de la república, aspirantes a la tiranía;
sin embargo, el pueblo seguirá siendo fiel a su nombre. Algunos políticos
romanos posteriores, los "populares", invocarán a menudo sus nombres,
tal vez con el fin de hacer carrera o conseguir poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario