Cartimandua
(Cartismandua) (ca. 43–69) fue la última reina de la tribu celta de los
brigantes, la más populosa de Gran Bretaña en los tiempos iniciales de la
conquista romana. Su nombre significa «elegante caballo».
Cuando
en el 43 d. C. el emperador Claudio
reemprendió la conquista romana de Britania, la principal resistencia la opuso
una confederación de las tribus de los catuvellani y los trinovantes, liderada
por Caratacus (Caradawc) y Togodumno, los hijos del rey de los catuvellani,
Cunobelinus, pero fue rápidamente superada.
Caratacus
consiguió huir al oeste y se convirtió en caudillo de la resistencia, centrada
en Gales, mientras que los once principales líderes del sur de Britania se
rindieron a Claudio, entre ellos Cartimandua, la reina de la tribu más
populosa, la de los brigantes, quien a decir del historiador Tácito gobernaba
en virtud de su «ilustre nacimiento».
En el
47 d. C. una facción antirromana de los
brigantes inició una revuelta que fue sofocada con el auxilio del nuevo
gobernador de Britania, Publius Ostorius Scapula, quien ejecutó a sus
cabecillas.
PUBLIO OSTORIO SCAPULA |
En el
51 d. C. Scapula venció finalmente a
Caratacus.
El derrotado líder de la revuelta huyó al norte y solicitó refugio a
Cartimandua, acompañando el pedido con una fuerte suma reunida por sus
allegados. Cartimandua lo recibió pero puso sobre aviso a los romanos, lo
detuvo y lo entregó encadenado.
Los romanos premiaron la traición calificándola
junto a su esposo Venutius como leal amiga y protegida de Roma, lo que junto a
las riquezas recibidas fortaleció su poder.
Pronto
Cartimandua puso a prueba la alianza: en algún momento entre los años 52 y 56
se divorció de Venutius y, pese a que Cartimandua retuvo como rehenes al
hermano y otros familiares de Venutius, éste se alzó en armas contando con el
auxilio de tribus vecinas.
Venutius
se hizo fuerte en la fortaleza de Stanwick
mientras que el nuevo gobernador romano Aulo Didio Galo (52-57 d. C.) consolidaba su posición al sur de
Brigantia, construyendo fortificaciones en Templeborough (Rotherham), Brough on
Noe y Rossington Bridge (Doncaster).
Tras
ventajas parciales obtenidas por uno y otro bando, finalmente en el 56 d. C. Venutius fue derrotado por la IX Legión
al mando de Cesio Nasica en la región de Barwick in Elmet.
Brigantia mantuvo su
alianza con Roma incluso durante la gran rebelión liderada por la reina de los iceni,
Boudica, que puso en jaque el dominio romano de Britania.
Después
de una temporal reconciliación con Venutius, Cartimandua repudió nuevamente a
su consorte y tomó como «compañero de cama y trono» a Vellocatus, antiguo
compañero de armas de aquél.
En el
69 d. C., aprovechando el caos de Roma
en el llamado Año de los cuatro emperadores, Venutius se alzó nuevamente en
armas, con el auxilio de tropas de los Carvetii, Novantae y Selgovae y con el
apoyo popular que lo prefería ante, con palabras de Tácito: «el adúltero,
lujurioso y salvaje temperamento de la Reina».
Roma sólo pudo esta vez enviar
tropas auxiliares, que no bastaron para impedir la ocupación del país pero al
menos pudieron rescatar a la reina. No hay referencias históricas o
arqueológicas que permitan conocer su posterior destino.
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