Andrisco de Adramytio (Asia Menor),
también conocido como Filipo VI de Macedonia o Pseudofilipo por sus rivales,
fue un aventurero griego que se hizo pasar por hijo de Perseo de Macedonia y
llegó a ser aceptado como tal por los macedonios, de los que fue rey en
149-148 a. C. Fue derrotado y depuesto por la República romana.
Su historia fue intensa y agitada.
Tras un primer intento en Macedonia en torno a 160-155 a. C., que fracasó
cuando ningún macedonio le prestó atención, terminó por presentarse en Siria
ante el rey Demetrio I Sóter como hijo de su hermana Laodice.
Luego de solicitarle ayuda a Demetrio para recuperar el trono de Macedonia, el
rey, aliado de los romanos, lo encarceló y lo entregó a Roma.
Allí no recibió más que burlas y
terminó por ser despedido sin cargos, considerado como un demente. De regreso
en Macedonia se dedicó, con un reducido grupo de fieles, al bandidaje,
entablando contactos con algunos de los reyezuelos de Tracia en la frontera
norte, hasta que uno de ellos lo reconoció como heredero legítimo al trono
macedonio, probablemente a finales de 150 a. C., y puso a su disposición su
alianza y sus tropas. Con esas fuerzas invadió Macedonia en 149 a. C.
Tras una batalla victoriosa en las
fronteras, algunos macedonios empezaron a tomarlo en serio. El Senado envió al
legado Escipión Nasica; este, pensando que iba a enfrentarse a un simple
bandido, decidió resolver el asunto por su cuenta y, tras reunir
apresuradamente un contingente de aliados griegos, avanzó al encuentro de
Andrisco, pero fue derrotado.
El éxito del presunto Filipo convenció a los
vacilantes y pronto toda Macedonia lo reconoció por rey legítimo.
Inmediatamente reunificó el país, dividido por los romanos, e inició una
política vagamente reformista a favor del pueblo.
El Senado romano, desconcertado,
envió al pretor Publio Juvencio con una fuerza militar, pero cuando a
finales del verano trató de penetrar en Macedonia, sus tropas fueron aplastadas
y murió, lo que permitió a Andrisco ocupar Tesalia. El reino macedonio resurgía
inesperadamente de sus cenizas.
Ante tal situación, el Senado
reaccionó con energía y, aunque la atención general estaba ocupada en la
tercera guerra púnica, envió un ejército al mando del pretor Quinto Cecilio
Metelo. Las tropas llegaron a Grecia en la primavera de 148 a. C. y derrotaron
fácilmente a los hombres de Andrisco en la batalla de Pidna. Entregado por un
reyezuelo tracio, en cuyo territorio se había refugiado, fue ejecutado ese
mismo año.
Macedonia fue anexada a Iliria y
Epiro, y reducida al estatus de territorio sometido a Roma, convirtiéndose en
la primera provincia romana en territorio griego y Metelo en su primer
procónsul (gobernador).
De la sorpresa que causó la
aparición de Andrisco es buena muestra este texto de Polibio:
... primero, el rumor no pareció
siquiera creíble: surge en Macedonia un Filipo caído del cielo, que desprecia
no sólo a los macedonios, sino incluso a los romanos... al cabo de tres o
cuatro meses se esparció el rumor de que este Filipo el impostor había
derrotado a los macedonios en una batalla librada en la otra orilla del río
Estrimón... algunos lo creyeron, pero la mayoría no, en absoluto. Pero al cabo
de poco corrió otro rumor: había derrotado a los macedonios más acá del
Estrimón y controlaba toda Macedonia. Los tesalios enviaron entonces cartas y
embajadores a los aqueos en demanda de socorro, puesto que ya corrían peligro.
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